Felipe y Olivia vuelven a estar juntos! Por eso, luego de la aceptación de sus padres y de terminar el instituto, deciden vivir juntos! Pero no todo es color de rosa.
Nuevas cosas estarán por pasar en sus vidas, y...nuevas personas.
SEGUNDA...
- Te extrañare!- Dijo mi madre mientras me abrazaba.
- Yo también!- Le sonreí dulcemente.
- Podemos visitarlos cuando queramos?- Interrumpió Roberto con es sonrisa pacifica que tiene.
- Si, son nuestros padres.- Dijo Felipe metiendo una ultima caja en el maletero del coche.
Nos despedimos, Felipe y yo entramos en el auto y nos fuimos a nuestro nuevo hogar.
Bueno, pero hablemos un poco sobre lo que paso luego de esa declaración y de tantos problemas.
Felipe y yo volvimos a estar juntos otra vez! Y lo bueno es que nuestros padres lo aceptaron ya que no somos hermanos de sangre!
Ademas...ellos ya sabían que esto pasaría. Siempre me pregunto como se dieron cuenta estando tan lejos...
Pero todo va bien! Aunque los dos estamos sedientos de besarnos otra vez.
Durante este mes no hemos podido darnos mucho afecto ya que nuestros padres estaban todos los días viéndonos junto a esos ojos brillosos, como si fuéramos una novela interesante.
La universidad....es complicada.
Felipe me dijo que estudiara medicina, y la verdad, me sorprendió mucho! Se lo notaba muy emocionado y feliz.
Por lo que lo apoyare todo el tiempo en esto!
Por otro lado...yo no elegí nada todavía. Decidí que trabajaría hasta encontrar que estudiar.
Ahora...comenzamos una vida juntos. Siento que va a ser un buen año.
- Oye.- Felipe chasqueo sus dedos en frente de mi.- Ayúdame a bajar las cosas por favor.
- Si!- Le sonreí.
Salimos del auto y bajamos la cosas. Entramos al edificio y subimos por el ascensor.
Luego llegamos y abrimos la puerta de nuestro hogar. Este olía a nuevo y era todo blanco. Hasta podías perderte.
Dejamos todo y el camión de mudanza dejo las demás cosas acomodadas.
Cerré la puerta y abrí una caja.
- Al fin solos...- Felipe vino a mi, paso sus manos por mi cintura y olía mi cuello.
- Oye...- Me sorprendí ya que estaba de espaldas. Mis mejillas se tornaron de rojo y mi corazón latía muy fuerte.
Hacia mucho que nuestros cuerpos no se juntaban.
- No intentes escapar, ya que me estuve conteniendo todo el tiempo...- El daba pequeños besos en mi cuello.
- Yo igual...- Daba suspiros y luego, los besos se hacían mas intensos.
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