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-Como una cría- me dije para mí. ¿Cuando va desaparecer este rubor?

En el camino de vuelta al campamento pokémon, donde estábamos pasando una semana Millo y yo, todo lo que podía pensar era en él. Esa media luna en su rostro y ese guiño perfecto...Estoy en una felicidad absoluta, ni siquiera había pensado realmente en nadie esa manera. Era un un compañero de viaje y luego un amigo cercano. Yo siempre había estado allí para él, y él había hecho lo mismo por mí. Nos gustan las mismas cosas, dormir bajo las estrellas, las batallas Pokémon y la aventura, aunque somos de muy distinto carácter. Estoy descubriendo un nuevo sentimiento, y la verdad, no sé ni lo que pienso acerca de esto, sencillamente porque no puedo pensar con claridad. ¡Yo no quería esto!

Entre pensamiento y pensamiento, me parece flotar hasta el campamento. Voy a mi tienda a buscar el vestido blanco del que Millo parece ser tan aficionado. Otra vez el rubor. En serio, es que no puedo controlarlo. El vestido es fresco y ligero, muy cómodo. Recuerdo que Millo había elegido el vestido porque básicamente yo no entiendo de moda. En ese entonces no nos dimos cuenta de que estaríamos más cerca de ser más que amigos. Tanto tiempo juntos ha echo que brote algo muy extraño que nos hace tener momentos incómodos con frecuencia.

Al menos ya no estoy encerrada en ese bucle autocompasivo por mi derrota contra Débora.

Me pongo el vestido. Puedo sentir la maravillosa tela ligera sobre mí. Como cualquier otra chica (o eso creo) no pude resistirme a girar un par de veces para ver su vuelo. 

Ahora el pelo. Saco la goma que amarraba las puntas de mi cabello y la dejo caer sobre los hombros. Sin querer asfixiar a la gran masa de pelo que tengo, lo llevé a un lado y lo trencé. Consumí los veinte minutos en ellos. Uf...Iris, córtate el pelo...

Finalmente llego adonde antes. Rayos, ¿porqué prefirió hacer todo esto en vez de ir a desayunar?

Millo, esperando pacientemente, se puso de pie. Pone su dedo índice y pulgar izquierdos sobre su mentón y con el otro dedo índice me hace un movimiento circular.  Vale, vale, ya entiendo. Con algo de vergüenza, puse mi mano derecha suavemente en el vestido, giré, y como si fuera una performance, terminé con un guiño de ojo, sacando la punta de la lengua y haciendo un gesto con mi brazo izquierdo, poniéndolo por delante de mi frente para hacer un signo de victoria. Es divertido. A Millo le ha gustado también porque se está riendo y ahora ha empezado a aplaudirme. Me extiende una mano para que vaya con él con una sonrisa. Pero cuando empezo a andar, su expresión cambia. ¿Tan horrible me veo? Me entristezco un poco, pero no lo demuestro. Ya iba a reñirle por hacerme ponerme el vestido, pero de pronto lo siento. Un aliento caliente. Muy, muy caliente. Y un gruñido. 

Poco a poco me vuelvo, para ver de golpe a un furioso Heatmor. ¿Qué hace aquí? ¿Porqué está tan enfadado? ¿Qué le he hecho?

Calor. Mucha calor. Me asfixio. Estoy rodeada de un aro de fuego provocado por el lanzallamas de heatmor que, con suerte, he logrado esquivar. Él ya no está, vino a atacarme y se fue. ¿Porqué? Oh, no puedo...Las...Las llamas lamen mi espalda y mis piernas. Doy un grito, tan fuerte como puedo. Por dolor, por miedo, por desesperación, por esperanza. Axew, si estuvieras aquí...La verdad no sé si podrías ayudarme con la situación, pero me alegro de que no estés conmigo ahora mismo, solo con morir yo basta. 

Sentí vivir una eternidad hasta que Millo gritó mi nombre y entonces, siento un fuerte tirón de pelo y me doy cuenta de que me está arrastrando a un arroyo. No. Un arroyo no. A pesar de todo el dolor por el que estoy pasando, me doy cuenta de que Millo, ante su desesperación, me quiere tirar a un río embravecido. Dios, Millo, tu también eres un crío...No vayas a tirarme ahí, me voy a ahogar. Aunque pensándolo mejor...El fuego...Quema demasiado...¡¡Duele!!

La realidad me golpeó de nuevo, no podía nadar. Aunque el agua alivia mi piel con ampollas, el aire se me empieza a escapar de mis pulmones. Intento hacer un esfuerzo sobre humano para alcanzar la superficie, pero el agua me cubre la cabeza. 

El rugido del agua llenó mis oídos...

Wishfulshipping's storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora