Crónicas Vampiras

Epílogo

Narrador externo pov.

Un día más tarde...

Ya había pasado un día desde la pelea, y se sentían tan bien porque se habían quitado un peso de encima. Para los provenientes de Forks, ya podían estar en paz, ya no se sentían amenazados. Pero para los de Mystic Falls les quedaba un problema, Kisha. Y tal vez el problema de encontrar la espada y la piedra. Aunque Katherine ya era uno de sus aliados, aún así no se confiaban de que ella tuviera la espada.

El trato era acabar con Kisha para luego volver a la posición en que estaban, volver al problema de la espada. Y sabiendo que Katherine no les revelaría el lugar por la bondad de su corazón, tendrían que hacerlo por los malas.

Y sabiendo que Madison podía leer mentes, Katherine tenía un hechizo que protegía todos sus recuerdos e información, por lo cual, esa opción estaba descartada.

Como todos sabían, por su problema con Kisha, Madison había olvidado por completo que no se había graduado. Y se le hubiera olvidado o no, ella no volvería al instituto.

Pero después de la batalla, una de las razones por la cual se había convertido en vampira, solo le quedaba resolver el problema de Kisha y ya después era libre de hacer lo que quiera como vampira. Y por lo tanto ella quería resolver el problema de la graduación antes. Sabiendo que era julio.

—...entonces, esa es la razón por la que falté cinco meses. Así que, a pesar de que falté casi medio año. Así que, me dejarás graduarme como si vine todo el año y saqué buenas calificaciones —terminó de hipnotizar Madison.

—Bueno señorita Walker, declarese graduada —respondió el director después de la hipnosís.

—Al fin. —Madison se paró de su asiento y se fue.

Salió de su oficina con un "problema menos".

—Felicidades graduada —le felicitó Damon.

—Un "problema" menos —luego le besó —. Ahora, hagamos cualquier cosa antes de volver a Mystic Falls.

—Yo conozco una forma —le sonrió seductoramente.

Mientras tanto en Mystic Falls...

—¿Dónde están esos idiotas? —se quejó Katherine —. Dijeron que ya habían ganado la pelea.

—Primero, no los llames idiotas y segundo, creo que están celebrando —le respondió Blake.

—Y dejarnos la perra a nosotras, que buenos amigos tienes Blake. Además, me sorprende que seas tan buena, ya que después de todo lo que te ha pasado...

—¿Te refieres a la tortura de Kisha?. A la única persona que le desarrollé odio fue a ella.

—Creo que no me has entendido. Me refiero a lo que te hizo tu padre, por la pena de perder a casi toda su familia...

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Blake enfureciendóse. Nadie sabía su historia, o al menos eso creía. A Katherine no le dió tiempo responder.

La puerta de entrada se había roto, y la persona que estaba entrando era Lisa, la madre de Kisha.

—¿Dónde está mi hija? —reclamó molesta.

—¿Sabes?, no tendrías que haber roto la puerta para eso —respondió Katherine en su lugar. En respuesta, Lisa con su magia las empujó a ella y Blake haciendolas caer contra una mesa de vidrio —. Imposible. Tú deberías estar muerta.

—Pues no lo estoy Katherine, ahora pequeña zorra, ¿dónde está Kisha? —preguntó nuevamente acercándose a ella.

—Púdrete. —Lisa le rompió el cuello con magia, y miró a Blake.