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Mientras caíamos, Millo envolvió sus mangas alrededor de mi espalda, haciéndome apretar los dientes de dolor y después hizo lo mismo con sus propios brazos. Así, enderecé mis piernas e hice mi cuerpo lo más recto posible. Finalmente nos pusimos en contacto con el agua. El nudo de las mangas aguantó, cosa que celebré con toda mi fuerza, pero nos hundíamos cada vez más. El agua estaba helada y me estaba robando el poco oxígeno que había almacenado en los pulmones. Me sentía como un peso muerto, sin poder hacer nada por Millo. Estaba perdiendo la conciencia.

Sin darme cuenta de cómo, me encuentro fuera del agua. El río que sigue en la parte inferior de la cascada no se asemeja en nada al de arriba. Es tranquilo y habría sido un lugar maravilloso para nadar. Millo me llevó hasta la orilla. Yo soy en el borde de la conciencia, veo borroso y no estoy muy segura de lo que le ha pasado a mi cuerpo. No puedo más. Cierro los ojos.

-Iris, IRIS- Oír sus sollozos rompe la densa niebla de mi cabeza.

Podía sentir dos de sus dedos en mi muñeca y después en el cuello para comprobar si tenía pulso. ¿Lo tenía? No lo sé. Luego puso una oreja en mi pecho para comprobar si mi corazón latía. Quería moverme, poner mis brazos alrededor de su cuello y no apartarlos jamás. Quería despertarme, empujaba a mi ser interior hacia fuera...Pero ahora me siento más débil de lo que he estado jamás...No puedo...

Escucho murmurar a Millo, como confirmando lo que tiene que hacer. Puedo sentirlo sobre mi cabeza ahora, diciendo:

-Tengo que hacerle el boca a boca o no sobrevivirá.

En este momento, estoy dispuesta a todo con tal de despertar. En primer lugar siento su aliento, corto y desigual y justo después la sensación de sus labios muy cerca de los míos. Por último, nuestros labios se unen y él empuja aire hacia mis pulmones vacíos, soplando la vida en mí. Entonces siento algo más. Algo está saliendo de las oscuras profundidades de mi subconsciente. Mis ojos se abren. Los rayos del sol los traspasaron como pequeñas espadas. Voy a quedarme ciega.

-Oh, Iris- Millo me recoje como una muñeca de trapo y me agarra con fuerza. Y no me importa lo más mínimo el dolor. Me ha salvado...Gracias, Millo...

Millo POV

No podía perder a Iris de nuevo, así que me aseguré de amarrarla a mí y después la abracé con fuerza. La parte del agua era la más difícil. Nos sumergimos en nuestra totalidad. Gracias a Dios la camisa aguantó y con un movimiento de piernas me giré verticalmente y nadé hacia arriba. El agua estaba helada y si no conseguíamos salir rápido estaríamos en problemas. 

Mi cabeza rompió la superficie y comienzo a nadar hasta la orilla con Iris. Su cuerpo era como una muñeca de trapo y de inmediato me di cuenta de su estado. Grité su nombre y la sacudí un par de veces, pero eso no funcionaba. Revisé su pulso en todos los lugares correctos y supe lo que tenía que hacer.

Solo hay una opción, y es hacerle el boca a boca.

La miro a la cara, sin vida. No puedo evitar pensar que no despertará jamás. Debo ser un hombre y salvarla, no le queda tiempo. Esto fue por mi culpa. Me inclino y siento una sensación de hormigueo extraña, pero no reparo mucho en ella porque la vida de Iris depende en este instante de mí. 

Se siente extraño, como si le estuviese echando la vida que se le escapaba a través de ella. Jamás voy a considerar esto como un primer beso.

Me siento y espero. De repente veo movimiento bajo sus párpados y entonces, milagro. Sus ojos se abren como las alas de Beautifly, para mostrar sus hermosos orbes marrones. Sin esperarlo, me abraza. Me acaba de abrazar. Y ahora solloza en mi pecho. La noto respirar rápidamente y decido reincorporarla suavemente para calmarla. Voy a llorar yo también...Oh, por Arceus, Iris...

-Ya ha pasado todo.- digo con voz tranquila, y, a mi pesar, sonrío.

Observo sus ojos medio cerrados, buscándome, y cuando me encuentran me dice algo que cambiaría mi vida para siempre. 

"Mi héroe."

Wishfulshipping's storyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora