capitulo 10

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La celebración fue en el jardín de la casa de Sasuke, ambos bailaron el primer vals y después Sakura bailó con su padre, hermanos y hasta el mismo Itachi. Sasuke conversaba con sus dos mejores amigos, Suigetsu y Juugo pero no podía quitarle la mirada a Sakura ya que ella se veía realmente hermosa con su vestido color perla, a pesar de que faltaba poco tiempo para que la reunión llegará a su final, no podía dejar de sentir el impulso o más bien el deseo de tomar a Sakura entre sus brazos y llevarla hasta su habitación y consumar el matrimonio, pero ¿y si ella se opondría? No había pensado en esa posibilidad pero jamás ha forzado a una mujer a dormir con él. Los Wells se habían despedido hace una media hora y en los ojos de Karin había una profunda melancolía al saber que Sasuke ahora estaba casado, tal vez Sakura era ya su esposa pero eso no quería decir que fuera su dueña. Sasuke dejó a sus amigos para acercarse a su hermano. —Y dime ¿Qué hay entre tú y esa dama que te acompaña? – le preguntó su hermano menor señalando a la joven Ino quien platicaba con Sakura... su esposa — ¿Tienes interés en ella? – Itachi le preguntó esbozando una sonrisa – Recuerda que ahora estas casado y si tratas de quitarme mi conquista... —No, nada de eso – sasuke lo interrumpió – Sólo que se me hace extraño verte acompañado de una mujer — ¿Tan feo soy? – su hermano mayor hizo una mueca —Veamos... eres mi hermano, y al ser mi hermano pues eres apuesto – bromeó —Es una amiga, bueno más bien estoy haciendo todo lo posible por cortejarla —Es hermosa – comentó con sinceridad sin querer ir más allá Ya más entrada la noche Sasuke despedía a los últimos invitados, Sakura ya había entrado a su nuevo hogar y fue guiada por Sarutobi quien la llevó hasta la habitación que compartirían ella y Sasuke de ahora en adelante. Al entrar se sorprendió, la cama nupcial estaba adornada por sábanas blancas y al borde de ella se encontraba una cantidad de pétalos de rosas de distintos colores, desde rosas, rojos y blancos, las velas estaban encendidas y había un incienso de lavanda que aromatizaba toda la habitación. — ¿Quiere que mande a alguien que la ayude a vestirse, señora? – le preguntó Sarutobi Señora, que diferente se escuchaba, era cierto ya no era señorita ahora era señora, pero eso no era lo que le aterraba, si no su noche de bodas, Karoru le dijo una noche antes que no debía temer que era de lo más natural. —No, gracias Sarutobi – negó débilmente – Lo haré yo misma­ —Cómo usted guste señora – el anciano le hizo una reverencia y cuando estuvo a punto de irse Sakura lo detuvo —Sarutobi ¿Dónde está el señor? —El señor Sasuke está atendiendo a los últimos invitados – al decir esto el hombre salió y la dejo sola Su camisón se encontraba perfectamente doblado en la cama, avanzó hacia él y comenzó a desatarse los listones de su vestido, que se deslizó por su cuerpo hasta caer al suelo, luego lo mismo hizo con su corsed y con el resto de su ropa, después tomó el ligero camisón y se lo puso, luego se deshizo su peinado y se soltó el cabello rosa y ondulado que cayó en cascada por sus hombros y espalda. Y ¿Ahora qué más podía hacer? Sólo esperar la llegada de su ahora esposo. Sasuke subió de dos en dos los escalones, pasó por el pasillo que lo llevaría hasta la habitación en donde ella estaba, caminaba lento ya que no sabía que era lo que se podía encontrar al momento de que abriera la puerta. Cuando estuvo frente a la puerta, respiró profundamente y exhaló, tomó la perilla y abrió la puerta, la habitación estaba alumbrada con algunas velas, el aroma a lavanda le llegó hasta la nariz y esbozó una sonrisa al ver la cama perfectamente adornada tal y como él lo había ordenado, pero su esposa no se encontraba allí y fue cuando vio la puerta del balcón abierta ¿había huido? — ¿Sakura? – pronunció su nombre con un tono dulce Y cuando la vio entrar por las puertas del balcón, su corazón dio un pequeño salto, se veía realmente hermosa con ese ligero camisón, era como se la había imaginado el día que fue a pedir su mano. —Aquí estoy – dijo con un matiz de nerviosismo en su voz —Ven Él extendió su mano hacia ella y Sakura avanzó hacia él y la tomó y al instante en que sus pieles se tocaron una corriente los estremeció a los dos. Con Sakura tomada de su mano, el ojinegro fue directo hacia una mesita donde se encontraba una botella de brandy, soltó por un momento la mano de la joven para poder servir dos copas, luego extendió una a ella. —No bebo, gracias – trato de negarse —Vamos, sólo por esta noche Sakura la tomó y observó el líquido ¿Acaso él quería embriagarla para que sucumbiera a todos sus deseos? —Si tratas de embriagarme para que pueda sucumbir a tus... —Desde luego que no – el pelinegro negó esbozando una encantadora sonrisa que logró derretir el corazón de Sakura — Quiero que estés en tus cinco sentido – susurró seductoramente en su oído El corazón de la joven comenzaba a latir mucho más y pensó que podría salirse de su pecho, pero no, en cambio hay estaba martillando cada parte de su ser, esas palabras que no significaban nada habían logrado inquietarla un poco y sobre todo poniéndola roja como un tomate. — ¿Vas a beber conmigo o no? – preguntó Sasuke al ver que su esposa no se había llevado la copa a sus labios Su esposa asintió, y se llevó la copa a sus labios, pero antes de que le pudiera dar el primer trago Sasuke se lo impidió ya que quería hacer un brindis primero. —Brindo porque está noche sea inolvidable para ambos Sasuke alzó la copa hacia Sakura y la joven hizo lo mismo y las chocaron con cuidado, antes de llevarse el primer trago a la boca Sasuke la miraba y los destellos en los ojos de la joven hacían un hermoso contraste con la luz de las velas. Estaba listo y la hora de la seducción había comenzado aunque Sakura no se hubiera dado cuenta. La observó beber la copa que él mismo le había ofrecido vio una gota de brandy resbalar por la comisura de sus labios, se acercó a ellos y con su lengua saboreo esa gota que poco después fue subiendo y delineo cada curva de sus labios hasta depositar un tierno beso. Sakura intentó apartarse pero Sasuke la tenía sujetada de la cintura con un brazo. —Tranquila – le dijo al fin en un susurró —Es que... —Sé lo que estás pensando – su voz era dulce y sensual, pero al mismo tiempo era tranquilizadora – No hagas caso de lo que te hayan dicho El joven puso un dedo en los labios sin dejarla que pronunciara una palabra, luego tomó ambas copas y las dejo sobre la mesa donde se encontraba la botella de brandy. Sasuke se acercó más a Sakura, deslizó un brazo por la delgada cintura de la joven y la atrajo hacia sí, con su mano libre, aprovechó para acariciar su hermosa melena y luego se posicionó debajo de su nunca y atrajo el bello rostro de la mujer a sus labios, esos labios que deseaba nuevamente probar, Sakura al sentirlo tembló ya que una corriente le atravesó por todo su cuerpo. Suavemente introdujo su lengua en la húmeda cavidad de Sakura, el corazón de la joven ya estaba a punto de la explosión y sintió que un fuego nacía en su interior, fuego que deseaba ser consumido por las llamas del deseo. El Pelinegro dejó de besarla por un momento sólo para besar la curva de su cuello, sentía la fragancia dulce de su piel y esto ponía sus sentidos en alerta haciéndolo experimentar un deseo intenso por esa mujer. La cargó de la cintura y la joven entrelazó sus brazos al redor de su esposo sin dejarlo de besar, Sasuke se estaba volviendo loco con cada rose y las caricias tímidas de Sakura, quería hacerle ya el amor, quería sentirse dentro de ella, saborear sus delicados pechos mientras ella arqueaba su espalda bajo de él. Con sumo cuidado la tendió sobre los pétalos de rosas que adornaban las sábanas blancas de la cama, se recargó sobre ella sin dejar caer por completo su peso e hizo un esfuerzo por apartar los labios sobre los de Sakura, la miró, y ella tenía los ojos cerrados, era como si estuviera avergonzada por un simple beso, con un dedo acarició sus mejillas, su frente y por último enredó sus dedos en la melena de la joven. Sakura al ver que no hacía nada, abrió los ojos y se encontró con unos ojos color negro que la miraban fija e intensamente y en ellos pudo notar el fuego que avivaba en su interior. — ¿En qué piensas? – le preguntó con una voz llena de dulzura —Es que...— la joven bajó la mirada ya que no podía sostenerla frente a Sasuke El Uchiha comprendía a lo que ella se estaba refiriendo, tanto para ella como para él esto era nuevo, ya que nunca había tocado a una virgen y sinceramente tenía miedo de lastimarla y causarle una especie de trauma, quería que ella gozara y disfrutara con él lo maravilloso de hacer el amor. Tomó su barbilla para levantar su rostro y poder ver sus ojos Jades, y al verlos llenos de ternura lo cautivaron, toda la habitación se había convertido en un encuentro íntimo, ideal para dos amantes. —No tienes por qué temer hermosa – su voz era ronca y llena de tranquilidad – Así como estas nerviosa, yo también lo estoy – dijo sinceramente – Esto puede tan hermoso como uno lo desea, no te preocupes – esto último lo susurró al oído Y sin darle tiempo de decir algo más la volvió a besar frenéticamente, sus lenguas se habían encontrado y él le enseñaba como hacerlo. Se había recargado a un lado de ella y se recargó con el codo de su brazo en el colchón de la cama, pero aun así la seguía besando, los dedos de su mano comenzaron a bajar lentamente por el delgado camisón de Sakura hasta llegar a la última costura, las metió por debajo de la falda y comenzó a subirlas lentamente hasta llegar a los mulos. Sakura se movió instintivamente a sentir tal atrevimiento, una parte de ella le decía que lo apartara de ella, pero la otra le indicaba que se dejara llevar por ese momento. Le acarició ambos muslos con la palma de su mano hasta que uno de sus dedos tocó la parte más íntima de la pelirrosa. Al principio la rosaba dándole suaves y tentadoras caricias que hacían el corazón de Sakura latir y nuevamente sentía ese fuego que nacía justamente en la parte que Sasuke estaba tocando y quería más, quería sentirlo de otra forma que ella no se podía explicar. Cuando la sintió húmeda, con delicadeza introdujo un dedo en su interior, no hizo ningún movimiento y espero la reacción de Sakura, la miró a la cara y ella tenía los ojos cerrados pero en él no había rastro de dolor y eso era bueno, esbozó una media sonrisa y comenzó a mover su dedo en forma de circulo en el interior de su esposa. Sakura al sentir ese calor abrazador en su interior arqueó su espalda mientras se dejaba llevar por el deseo, comenzó a mover sus caderas lentamente mientras que las poderosas envestidas de los dedos de Sasuke iban aumentando. Sasuke al sentir que estaba lo suficientemente húmeda para recibirlo, retiró su dedo, bajo de la cama y apagó las velas mientras se desvestía, una vez desnudo se acercó a su joven esposa y termino por quitarle por completo el camisón. Sakura al sentirse desnuda ante él, se cubrió los pechos con sus brazos. — ¿Por qué te cubres? – Susurró Sasuke en medio de la oscuridad retirando los brazos de Sakura para poder ver el valle de sus senos – No debes de sentir pena, es así como desee verte la primera vez que te vi —Pero no soy perfecta Esas palabras le dolieron más a él que a ella, ya que era una vil mentira, había visto muchos cuerpos desnudos ante él, pero nunca una belleza como la de Sakura y decidió que esa noche la amaría tiernamente y le haría el amor como a ninguna se lo había hecho. —Eres más perfecta de lo que llegue a imaginar. Créeme que cuando te digo que eres perfecta es verdad Esas palabras causaron un vuelco en el estómago de Sakura, una lagrima resbaló por sus rosadas mejillas pero Sasuke se las secó con sus dedos y la besó tiernamente, deslizando sus labios por la curva de su cuello, por su pecho y por último por uno de sus endurecidos pezones saboreándolos con su lengua y formando círculos alrededor de este y con su otra mano frotaba el otro pezón , ella al sentirlo arqueó su espalda contra él, era como si lo invitaba a seguir haciéndolo y no tardo mucho tiempo en prestarle atención al otro seno. Ya no soportaba más, quería estar adentro de ella, las dolorosas punzadas de su miembro clamaban el calor de la joven. Le dijo suavemente al oído que abriera un poco más sus piernas y así fue como ella lo hizo, con su miembro endurecido por la excitación lo frotó en las delicadas puertas que mantenían oculto el paraíso de Sakura, tocándolas para que estas le dieran el permiso de entrar Sakura al sentirlo dentro de ella hizo que se retorciera por el dolor que le causaba. Le susurró cosas lindas al oído y para que ella olvidara el dolor que sentía la besó y ella comenzó a tranquilizarse con sus besos y fue ahí donde la penetró por completo derribando las frágiles paredes de virginidad, ella gritó al sentir ese dolor que le quemaba por dentro se movía de un lado a otro queriéndolo apartar de ella. Sasuke permaneció inmóvil esperando a que ella se adaptara a la nueva sensación de tenerlo dentro de ella, ¿Qué más podía hacer? Lo había hecho todo, besarla, tranquilizarla con palabras llenas de amor y más sin embrago se sentía frustrado al ver como ella se estremecía de dolor debajo de él. Sakura estaba acostumbrándose a esa nueva sensación, era cierto, al principio había dolido pero ahora el dolor comenzaba a disiparse al grado de ya no sentir nada, solo sentirlo a él dentro de ella, abrió lentamente sus ojos y volvió a encontrarse con los de su esposo, sus lágrimas nublaban su vista y no podía verlo bien. — ¿Mejor? – Preguntó viéndola a los ojos y retirando uno de sus mechones que se habían pegado en la frente de su esposa debido al sudor —Un poco – respondió con un hilo en su voz — ¿Quieres que me retire y te deje sola? – no quería formular esa pregunta, ya que si lo hacía corría el riesgo de que ella le contestara que sí, que si quería que se retirara y la dejara sola y que nunca más la molestara, eso era lo que él se estaba imaginando — ¡No! – Respondió negando con la cabeza – No te retires, muéstrame cómo hacerlo Sasuke abrió más los ojos y por un momento estaba a punto de gritarle a los cuatro vientos por la emoción que sintió al escucharla decir eso, ella le había dicho que prosiguiera y ahora no sabía si morir de deseo o por las dulces palabras que escuchó hace unos momentos. —Como usted desee, mi señora – asintió –Sus deseos para mí son ordenes – y susurró por último en su oído antes de comenzar Y así Sasuke se movió lentamente en su interior, no quería ir rápido ya que deseaba que Sakura lo siguiera en la danza del amor, pero sentir su tibio interior hacía que se transportara al borde de la locura, a ese impulso de quererle hacer el amor frenéticamente, pero se recordaba así mismo que para ella era su primera vez y si era preciso sacrificarse así mismo... así lo haría. Sentía como ese calor le invadía todos sus sentidos, olvidándose por completo en donde estaba, solo recordaba que se encontraba en los brazos de Sasuke y dejándose llevar por ese placer que la envolvía, sentirlo dentro de ella, moverse dentro de ella era una experiencia nueva, arqueando su espalda al sentirlo y clamando por qué ese fuego fuera consumido por las llamas de la pasión. Sakura rodeó la cintura de Sasuke con sus piernas para intensificar el encuentro, sus gemidos y sus respiraciones cortadas eran la melodía indicada en esa habitación. —Ahh... Las corrientes eléctricas pasaban por todo su cuerpo y se concentraban en su parte intima hasta que empezó a convulsionar debido a las ráfagas de la pasión y fue entonces cuando ella estalló en mil fragmentos cuando llegó a la culminación de lo que tanto había deseado. Segundos después Sasuke la siguió derramando su semilla en ella, recargó su cabeza en el pecho de su esposa y escuchó los fuertes latidos de su corazón, levanto la mirada y retiró nuevamente unos mechones que se habían acumulado en su frente, recorrió las sabanas para cubrirlos a los dos y los pétalos de rosas se dispersaron, rodeó la cintura de la joven y la atrajo hacia él. —Dulces sueños, amor – le susurró a su esposa en el oído, no sabía cuántas veces le había susurrado pero eso ya no importaba, sentir el calor de su cuerpo era nueva sensación y algo le decía que esto iba más allá del placer Sakura se había quedado completamente dormida entre sus brazos y él lo pudo sentir por su respiración calmada, Sasuke recargó su cabeza en el hombro de su esposa, cerró los ojos y cayó en un sueño hipnótico.

. Continuara<ĈV�c���4���

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