"Encuentro"

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Quedé impactada al ver dicha serie de números, ¿Habrá alguna verdad oculta?, ¿Será que encuentre información sobre Eizen?, no sabia bien que pensar.

Mi curiosidad es demasiado grande pero ya es muy tarde, creo que me iré a dormir, miré él reloj, faltaban 10 minutos para que dieran las 12:00, entonces recordé a esa persona desconocida y extraña que tocó tras la puerta esta tarde...

¡No puede ser!, tengo que ir al parque central, ya se me hizo tarde.

Llegué al parque y aun faltaban cinco minutos para la hora acordada, entonces comencé a caminar en los alrededores del parque y noté algo que llamó mi atención, era un kiosco, un hermoso kiosco, en él se encontraba un chico de estatura alta, caminé hacia allá y me di cuenta que el chico tenía lágrimas en los ojos y sus manos se encontraban empuñadas sobre el barandal del kiosco.

Me acerqué a él y le pregunté:

—Hola, ¿Te encuentras bien?—

Levantó su mirada y se secó las lágrimas.

—Hola, estoy bien gracias.—Respondió.

—A mi parecer no estas bien, ¿Como te llamas?— Le dije.

—Mi nombre es Damián— Respondió.

Ese chico tenía una mirada particular, en él se podía ver la tristeza que trataba de ocultar mediante una sonrisa, como si nada pasara.

—Que lindo nombre Damián, yo me llamo Magdiel, vivo a unas cuadras de aquí, es algo extraño encontrar a una persona en él parque central a estas horas, ¿Que haces aqui?— Le dije con mucha confianza.

—Muchas gracias Magdiel, si que es extraño encontrar a alguien en altas horas de la noche, lo mismo pensé cuando recibí él mensaje de la persona que me dijo que viniera, supongo que notaste mis lágrimas, bien, te contaré, la persona a la cual estoy esperando se llama Marlene, pero creo que nunca llegará.— Respondió tristemente.

Me sentí mal en ese momento, los sentimientos que este joven demostraba eran captados por todas las partes de mi cuerpo, era como si tuviera el don de transmitir sus sentimientos a las personas, de tal manera que éstas sintieran lo mismo que él, me quede sin saber que decir y fue en ese momento cuando una chica de estatura media llegó, la mirada de Damián cambió totalmente, parecía que se conocían.

—Me tengo que ir, estoy consciente que ella jamás llegará.— Dijo Damián.

—Si, espero que después nos volvamos a encontrar, que te vaya muy bien Damián, cuidate.— Me despedí.

Damián se fue con aquella chica y yo me quedé observando como se perdía su silueta entre el oscurecer de la noche.

Miré él reloj y aún faltaban ¿2 minutos?, ¿Como podían faltar 2 minutos?, hable con Damián como por 15 minutos, no podían faltar 2.

Miré a mis alrededores y el parque estaba totalmente vacío, comencé a pensar que era una locura venir al parque tan noche sólo porque un desconocido que estaba detrás de mi puerta me lo pidió...

—Hola, Magdiel.— Se escuchó una voz.

—¿Te acuerdas de mi?— volvió a decir.

Miré hacia todos lados y no encontraba a nadie, entré un poco en pánico.

—¿En donde estas?— Dije.

—No seas cobarde y muéstrate— Repetí.

Entonces bajó del kiosco Arthuro Mondragón, un demonio de clase media.
La historia de Arthuro es un poco diferente a la de los demás demonios, Arthuro antes de ser demonio, era un Ángel, nunca supe de qué familia venía ni porqué fue transformado en demonio, él no era muy apto a contar su historia.

—¿Que haces aquí?—Dije.

—¿No te queda claro aún?, Vengo aquí porque yo soy él tío de Eizen Lelahel, ¿Quieres respuestas?, aquí las tienes. —

Dame Tres Segundos Y Te Diré Cuánto Te Quiero.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora