Maria Fernanda.

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Ya conocen a mi hermana, la que de niña estudiosa pasó a adicta sin remedio, se me hace un nudo en la garganta de llamarla así, es tan triste su situación. Una vez me confesó que pensaba que era la que menos llamaba la atención por el hecho de ser la de en medio y "la mejor portada". Eso era lo que mamá y papá creían , porque no lo era, se iba de fiesta cada que podía, se metía con todos los sujetos que se le insinuaran y cuando empezaron los problemas decidió entrar en las drogas. Necesitó ayuda, pero cuando se me ocurrió ayudarle ya era demasiado tarde...

Todo empezó un viernes por la noche, el último día de clases, pero yo ya no iba a la escuela, así que da igual, eran las 11:00pm cuando me gruño la tripa así que me dirigí a la cocina por un vaso de leche, cuando pase cerca de él cuarto de mi padre escuché unos gemidos, que después se convirtieron en gritos la voz de Kenia era muy fácil de reconocer, no... otra vez... no queria escuchar o ver eso otra vez, ¡Suficiente! Estaba harto de esa casa, así que tome la arriesgada decisión de huir, me salí e inmediatamente fui a mi verdadera casa, ya no por mi madre, por Fernanda, había pensado mucho en ella y me hacía falta, Roberto no está nunca para cuidarla, así que es mi deber hacerlo.
Llegué a la casa, muy cansado, había corrido como un maníaco, recuerdo que revise mi celular, no lo podía creer 15 llamadas perdidas de Fernanda.
¿Que estaba pasando? Se oía mucho ruido en mi casa y había muchas personas, inmediatamente pude identificar la canción "pretty visitors" de Arctic Monkeys, personas bailaban, otras tomaban, fumaban y se reían. No había duda mi hermana había organizado una fiesta, no la vi por ningún lado así que subí a su cuarto rezando por que no estuviera con un chico haciendo algo malo.

Cuando entre parecía no haber nadie, mire al rededor y había miles de recortes pegados en las paredes con imágenes de la serie inglesa llamada "Skins", otras imágenes de personas tristes o muertas, la palabra "muerte" por todas partes, era algo perturbador, incluso había un foto de la familia donde había recortado a mi
padre y a mi me había dibujado una cara triste.
Entonces escuché desde debajo de su cama: -"¿Maxxie?"- me asomé y era mi hermana, parecía que había llorado mucho, tenía todo el maquillaje corrido le pregunté si algo pasaba y me dijo:
-"Me sentía sola, nadie está aquí, tu no contestabas, pero ahora me duele a ver hecho esto"-
Salí de su cuarto y grite "¡Larguense de mi casa o llamó a la policía! " Por lo pequeño he ingenuo que me veo tardaron en hacerme caso pero como desconecte toda la luz eléctrica poco a poco se fueron.
Cuando regrese al cuarto por mi hermana, ella ya no estaba ahí, corrí por toda la casa buscándola, puse la luz como estaba, grite su nombre, no respondía, toque la puerta del baño y nadie respondió , pero estaba cerrada desde adentro, no se de donde saque tanta fuerza pero después de golpear la puerta varias veces, se abrió, no lo podía creer... Ella, estaba en el piso, con los ojos cerrados, la piel pálida, las muñecas sangrantes, y la navaja de papá en una mano...
La abrace y lloré, mucho, más de lo que había llorado en mi vida, no dejaba de gritar "¡No...!", poco a poco mis palabras se ahogaban en más llanto... no quería que se fuera, pero si se quedaba ¿cambiaría algo?

Hola, Soy Maxxie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora