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Iwaizumi pasó sus brazos por mi cintura, acercándome más a él; después de un rato, di por finalizado el beso y oculté mi rostro en el hueco de su cuello. Él me acarició la espalda con el pulgar de arriba a bajo.

-Deberíamos irnos-susurró en mi oído.

-Ya llegamos tarde, ¿Qué importa tardar un poco más?

-Oikawa...-su voz adquirió un tono amenazante.

Me revolví un momento entre sus brazos sin separarme, me estrechó con fuerza hacía si mismo.

¡El idiota tampoco quiere irse!

-Iwa-chan...-le llamé-, ¿Realmente tenemos que ir a clase?

-Sí, ya vamos a saltarnos las clases el viernes, ¿No? Pues no deberíamos saltarnos tantas-llevó una de sus manos a mi cabello y empezó a jugar.

Si sigue así, realmente no voy a querer ir nunca a clase.

Bajó la mano de mi pelo y subió la mano de mi espalda hasta los hombros, me separó con cuidado y me miró seriamente.

-¡Vale, vamos, venga!-exclamé y salí de allí rápidamente.

Metí las manos en los bolsillos del pantalón y empecé el camino hacía el instituto sin esperarle. No tardé mucho en volver a sentir su presencia a mi lado; lo miré de reojo y me mordí el labio inferior.

-Entonces... Has dicho que el...-me corté al oir el tono de llamada de mi móvil-, joder...-lo saqué y miré el nombre en la pantalla-, lo que me faltaba-descolgué y me llevé el móvil a la oreja- ¿Qué pasa?

-¡¿Qué manera de hablarme es esa?!-gritó Emiko-senpai desde el otro lado de la línea- ¿Dónde estás? Voy a ir buscarte.

-Estoy de camino al instituto con Iwa-chan-recalqué el nombre-, así que, lo siento.

-¿Cómo que no? ¡Yo soy tu pareja!-y él también, añadí mentalmente- ya ni caso me haces, ¿Te crees que voy a estar esperando sentada a que me llames por qué cuando yo quiero quedar estás con Iwa-chan?-acabó diciendo el nombre con sorna. Apreté fuertemente el móvil.

-Escúchame bien, Emiko, estoy en tercero de preparatoria, ¿Sabes lo que quiere decir, no? Tengo que estudiar para los exámenes de acceso a la universidad, que no son nada fáciles cabe decir y además, tengo que prepararme para las Springh High, realmente siento que el poco rato que tengo libre no me apetezca salir de casa o verte–me giré a ver a Iwaizumi.

Volvía a tener la mirada en el cielo y las manos en los bolsillos del pantalón, pero esta vez tenía la boca entreabierta y la chaqueta del uniforme con los primeros botones abiertos, lo que le dejaba al descubierto el cuello y un poco del pecho.

-¿Tooru? ¿Sigues ahí?-siguió gritando.

-¿Eh?, si sí. Mira, mañana no tengo ni entrenamiento ni academia, quedamos a las cinco en la cafetería de siempre y hablamos más tranquilamente, ¿Te parece?-realmente no podía apartar la mirada del cuerpo que tenía en frente.

Oí como suspiraba, y aceptaba a regañadientes para luego escuchar el repetitivo pi de fin de llamada. Volví a guardar el móvil, sin antes asegurarme de haberlo apagado para que no me volviera a llamar, al menos no de momento.

-Si sigues mirándome de esa forma, no respondo a lo que haga-me amenazó, bajando la cabeza.

-Como sigas haciendo esas poses, seré yo el que no responda-le guiñé un ojo- ¿Vamos?

Iwaizumi asintió y volvimos a retomar el camino por tercera vez. Tenía ganas de cogerle la mano, de besarle y de gritar ¡Iwa-chan, te quiero!, pero no podía, no de momento y menos mientras todo el mundo siga creyendo que estoy con Emiko.

Aunque hasta yo mismo estaba empezando a creer que estoy saliendo con ella; al principio, había aceptado para que dejaran los rumores entre Iwaizumi y yo -rumores que son ciertos-, pues creía que lo hacía por él, para que no se viera involucrado en locuras y tonterías.

Pero realmente lo hacía por mí y él me apoyaba, porque tenía miedo a que me juzgaran por amar a un hombre, por no ser como el resto. Yo, que siempre había estado rodeado de gente, aunque sólo fuera de puertas a fuera, tenía miedo de quedarme solo, de que nadie me quisiera. De no tenerlo ni a él a mi lado.

-Deja de pensar, que eso no es lo tuyo-Iwaizumi me dio un golpe en la nuca-. Te echa humo la cabeza-me hincó el dedo en la cabeza para luego acariciarme el cabello.

-Iwa-chan...-le llamé, él se separó de mi y me miró expectante- ¿A ti te importa que este saliendo con Emiko-senpai?

En ningún momento dejamos de andar; Iwaizumi se rascó la mejilla desconcertado y luego giró su cabeza para mirarme.

-...

Lo que la verdad esconde (IwaOi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora