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-...

-¿Iwa-chan?-alargué el brazo intentando tocarle, pero él se separó rápidamente.

-¿Qué se supone que he de contestarte yo ahora?

Me quedé estático, mientras le observaba andar y con paso lento, retomé el camino, no sabía que responderle; no volvimos a hablar de nada, en ningún momento, como seguramente ya habría terminado el entrenamiento, nos dirigimos al vestuario para ponernos el uniforme.

-¡Mirad quienes deciden aparecer!-gritó Matsukawa cuando entramos-¿Qué ha pasado, se os pegaron las sábanas?

Iwaizumi y yo cruzamos la mirada y rápidamente la desviamos, él enfadado y yo, bueno, supongo que avergonzado.

-¿Ya os habéis vuelto a pelear?-cuestionó Hanamaki.

Dejé la mochila en el banco libre y les sonreí, mientras me llevaba la mano al cabello.

-Que va, que va-moví la otra mano, quitándole importancia-. Es solo que Iwa-chan lleva muy mal lo de las bromas.

Iwaizumi se giró a mirarme de reojo, con los brazos cruzados, esperando a que siguiera hablando, seguramente para meterme el siguiente golpe.

-Ah...-todos los de tercer año exclamaron al unisono e intercambiaron una mirada cómplice.

-A donde vamos a ir a parar-Kaneo se encogió de hombros y negó con la cabeza-, si Iwaizumi ya no soporta a Oikawa, como lo vamos a hacer nosotros-su voz tomó un tono dramático y se llevó la mano a la cabeza mientras cerraba los ojos.

-¿Pero qué dices?-exclamé-, yo soy un amor, puedes preguntárselo a quien quieras.

-A quien quieras que tenga un par de tetas y un culo-corrigió Hanamaki.

-Eso son detalles sin importancia-volví a mover la mano.

-¿Vas a seguir hablando o te vas a cambiar, Trashykawa?-dijo Iwaizumi, me giré para mirarle.

-Oi, Iwa-chan, ya te dije que era muy temprano para tratarme así-hice un puchero, pero antes de que se pudiera mover, me giré y empecé a quitarme la chaqueta-. Ya me cambio, ya me cambio.

-Pues están como siempre, al fin y al cabo-oí comentar a Heisuke, mientras se colocaban a mi lado, para cambiarse también.

-¿Y cómo fue el entrenamiento?-les pregunté, mirándoles de reojo.

-Bien, bueno, ya sabes, como Iwaizumi y tú no estabais, el entrenador nos gritó más de costumbre, pero quitando eso bien-respondió Matsukawa y se giró a ver a los demás, para que confirmaran lo que había dicho-, Kyoutani será una buena estrella, cuando Iwaizumi se haya ido.

No sé que mueca hice con la cara, que todos empezaron a reír.

Saqué el uniforme del instituto de la bolsa y me quité la camiseta y el pantalón.

-Por cierto, no hagáis planes para comer-soltó Iwaizumi, y empecé a temer lo que venía a continuación. Ya me veía sin dinero-, para compensar no haber venido a entrenar y como fue la culpa del capitán, nos invita a comer.

Pues como siempre...

-Hace mucho que no como ramen-comentó Motomu con una sonrisa y poco después, todos empezaron a decirme que era lo que querían comer.

Sinceramente no estaba seguro que me acordara lo que todos querían.

-Vosotros, los de primero y segundo, pedirle también-les animó Iwaizumi con una sonrisa.

Me puse la camisa, el pantalón y el chaleco, mientras los de cursos menores dudaban en pedir.

-No seáis tímidos-volvió a animarles.

Lo que la verdad esconde (IwaOi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora