En cuanto Sakura escuchó eso, comenzó a ver borroso y sólo escucho el murmullo de su padre antes de perder la razón. Sakura sentía que estaba flotando sobre una nueve cuando abrió los ojos y se encontró recostada en el sofá del despacho, a su alrededor estaba su padre y sus dos hermanos. — ¿Me vas a comprometer con él? – inquirió Sakura al tiempo que se levantaba, se mareo y antes de caer de nuevo Naruto la retuvo en sus brazos — ¿Con ese libertino? —Hija – habló serio Minato – Ya está acordado, en unos días Itachi vendrá con su hermano a pedir tu mano —Lo dudo – Sakura negó – Ese tipo de hombres son de los que nunca se casan, reconocería a uno libertino en cuanto lo viera Lo cierto era que Sakura conocía la fama del libertino de Sasuke Uchiha pero jamás había tenido la oportunidad de encontrarse con él, y si lo haría lo reconocería en cualquier instante. Pero ignoraba por completo quien la había besado y quien tenía su collar era precisamente él. —Pues aunque te opongas, está tomada mi decisión así que no intentes nada estúpido ¿Quieres? — ¿Cómo qué? – Sakura se apartó furiosa de Naruto —Cómo huir, te conozco y sé por lo que está pasando por tu cabecita, así que si no quieres tener a un guardia que te vigile día y noche no pienses en eso. Ahora ve a descansar, la notica te ha caído de golpe Sakura no dijo nada y salió furiosa del despacho. — ¿En serio la comprometiste con él, padre? – Le preguntó Naruto —Así es hijo – asintió Minato —Pero Sasuke tiene pésima fama, dudo que llegue a ser buen esposo – intervino Gaara —Gaara tiene razón, él no es el mismo que cuando era un niño –Dijo Naruto —Hijos, ustedes son hombres, pero para las mujeres es distinto. Si los padres eligen un prometido para su hija ese será y Sakura tendrá que aceptarlo quiera o no quiera — ¿Y si me opongo? – inquirió Naruto entrando a la defensa de su Hermana —Tú no harás eso— amenazó su padre — Este matrimonio resolverla por completo la vida de Sakura Tanto Naruto y Gaara sabían que ya no tenían nada que hacer en ese lugar, así que salieron molestos rumbo a la cocina y se encontraron con Hinata y Matsuri. —Te vez molesto Naruto – dijo la joven Peli azul en tono dulce — ¿Pasó algo? —No es nada Hinata – el rubio negó sentándose en una silla — ¿Quieren algo de tomar? – Preguntó Matsuri —Gracias Matsuri, por el momento no – respondió Gaara — ¿Qué vamos hacer? – le preguntó a su hermano en cuanto las chicas los dejaron solos —Aceptar lo que ha decidido nuestro padre, no nos queda más remedio —Pero conocemos a Sasuke, ya no es el mismo que venía para acá, ahora tiene la fama de libertino y yo mismo lo he visto juga siempre en la misma casa de apuestas, cuando esta aburrido va a una taberna, en los eventos sociales siempre lleva a una mujer distinta cada semana. Sakura es una mujer dulce y dudo que pueda aguantar a un tipo como él – dijo Gaara —Si lo sé, es lo mismo que pienso yo – observó el camino por donde se había ido Hinata y suspiro — ¿No le has dicho nada? – Gaara prefirió cambiar de tema Naruto observó a su hermano y esbozó una sonrisa al mismo tiempo que negaba. No dudo que me haga caso. Para ella sólo soy el hijo de su patrón y no el hombre con quien ella aspire una vida ¿Y tú, has hablado con Matsuri? – Y recibió una negativa por parte de su hermano – Que complicado, amamos a esas mujeres y no podemos decirles nada — ¿Crees que nuestro padre las acepte en la familia? —No lo creo – Naruto negó con amargura – Es capaz de conseguirnos prometidas sin consultarlo —Si lo hace soy capaz de huir con Matsuri — Yo tampoco dudaría en escaparme con Hinata Sasuke había pasado toda la noche pensando en esa dama enmascarada, cuando entró Sarutobi a despertarlo. —Señor — lo llamó en voz alta para que lo escuchara Aun adormilado de vio obligado a despertar, abrió los ojos lentamente y se encontró con su mayordomo. — ¿Qué...pasa? – preguntó con voz perezosa —La señorita Wells acaba de llegar y solicita hablar con usted – informó el anciano —Dile que no puedo atenerla en este momento, que la veré más tarde – dicho esto se cubrió con la sabana hasta la cabeza y volvió a dormir —Le he dicho eso señor, pero ella insiste en hablar con usted —Muy bien – Sasuke se incorporó en la cama – Hazla pasar al despacho El anciano asintió y salió de la habitación. Frustrado por haberse visto obligado a despertarse temprano se puso lo primero que encontró y bajó hasta el despacho. Entró y se encontró con la pelirroja, lo estaba esperando sentada al borde del escritorio, llevaba un vestido de color violeta con diseños de flores bordadas en azul y un tremendo escote. — ¿Te he interrumpido el sueño? – inquirió con voz dulce y una mirada seductora El joven esbozó una sonrisa al mismo tiempo que se acercaba a ella y la abrazaba por la cintura. —Tú nunca interrumpes nada – le susurró al oído, la rodeó por la cintura y se acercó más a ella — ¿Qué te trae por aquí? —Bueno...— ella jugueteo con los botones de la camisa de Sasuke – Ayer te fuiste tan rápido sin despedirte de mí e incluso te espere toda la noche pero no llegaste —Disculpa si me fui sin despedirme, se presentó un problema, pero ¿Qué puedo hacer para recompensar tu desvelo? Karin esbozó una media sonrisa, pasó sus brazos por su cuello y empezó a besar y a morder su oreja. —Ya sabes lo que quiero – ronroneo en su oreja para seguir bajando con sus besos por el cuello —Karin aquí no – intentó apartarla pero la pelirroja lo impidió — ¿Por qué no? Estamos en tu casa y no hay nadie quien se dé cuenta, sólo tus empleados, pero dudo que ellos digan algo Y sin dejar que hablara lo arrastró hacia ella y lo besó. El beso fue demandante, en ellos le decía que la tomara ahí mismo sobre el escritorio. Sasuke respondió al beso y sintió endurecer su entrepierna, las manos del joven se deslizaron más abajo del vestido y comenzó a levantar lentamente la falda hasta dejarla a la altura de sus muslos, después con sus dedos expertos deshizo cada nudo del vestido, este se deslizo hacía por el cuerpo de la joven hasta detenerse en la cintura y ahora seguía el corsé. Una vez que se liberó de él, besó uno de los rosados pezones de la pelirroja y con la otra estimulaba el otro. Karin soltó un gemido al sentir un ardor en medio de sus muslos. —Tómame Sasuke – suplicó – Tómame aquí mismo Sasuke no respondió y soltó un gruñido, se desabrocho los pantalones y libero su miembro. — ¿Deseas que te haga mía en este momento? – Le susurró al oído al mismo tiempo que acercaba su miembro a la entrepierna de la pelirroja — ¿Realmente lo deseas? —Oh... si – jadeó la joven – no sabes cuánto te deseo, Hazme el amor Sasuke – volvió a suplicar No necesitó preguntarle nada más y la penetró en lo más profundo de su ser. Karin gimió al sentirlo moverse dentro de ella. Itachi había ido a buscar a su hermano a darle la noticia de su compromiso, tocó la puerta y le abrió Sarutobi. —Buenos días señor – el anciano le hizo una reverencia —Buenos días Sarutobi– respondió cordialmente el saludo Itachi — ¿Está mi hermano en casa? — ¿El Joven Sasuke? – Inquirió un poco nervioso — ¿A caso tengo otro hermano, Sarutobi? – Itachi arqueó una ceja, por la expresión en el rostro del anciano algo no andaba bien — ¿Qué pasa? ¿Por qué te quedas callado? —Señor, lo que pasa es que el Joven Sasuke.... Pero unos ruidos no dejaron terminar su frase. El anciano iba a hablar pero Itachi levanto una mano para acallarlo, comenzó a caminar y se dejó guiar por esos ruidos, por lo que escuchaba eran gemidos de places y sobre todo de una mujer que provenían del despacho. — ¿Quién está con él? – le preguntó al anciano una vez que él se había acercado a Itachi, pero Sarutobi no respondió – Sarutobi si no me dices en este momento juro que entrare en ese despacho y le armare el peor escándalo que ha tenido en su vida, no me importa en qué situación este horita. —Lady Karin Wells — ¡¿Qué? – Tuvo que contener el grito de ira — ¿Esa buscona? El anciano sólo asintió, Itachi soltó un suspiro. —Muy bien, lo esperare en la sala de estar. Por lo que veo está muy ocupado como para atender a su propio hermano Cuando Sasuke sintió que iba a llegar al clímax se retiró de la joven y dejo caer su semilla al suelo no era estúpido, nunca se derramaba en ninguna mujer, así no tendría la incertidumbre de que le salieran con una sorpresa y mucho menos Karin. La miró, pero una parte de él se había sentido insatisfecho, no era a ella a quien le hacía el amor, se había imaginado a su enmascarada, imagino que esos jadeos eran de ella y le rogaban que la hiciera suya. ¿Qué le había hecho esa mujer? ¿Por qué aun la seguía teniendo en sus pensamientos? — ¿Por qué te quedas callado? — la voz de Karin lo interrumpió —Creo que es mejor que regreses a casa Karin– dijo Sasuke al mismo tiempo que le entregaba su corsé – Hoy espero a mi hermano y no me gustaría que nos encontrara así —Pero creí que podríamos pasar más tiempo —En otra ocasión – respondió Sasuke acariciando la mejilla de la joven – Lo prometo Ayudó a la joven a ponerse nuevamente el vestido y la acompaño hasta la salida, Karin quería despedirse dándole un beso apasionado pero Sasuke se apartó, esto le molestó a la pelirroja y se fue. —Señor – lo interrumpió Sarutobi al verlo que subía de nuevo las escaleras —Dime – dijo Sasuke cansado, aún tenía sueño y ese encuentro tan temprano con la pelirroja lo dejo más exhausto —Su hermano lo espera en la sala de estar – informó Sasuke al escuchar que su hermano estaba en casa, se puso tenso y deseo que no hubiera escuchado nada en el despacho. Avanzó hacia la sala, y efectivamente ahí estaba su hermano bebiendo un café, en cuanto él se dio cuenta de su presencia le lanzó una mirada fría y sería. —El ejercicio matutino es bueno para la salud – comentó sarcásticamente – Al menos tuviste la decencia de hacerlo en tu casa y no en otro lugar — ¿Qué te trae por aquí? – Cambió de tema cuando tomó asiento en un sofá que daba frente a su hermano mayor —Muchas cosas – comentó – Por lo que veo lo que te dije te entro por un oído y te salió por el otro. Sasuke ¿Cuándo vas a tomar bien el significado de la responsabilidad? – Inquirió y prosiguió con su discurso – Si no te haces cargo de tus responsabilidades nadie más lo hará por ti, ya es hora que comiences a madurar, tienes casi veinticinco años y no te has casado —Me gusta la vida que llevo —Sí, pero tarde o temprano comenzaras a envejecer y a las jóvenes ya no les agradaras ¿Y qué es lo que te dejará la vida? Nada, sólo el vacio y la soledad — perdóname pero ¿A qué viene tu discursito? —Mi intención era venir a hablar de buena manera contigo, pero esto cambia las cosas – Itachi suspiro antes de darle la noticia a su hermano – Como veo que no me has dado una respuesta y veo que no va a ser así, tome una decisión por ti — ¿Una decisión por mí? – Preguntó curioso —Así es – Itachi asintió, esto lo comenzaba a gozar, ver la curiosidad reflejada en el rostro de su hermano – Te he conseguido una prometida, una mujer respetable. Hermanito te casaras con Sakura Namikaze, la hija de Minato Namikaze nuestro socio —Oh, no – el negó – No me casare con esa niña Marimacha y Frentona — ¿Marimacha? ¿De qué demonios estás hablando Sasuke? – Pregunto Itachi —hay por favor, desde que nuestro padre nos llevaba a la casa de los Namikaze, odie esa niña ¿Recuerdas que se la pasaba jugando con sus hermanos? Siempre quería estar detrás de nosotros, Seguramente ahora usa pantalones, no me extrañaría nada verla vestida de hombre Itachi quiso reír ante ese último comentario, si, era cierto, su padre Fugaku era socio de Minato, pero al morir el, Itachi tuvo que tomar su lugar. Era evidente que su hermano llevaba tiempo sin ver a Sakura, se había perdido el crecimiento y el desarrollo de esa mujer, en gran parte lo envidiaba, porque ella tenía una belleza oculta que atraía a un hombre con sólo mirarlo a los ojos. Pero no podía ser él quien se casara con Sakura, le había dado su palabra a Minato que su hermano menor se casaría con su hija. —Pues aunque te opongas, mañana mismo iremos a pedir la mano de ella —Pero...— Intentó protestar —Nada de peros, esta decisión ya está tomada Continuara
ESTÁS LEYENDO
Dejame Quererte~♡ [Sasusaku]
RomanceSasuke Uchiha conoce a una hermosa enmascarada en un baile de disfraces y lo único que pensó fue en besarla, cuando probó sus dulces labios, supo que sería la mujer de su vida, pero ella huyó dejando como recuerdo de esa encantadora velada un medall...