A Través De Cartas

Capítulo 5

"Su cuerpo estaba pesado, intentaba escapar de aquella manos que la mantenían prisionera pero no podía, aquel hombre era más fuerte que ella y ejercía su fuerza para mantenerla quieta, comenzó a llorar y al instante sintió una fuerte bofetada en su rostro seguido de unos cuantos gritos, en su voz podía intuir el desprecio que le provocaba aquel hombre pero aun no comprendía el porqué. Ella no recuerda haberle hecho algo malo para que el reaccionara de esta forma, desde el día de su llegada el se comportó de la misma forma, ya habían pasado más de cinco años de aquel acontecimiento y aun el rencor que sentía por ella seguía viva, es más, podía intuir que con el paso del tiempo ese rencor se fue convirtiendo en odio hasta llegar a este punto, el punto en que su tutor la lastimaba tanto física como verbal mente.

En esos momentos Génesis lamentaba tanto que sus padres hubieran fallecido en aquel accidente, si ellos aun estuvieran vivo nada de esto estuviera pasando y ella seguiría siendo la misma chica de hace unos años."

Génesis comenzó a notar como un sudor frio le recorría la frente y su respiración se comenzaba agitar. Se levantó un poco aturdida, estaba asustada, por un momento llego a pensar que todo aquello era cierto, no podía creer que de nuevo sus recuerdos le estuvieran haciendo pasar un mal rato.

Se levantó de la cama y comenzó a caminar sin parar, volver a soñar con aquel hombre la había alterado, su padrastro le había hecho pasar los peores días de su vida mientras estuvo con él.

Cansada de tanto deambular decidió hacer algo que había jurado no volver hacer, camino hacia el botiquín de primeros auxilios y tomo un frasco de zolpidem que tenía guardado. Había dejado de tomar sedantes hace mucho y le aterraba volver hacerlo pero en el estado que esta los necesitaba, busco un vaso de agua, tomo dos pastillas y se las trago. Estaba segura que con eso se calmaría.

Tony se encontraba en su habitación sin poder dormir, ya eran más de las cinco de la mañana y no había podido dormir desde que llego, estaban tan ansioso por saber lo que decía la carta que le había dado Génesis pero al mismo tiento tenia tanto miedo de su contenido. Sin pensarlo más se levantó de la cama y se dispuso abrir la carta que se encontraba en su mesita de noche.

Septiembre 21 de 1969

Querido, quizás cuando esta carta llegue a tus manos comience a cambiar tu vida. Imagino que debes de tener muchas dudas acerca de todo lo que ha sucedido últimamente en tu vida, y por eso espero que todas las cartas que te he escrito aclaren un poco tu horizonte, que descubras quien era yo en realidad y que descubras las razones por las cuales tuve que alejarme de ti.
Fue muy extraño para mí el día me entere que estaba embarazada de Horward, nunca pensé que tendría un bebe y menos con mi mejor amigo. No te negare que fue muy desconcertante para mí pero aun así saber que estabas creciendo en mi vientre me lleno de felicidad pero al mismo tiempo de tristeza y miedo.

La felicidad se debía a que iba a ser madre y la tristeza a que él bebe que esperaba era de mi mejor amigo y que si tenía al bebé el correría peligro ya que lo intentarían matar, y yo no estaba dispuesta a que eso pasara. Hijo nunca debí firma aquel contrato pero lo hice porque en aquel momento no estaba en mis planes ser madre.

Quiero que sepas que desde el momento que supe que estabas creciendo dentro de mi jure que nunca te lastimarían, mientras yo pudiera evitarlo nadie te tocaría. Ni Shiel ni Hidra te encontrarían, decidí que tu estarías bien, crecieras y serias muy feliz pero no a mi lado. Los meses que duro mi embarazo te cuide con mi vida y me encargue de que ninguno de ellos se enterara, a tu padre se lo dije porque él tenía todo el derecho de saberlo.

Con amor Peggy.
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Tony no podía creer lo que acababa de leer, volvió a leer la carta varias veces tratando de asimilar todo lo que decía la carta, no sabía a qué contrato se refería pero lo descubriría, comenzaría a investigar sobre la vida de Peggy y para eso necesitaba revisar todos los archivos de Shield. No quería hacer aquello solo por lo que decidió llamar a Génesis para ver si lo podía acompañar, luego de varios tonos escucho un susurro a través del teléfono.

- ¿Génesis? -Espero una respuesta pero no la obtuvo- ¿Génesis me escuchas? -Volvió a preguntar.

-Si... Es solo que... Yo no...

Escucho como el teléfono caía hacia el piso y se cortaba la llamada, volvió a llamarla pero esta vez no hubo ninguna respuesta de su parte. Tony salió hacia la casa de Génesis sin pensarlo, sabía que no se encontraba bien, aquella llamada le había puesto los pelos de punta, temía que algo malo le hubiera pasado.

Aparco el auto frente a la casa y toco varias veces a puerta pero no hubo ninguna respuesta, gritaba su nombre desesperadamente y cada vez el temor que sentía iba aumentando.

No siguió esperando una respuesta que sabía que no obtendría, sin pensarlo más le proporciono un golpe a la puerta haciendo que esta se estremeciera, dos golpes más bastaron para que la puerta cediera y se callera, se dirigió hacia su habitación y sin anunciarse entro encontrándose con una Génesis placenteramente dormida, al principio dudo en despertarla pero al ver que no despertaba por su cuenta se acercó lentamente hacia la cama, movió su hombro pero no obtuvo ningún resultado, intento llamándola cada vez más fuerte pero era como si no estuviera haciendo nada.

En lo que se acercó a su rostro noto que su respiración estaba débil, tomo su mano para medir su pulso pero no se lo encontraba, recorrió la habitación con la vista tratado de encontrar algo que lo ayudara a entender lo que estaba pasando pero lo único que fue capaz de encontrar fue un frasco de sedante abierto que estaba mas debajo de la mitad ¿Qué demonios estaba pasando? No entendía nada pero no era el momento para ponerse hacer conclusiones.

Sujeto el cuerpo desvanecido de Génesis entre sus brazos y camino lo más rápido que pudo de vuelta a su auto, debía llegar lo antes posible al hospital más cercano de la cuidad.