Capitulo 39

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-¡El fulgor de sus mejillas avergonzaría a esos astros , como la luz del día a la de una lámpara! ¡Sus ojos lanzarían desde la bóveda celestial unos rayos tan claros a través de la región etérea , que cantarían las aves creyendo llegada la aurora!...¡Mirad como apoya en su mano la mejilla! ¡Oh! ¡Quien fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla!.- recito las lineas de Romeo
-Ay de mi! -exclamó Alex-
Comencé a subir el "balcón" por una escalera que estaba escondida hasta llegar a la castaña para poder ver sus hermosos ojos verdes.
-¡Que el sueño descanse en tus dulces ojos y la paz de tu alama! ¡Ojalá fuera yo el sueño , ojalá fuera yo la paz en que se duerme tu belleza! De aquí voy a la celda donde mora mi piadoso confesor , para pedirle ayuda y consejo en este trance.- segui diciendo el guion.
Acerqué mi mano a su mejilla acariciándola suavemente mientras que con la otra acariciaba su pelo atrás de su nuca , levante la mirada y me encontré con que ella me estaba mirando. Sin sacar la vista de ella acorte la distancia que nos separaba con una sonrisa.
Nuestros labios se movían al compás que nosotros queríamos, era algo así como lente pero lleno de necesidad.
No podía despegar los ojos de sus párpados , ya que los cerro obligándome a hacer lo mismo. Todo era como la primera vez que la besé , el mismo sabor , la mismas mariposas , el mismo sentimiento...todo.
Nos separamos por la maldita falta de aire , pero al segundo que respiramos volví a agarrar su rostro y juntar nuestros labios. En serio que necesitaba esto.
De repente sentimos aplausos , nos separamos y miramos a nuestra izquierda donde se encontraban la profesora y nuestros amigos aplaudiendo.
-Idolo!! -gritó Tato.
-Genial chicos!! -dijo la profesora dando saltitos de felicidad- es más que obvio que están preparados para la apertura -sonrisa- ya pueden ir a descansar.

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