Dame Tres Segundos Y Te Diré Cuánto Te Quiero.

"Primer día de clases."

Ella, ella se mostraba tan digna, se dice que tiene el corazón más cálido de todos, que su mirada puede llegar a tocar tu corazón.... Porque en ella corre sangre Leviathan, sangre otorgada hacia la única sobreviviente de la familia: "Magdiel Leviathan".

-No entiendo por qué es necesario asistir a la escuela-, dije a Sergey, mi mayor domo y tutor, mientras conducía hacia la preparatoria.

-Necesita despejar su mente, con todo lo que ha pasado, es muy importante que no se aleje de la sociedad, mi señoría- Respondió con seguridad.

Era verdad, todo lo que decía era verdad, había pasado la mayor parte de mi vida apartada de las personas, no salía para nada de mi casa, no asistía a la escuela, Sergey era quien me daba clases particulares...

Me habían dicho que el único propósito en mi vida, era el ayudar a las demás personas, en realidad no entendía nada, ¿Por qué tengo que ayudar a las personas?, si ellas fueron la causa por la que mi familia murió, es evidente que soy una persona muy importante, pero gracias al entrenamiento de Sergey, logré tomar una decisión: Asistiré a la Preparatoria más cercana de mi casa, para que así, pueda cumplir mi propósito.

No puedo creer que en verdad lo voy a hacer, no creo que sea capaz de relacionarme con las demás personas, tal vez ellas no me acepten, quizá me vean como un fenómeno, pero no puedo retroceder, necesito vencer mis miedos y lograr ser una buena persona, después de todo, no debo deshonrar a mi familia.

Llegamos a la entrada de la escuela, era muy temprano, así que decidí quedarme dentro del auto hasta que sonara la campana, de esa forma no estaría tan nerviosa.

Mientras estaba en el auto, observaba como llegaban las demás chicas, todas eran diferentes, unas tenían el cabello recogido, otras lo traían suelto, el cabello de cada una era de diferente color, no sabía que eso podía ser verdad, todo este tiempo solo creía que todas las demás personas tenían el mismo color de cabello que yo: Negro/azulado.

Sonó la campana, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, miré fijamente a Sergey y le dije:

"Estarás orgulloso de mi, te lo prometo". Bajé del auto y caminé hacia la puerta de la preparatoria, estaba muy nerviosa, ¿Como debía comportarme en ese momento?, no lo sabía, sin detenerme, crucé la puerta y fui justo hacia la oficina de la directora para que me dieran instrucciones.

La directora me recibió muy amablemente y me dio un mapa completo de la institución.

-En este mapa están plasmados todos los salones que hay dentro de la institución, es casi imposible que te pierdas.- dijo la directora mientras sonreía.

-Gracias, es muy amable.- respondí temerosamente.

Salí de la oficina y miré el mapa, al parecer me habían asignado el salón 23, los pasillos estaban vacíos, no habría posibilidades de que me perdiera.

Comencé a caminar entre los pasillos y al dar vuelta en una esquina, accidentalmente tropecé con un chico, tenía una estatura de 1.81 metros aproximadamente, su cabello era de un color Blanco intenso combinado con un gris opaco, sus ojos eran grandes y tenían un color grisáceo, nunca había imaginado que existían unos ojos tan hermosos, me levanté y muy gentilmente, él comenzó a recoger mis cosas.

-Descuida, yo puedo levantarlas-. Le dije con una voz un poco insegura.

-No hay por qué decir algo así, de todas maneras, no puedo dejar sola a una bella dama como usted.- Respondió amablemente mientras ponía en mis manos los cuadernos que había dejado caer.

¿Qué era lo que estaba pasando?, ¿Qué es ese sentimiento en mi interior?, ¿Acaso todo lo que siento es causado por este chico tan apuesto?, nunca había sentido algo parecido.

Le di las gracias y me dirigí hacia el salón 23, pedí permiso al profesor para poder entrar y con una gran sonrisa en su rostro dijo:

-Adelante, Muchachos ella es una estudiante de nuevo ingreso, por favor, quiero que sean amigables. ¿Nos harías el favor de presentarte?

-Claro, con gusto.- dije al profesor mientras caminaba hacia el frente del salón.

-Buenos días compañeros, mi nombre es Magdiel Leviathan, es un gusto conocerlos, espero que todos nos llevemos muy bien, mi pasatiempo favorito es leer libros y practicar música con el violín, Gracias por aceptarme en este grupo.

Al terminar estas palabras, mi corazón latía demasiado rápido, y para relajarme, empecé a observar a mis compañeros, inicié en la fila de la derecha y al recorrer mis ojos hacia arriba, lo vi, ahí estaba él, tan fresco, tan lindo, no sabía qué hacer, el chico con el que había tropezado antes, se había convertido en uno de mis compañeros de clase.