El olor a hospital era algo que odiaba, era un escencia a muerto, medicinas, enfermedades y tristeza.
Lo odiaba tanto que le era difícil permanecer en ese lugar por unos minutos.
Pero no tenía de otra... Debía soportarlo hasta que su novio lograra superar aquella mala suerte que les había tocado.
-- Señor Mike Schmidt -- la enfermera le llamó.
-- ¿Qué pasa? -- se acercó a la señora, mientras se desabotonaba las mangas de su camisa de trabajo.
-- Me temo que no son buenas noticias -- la enfermera bajó la mirada y le indicó que le siguiera.
¿Malas noticias?, ¿La vida los odiaba tanto que no les dejaría ser felices?
Jeremy no tenía por qué sufrir todo esto, él no debía de tener aquella enfermedad.
Él no merecía estar postrado en una cama.
-- Doctor, ¿qué sucede? -- inquirió el pelinegro en cuanto llegó con el nombrado.
La mirada cansada del doctor era demasiado obvia, nada bueno podía salir del silencio incómodo que se formaba en el ambiente.
-- Ya no hay nada que podamos hacer por el señor Fitzgerald -- respondió el doctor, su voz no transmitía sentimiento alguno.
Tal vez ya estaba acostumbrado a esto, pero debía doler no poder ayudar a alguien tan joven como lo era Jere'.
-- ¿Es una broma? -- las lágrimas comenzaron a bajar por el rostro de Schmidt. -- ¡¿Es una jodida broma, doctor?!
¿Cómo podían decirle algo así?
Estaba perdiendo al amor de su vida, la razón por la que seguía adelante.
Jeremy no podía irse.
-- Calmese, por favor -- pidió la enfermera.
-- Hicimos lo que estaba a nuestro alcance, pero no fue suficiente -- el doctor colocó su mano en el hombro del pelinegro. --, lo mejor será que lleve al paciente a casa, así podrá disfrutar mejor el tiempo.
Las lágrimas seguían saliendo sin parar, solo pudo asentír a las palabras del doctor.
-- Yo... Esperaré un milagro -- musitó.
Comenzó a caminar por el pasillo, secando sus lágrimas, mientras se dirigía a la habitación de Jeremy.
¿Se daría por vencido tan fácil?, ¿dejaría que las palabras de los especialistas acabaran con sus esperanzas?
Jeremy debía vivir, de otra forma, Mike acabaría solitario y, tal vez, cometiendo una locura.
Los pasos del joven se detuvieron al llegar a la puerta marcada con el número dieciséis.
Sintió que los ojos le picaban y de nuevo los frotó con el dorso de la mano. No podía dejar que su novio le viera en tan mal estado.
-- Mikey, sé que estás ahí -- habló el pequeño desde el otro lado de la puerta.
Una sonrisa se dibujó en los labios del mayor.
Abrió la puerta en cuestión de segundos, mirando los ojos verdes que tanto amaba.
Detestaba el sonido de las maquinas que estaban conectadas a su pareja, pero pronto le dejarían de molestar... Aunque sabía que algunas serían llevadas a su hogar.
-- ¿Pasa algo, Mike? -- la voz del castaño le sacó de sus pensamientos.
-- No es nada, amor -- respondió, sentándose en la cama, tomando la mano del menor. --. ¿Sabes?, ya podrás volver a casa, estaremos juntos otra vez.
Las lágrimas de Jeremy no se hicieron esperar, abrazó a Mike con toda la fuerza que podía, escondiendo su rostro en el pecho contrario.
-- No dejaré que nada malo te pase, mi pequeño -- susurró Mike, enredando sus dedos en los cabellos de su novio.
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Si llegaste hasta aquí, ¡Felicidades!✨ Te espera un camino lleno de dolor y sufrimiento :^)
Espero que tus acompañantes sean pañuelos y chocolates, porque los necesitarás.
Y por favor, no me odies :'v
Dedicado a: tordxedd
Feliz(???) día del niño :'v ♡-J♪
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Are You Still Here? [AU JereMike]
Misterio / Suspenso--¿Sigues aquí, amor? Las pesadillas del pelinegro comenzaban a atormentarle. No podía perder a su pequeño, no. El mundo no podía quitarle lo que más amaba. -- Estoy aquí, Mikey. Nunca me alejaré de tu lado. Mike no podía dejar que Jeremy le fuera a...