1

602 33 0
                                    

Me encontraba sentada en la hierba haciendo girar el peciolo de una hoja entre el dedo índice y el pulgar. Ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta...Aún no me creo que no esté a la altura de Débora después de todo lo que he pasado. Me frustra tanto...

-Hola Iris- me saluda Millo sonriendo alegremente. Se había sentado a mi lado sin darme cuenta. Vaya, sí que estaba perdida en mis pensamientos.

-Oh, hey Millo- Soplé.

-¿Qué pasa? ¿Algo está mal?- Sus labios se movieron ligeramente. Creo que sabe lo que me pasa.

-¡Nada está mal!- Exclamé de repente. ¡Parezco una cría!

Hubo un silencio, y tenía miedo de haber herido sus sentimientos. Lo miro y...¡se está riendo! ¿Qué hace? ¡Se está burlando de mi!

-¡Millo!- Grité golpeándolo en el estómago. A pesar de que le dolió (le dolió, lo sé), siguió riéndose. Sin más, bufé y dejé que siguiera.

- ¿Sabes, Iris? Puedes llegar a ser linda cuando te enojas- me dice levantándose sin dejar de reír.

No sé como me ha sentado eso. Claramente se está burlando. Empiezo una rabieta, ¡igual que una niña pequeña! Agito los brazos y pongo cara de puchero mientras que de mi boca sale un largo "AAH". Millo parece divertirse con mi rabieta. Mejor lo dejo ya, me estoy comportando de una forma muy infantil. ¿Qué demonios me pasa?

Decido levantarme, pero las pocas ganas de hacerlo hacen que caiga de nuevo en la hierba fresca y pensé en lo que Millo me ha dicho. ¿Soy linda? Por alguna razón eso me hace sentir bien, yo sé que no tengo el atractivo de las otras chicas (y no me importa), pero está bien que alguien me diga que yo también soy linda. Aunque sea en esta situación... Entonces empiezo a imaginarme algo. Millo y yo, tumbados en la hierba fresca. Juntos. Podía sentir su mano apartando un mechón de pelo de mi cara que la brisa había arrastrado...Espera. ¡No estoy imaginando! Abro mis ojos, y luego de ser perforados por el sol, veo los de Millo reposando en mi, como si quisiera mirar en mi interior, mi alma.

En lugar de sacudidas, lejos de como que lo haría normalmente, me quedo allí tumbada con calma. Sus ojos brillaban con el verde que sólo se puede experimentar en la madrugada. Con gotas de rocío brillando como diamantes esparcidos. Él sonrió, y yo no podía dejar de sonreír. ¡Menudo sentimiento más raro! 

Desde que Ash se fue, cada uno retomamos nuestro camino. Yo me fui a Johto, pero al volver, Millo y yo volvimos a vernos, y nos hemos acercado más el uno al otro. Somos mejores amigos. ¿Quién lo diría? 

Pero...ahora es algo distinto... 

¿Pero qué...? Se inclina hacia mí, impulsado por el instinto...No, no. Solo es un adicto a las pelis de romance, ya lo sabía. ¡Seguramente va a empezar ahora con algún tipo de teatro, como suele hacer! Sí, eso es lo que...No. Esto va más allá que lo que cualquier película podría representar. Estoy paralizada, así que solo atino a cerrar mis ojos. Y esperé, pero sus labios nunca se encontraron con los míos. Mis ojos se abrieron y él todavía estaba inclinado sobre mí. Fruncí el ceño. ¿Qué rayos haces, Millo? Al ver mi reacción, se echó hacia atrás y se volvió a tumbar en la hierba...¿En serio había pensado que me besaría? ¡Soy malditamente ingenua!

Nos quedamos allí un rato, sin decir nada. Solo disfrutábamos de la gloria de la mañana. Yo estaba jugando con Axew y Millo estaba haciendo algo con unas flores, unas flores hermosas con espinas pequeñas. Sus dedos bailaban dentro y fuera de esas cuchillas delgadas como espadas. Finalmente terminó. Y ahora me está mirando, con sus ojos verdes brillantes.

Dejo que Axew se escape por ahí.

-Iris, ¿recuerdas el vestido blanco que llevaste al festival?- me pregunta. Lo sabía, sabía que iba a decirme algo. Pero eso no me lo esperaba.

-Uhm. Ah, sí, ese- recuerdo.

- Bien. Por favor, reúnete conmigo aquí en unos veinte minutos con el vestido puesto. ¿Podrías hacerme el favor?

Oh, Dios. Siento un rubor en mis mejillas. ¿Qué? ¿Porqué quiere que me ponga ese vestido AHORA MISMO? Demasiado sorprendida por lo que acaba de decir mi amigo, asiento con la cabeza como una autómata. Necesito pensar. Llamo a Axew y me alejo rápidamente de Millo. Puedo sentir su mirada quemándome la nuca...¿Por qué diablos le he hecho caso? 

Wishfulshipping's storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora