"Nacimos para estar juntos"

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>>Ten cuidado con el chico de cabello blanco, él solo te traerá tragedia y tempestad...<<

Abrí los ojos lentamente, no sabia lo que había pasado, estaba totalmente confundida, miré hacia él lado izquierdo y vi un monitor, en él marcaba mi pulso cardíaco, ¿Que había pasado?, ¿En donde estaba?, lo único que podía recordar era esa fina y cálida voz que me advertía sobre el chico de cabello blanco, me levanté, sentía pesadas mis piernas, tenía esa extraña sensación de que alguien me estaba vigilando, miré hacia todos lados y no encontré nada, creí que estaba soñando.

Me recosté de nuevo en la cama del hospital y alguien entró a la habitación, era Natasha.

-¡Magdiel!, me alegro que por fin despertaras- dijo despreocupada.

-¿Cuanto tiempo estuve dormida?- pregunté.

-No te preocupes por eso, no fue mucho tiempo, solamente fueron 2 días- respondió.

-¡¡¿Dos Días?!!- Dije exaltada.

No podía creer que había caído en coma por dos días, pero eso no era lo que me preocupaba, si no la extraña voz que me decía que me alejara del chico de cabello blanco.

No pasó mucho tiempo para que me dieran de alta y en cuanto salí del hospital fui directo a ver a Sergey para obtener información sobre lo que me estaba pasando.

Cuando llegué a casa, le pedí inmediatamente a Sergey que me explicara lo del chico de cabello blanco y todo lo relacionado al tema.

-Sergey, necesito que me digas quien es ese chico de cabello blanco.- Le dije.

-Señorita Magdiel, usted ya debería de saberlo, se supone que para eso enviaron otro demonio a la misma escuela en la que usted estudia.- respondió muy calmado.

-Él demonio que enviaron es "Natasha Astaroth", heredera de la familia Astaroth, una duquesa.- Reafirmé a Sergey.

-Mi señoría, está en lo correcto, mas sin embargo, la duquesa Natasha Astaroth fue enviada para advertirle acerca de un joven de cabello blanco cuyo nombre es "Eizan Lelahel".- dijo.

En ese momento volví a recordar todo lo que había sucedido, él chico de cabello blanco, Eizan Lelahel, era aquel chico con el cual había tropezado y del cual me había enamorado... pero, ¿Por qué debo alejarme de él?.

Le di las gracias a Sergey, tomé un abrigo y salí de mi casa en busca de ese chico que había hecho mucho escándalo dentro de mi familia.

Iba caminando cuando de repente sentí un gran impulso y un fuerte viento que azotaba en mis pantorrillas, me di cuenta que mis pies ya no estaban tocando él suelo y cada vez iba subiendo más y más.

No podía ver mas que nubes a mi alrededor, sentía las cálidas manos de una persona sujetando mis brazos, me sentía a salvo.

De pronto, entre las nubes, pude observar que había una choza arriba de una nube pequeña, comencé a tener miedo, al principio me parecía divertido, creí que era una broma de algún demonio gracioso, pero al ver que me acercaba un poco mas a la choza, me di cuenta que no era ninguna broma.

-¿Que tal te sientes?- dijo una voz muy suave.

Me quedé tan sorprendida al escuchar esa voz tan familiar, que no pude contestar.

-Creo que no quieres hablar, pero no te preocupes, vas a estar bien conmigo, no voy a hacerte daño.- volvió a repetir.

Llegamos a la choza que estaba sobre la nube y en cuanto me soltó miré hacia atrás para ver quien era...

Era él, justamente a quien quería ver, estaba posado sobre sus bellas alas, se veía tan serio y elegante, tan tierno y tan resplandeciente, que su nombre era digno de él, Eizen Lelahel.

-Perdón por llevarte conmigo de esa manera, pero te veías tan linda y hermosa caminando por las calles con tu fino abrigo carmesí y tu largo cabello ondeando en contra de la corriente del viento que no pude resistirme más y te traje hasta acá.- dijo Eizen.

-Descuida, de hecho te estaba buscando.- dije sonrojada.

-Me alegra escuchar que la chica mas bonita me estuviera buscando.- dijo.

No podía contener la emoción, realmente él es muy guapo.

-Muchas gracias, pero ahora que te encuentro, necesito saber por qué no puedo acercarme a ti.- dije entristecida.

-Justamente por eso te traje hasta aquí.- respondió.

En ese momento Eizen se dirigió hacia un librero y tomó él libro mas grueso de todos, lo abrió en una página y me lo dio.

En el libro decía:

"Destinados están aquellos que separados los mantendrán, algún día ellos se encontrarán, pero no se reconocerán, hasta que se logren desencadenar y así se puedan enamorar."

No entendí muy bien lo que decía el libro pero Eizen me explicó:

-Lo que quiere decir él libro es que existen dos personas que deben estar juntas, pero otras personas hacen lo imposible para que esas dos personas se mantengan distantes y no se puedan conocer, pero eso no ha servido de nada, porque tu y yo ya nos hemos conocido y ahora nada ni nadie nos va a separar.-

Al escuchar esas palabras, mi corazon comenzó a latir muy rápido, ¿Como podríamos ser Eizen y yo los destinados a estar juntos?, ¿Nos han estado separando?, ¿Por qué no quieren que estemos juntos?, esas y muchas mas preguntas pasaron por mi mente.

-Estoy de acuerdo contigo, te cre..--

Un golpe muy fuerte azotó en toda la nube.

-No puede ser, no en este momento.- dijo Eizen nervioso.

-¿Que pasa?- pregunté.

-No es nada, solamente una pequeña visita de mi madre...- respondió demasiado nervioso.

-¿Tu madre?, pero ella es..--

La puerta principal voló de un golpe por toda la choza, no podía creer, frente a mi estaba "Helaine Lelahel".

Dame Tres Segundos Y Te Diré Cuánto Te Quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora