Al verlo, no me contuve más y sonreí, estaba temblando, así que tomé un asiento disponible que se encontraba en la 3 fila, era el asiento perfecto, cerca de él.
Todos en el salón se portaron muy bien conmigo, me sentía un poco extraña porque nunca había estado con tanta gente a mi alrededor, pero al mismo tiempo tenía una sensación que jamás había experimentado, era una sensación desconocida, creo que muchas personas llaman a esto "enamorarse".
Todo iba perfectamente hasta que una chica de cabello rosa y estatura media se acercó y me dijo:
-He estado observándote desde hace un rato y me di cuenta que no le quitas los ojos de encima al chico de cabello blanco.-
Me paralicé totalmente, no sabía que hacer, estaba temblando...
-¿Yo?, por supuesto que no, de seguro estás confundida- Le dije con un tono un poco sarcástico, porque era obvio que desde que entré al salón no he podido parar de mirarlo.
Ella soltó una carcajada y dijo:
-Mi nombre es Natasha, vengo de Montreal, Canadá.-
-Hola soy Magdiel, vengo del infierno.- Respondí.
Al escuchar ese conjunto de palabras, Natasha se puso totalmente pálida, no parpadeaba y solamente se me quedaba viendo fijamente.
-¡No lo puedo creer!- dijo Natasha un poco admirada.
Entonces tomó mi mano y salimos corriendo del salón de clases, no pensaba en nada más que un regaño por parte del profesor, pero me preocupaba la manera en la que yo seguía corriendo junto a ella sin que nada me detuviera.
Llegamos al límite de la escuela y me dijo: "Yo sé quien eres".
-¿Qué quieres decir con eso?.- Le pregunté.
-Eres Magdiel Leviathan, ¿Te haz olvidado de mi?- Respondió.
En ese momento llegaron a mí una infinidad de recuerdos de años antes de que mi familia fuera asesinada, no podía creer que otro demonio estuviera estudiando en la misma escuela que yo, resulta que la chica a la que recién había conocido, era mi amiga de la infancia, pero no podía recordarlo gracias a que dentro de mí, bloquee todos los recuerdos con mi familia para que así ya no pudiera recordar aquella masacre.
-¿Naty?, ¡Eres tú!, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que nos vimos? , no puedo creer que estemos juntas otra vez- Le dije.
-Desde que entraste al salón, en seguida me di cuenta que eras tú, ese cabello tan lindo lo reconocería en cualquier parte.- Respondió con una sonrisa.
Nos quedamos platicando un buen rato, todo iba bien hasta que:
-Magdiel, discúlpame, pero tengo que decirte algo muy importante.- Dijo Natasha.
-Adelante, dímelo.- Respondí un poco curiosa.
-Debes de alejarte del chico de cabello blanco, no puedes estar con él.- Me dijo un poco alterada.
Me quedé sorprendida, en verdad Natasha se veía muy alarmada, era algo obvio que lo que me estaba diciendo era muy importante, jamás había visto a Natasha de esa forma.
-Pero, ¿Por qué me prohíbes estar cerca de él?, creo que desde hace un rato te has dado cuenta que el chico de cabello blanco realmente me gusta, no puedes decirme que me aleje si aún no lo he conocido, o talvez, ¿Será que a ti también te gusta?- Le dije.
-No me estas entendiendo Madgiel, realmente el chico de cabello blanco no es un ser humano cualquiera, él es "Eizen Lelahel" hijo de Helaine Lelahel, sinceramente, Ángeles Puros.
Me quedé asombrada con todo lo que acababa de escuchar, entonces miré fijamente a Natasha y me desvanecí directamente hacia el suelo.
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Dame Tres Segundos Y Te Diré Cuánto Te Quiero.
RomansaUna historia de amor entre un demonio y un ángel que luchan por poder estar juntos, hacen todo lo posible por lograrlo, pero tienen muchos inconvenientes gracias al oscuro pasado que tiene él demonio. Él demonio esta muy confundido gracias a que su...