La vida de Tauro

11

Continuación...

-Escorpio...Ofiuco y yo hemos roto.¡Lo siento mucho! ¡Siento haber sido tan estúpida al haberme enamorado de un idiota como Ofiuco!-no dejo de llorar. Nunca había estado así de triste.-Te prometo que nunca más volveré a dejarte solo.

No dice nada. Es raro por su parte. Lo único que hace es abrazarme y dejar que llore para desahogarme, supongo...

No puedo dejar de pensar en lo que ha pasado con Ofiuco.

*Flashback*

Hoy, Virgo, Aries, Capricornio y Leo me habían llamado para ir a una fiesta a la que nos habían invitado unos amigos.

En media hora me arreglé y salí fuera, dónde me estaban esperando en el coche de Aries.

Fuimos hacia la fiesta y nos lo pasamos genial. Estuvimos bailando, comiendo y bebiendo hasta las cuatro de la madrugada, que fue cuando nos fuimos a nuestras casas. Nadie podía conducir ya que todos estábamos ebrios. Aries dijo que iríamos a pie.

Cuando avanzamos un poco, me encontré a Ofiuco. Pero él no estaba solo. Estaba con una chica. Se estaban besando.
Me quedé paralizada y cuando me recuperé fui a separarlos.

-¿Me explicas esto?-le dije muy enfadada.

-Tauro, yo...

-¿Tú que? ¿Tú quieres admitir que eres gilipollas? Bah...eso ya se sabe. Además...ten en cuenta de que esto se ha terminado.

Entonces Capricornio se le acercó y le cogió de la camiseta.

-Escúchame bien, querido Ofiuco. Vuelves a acercarte a Tauro, aunque sea un milímetro nada más, te juro que te doy la paliza de tu vida, ¿està claro?

Ofiuco no dijo nada. Parecía asustado. Yo estaba llorando. Era lo único que podía hacer en ese momento.

-Tauro no llores por ese idiota...-dijo Virgo.

-Yo no estoy llorando por él...-dije.

Capricornio soltó a Ofiuco. Se acercó a nosotras y me abrazó.

Luego de eso, aparté a todos de mi camino y me fui corriendo hacia la casa de Escorpio.

*Fin del flashback*

-Escorpio...¿tú me quieres, verdad?

-Si no te quisiera, ya te habría mandado a la mierda. Además tú no eres la que se debe de disculpar. Soy yo el que debe de disculparse por haberte dejado ir con ese...pero por favor, deja de llorar. Vamos a mi habitación.

-Está bien. Me alejo de él y voy hacia las escaleras para subir a su habitación.

Cuando llegamos me siento en su cama. Veo que tiene la camisa manchada por mis lágrimas.

-Tienes la camisa mojada. Cámbiate.-le digo.

-No pasa nada.-dice.

-No. Si que pasa. Cámbiate.-insisto.

-No quiero.

-Si quieres.-me acerco a su armario y saco una camiseta que había por ahí tirada y que parecia ser un pijama. Este chico no ordena su armario y la cantidad de ropa que tiene es inmensa.

-¡Que he dicho que no hace falta!-exclama.

-Pues mira, si tu no te cambias te cambiaré yo misma.

-Pff...no harías eso nunca.

-¿Que no lo haría?

Le quito la camisa yo misma, y le pongo la camiseta a la fuerza.
¿Alguien me dice quien se pone una camisa normal para cada día, con pantalones que son para dormir?

-Has visto como te he cambiado?-digo con una sonrisa.

-No. Sigo sin verlo.-dice para cabrearme.

-Vete a tomar por culo.-Escorpio se comienza a reir.

-¿Vas a ordenar tu armario algún día?-le pregunto.

-No hagas nada a mi armario por favor.-dice.

Cada vez me acerco más al armario.

Escorpio se levanta de la cama y corre hacia mi pero ya es tarde. Ya he quitado toda la ropa fuera para ordenarla.

-¡Por qué no me haces caso!-grita haciéndome cosiquillas hasta que caigo al suelo.

-¡Para!-grito sin parar de reír.

-De acuerdo, ya paro...-dice mientras se levanta del suelo.-Pero deja al armario en paz.

-Vaaale...-ruedo los ojos.

Voy algo mareada hacia su cama y me tumbo. Tengo mucho sueño.

Escorpio se pone a mi lado y enseguida los dos nos quedamos fritos.

Continuará...