Trato?

204 13 3
                                    

Salí de mi aturdimiento y me dirigí hacia el coche, donde me esperaban los demás para irnos a casa.

El camino de regreso fue bastante silencioso, ya que, al parecer, los chicos habían estado persiguiendo a un par de gatos en la hipica y se encontraban exhaustos de tanto correr.
A medio camino, tal y como me temía, empezó a llover.
Enseguida me tensé.
No tenia ningún problema con la lluvia. Algunas veces incluso me gustaba pasearme debajo el agua, su sonido, y el olor que dejaba.
Lo que odiaba era lo que acostumbraba a venir después de la lluvia: la odiosa tormenta. Con sus truenos y rayos que hacían que todo mi cuerpo se estremeciera.

Recé para que la lluvia no fuera a más, y Harold debió notar mi angustia, ya que me envió una mirada tranquilizadora acompañada de una medio sonrisa que hizo que mis músculos se relajaran.

Wow. Esto ya era demasiado raro.  ¿Un día me odia y al siguiente se preocupa por mi?

Alejé su mirada, por muy tranquilizadora que fuera, y me dediqué a mirar por la ventana y respirar hondo.

El primer trueno llegó y mis ojos se cerraron con fuerza a la vez que mi cuerpo se sacudía por el ruido.

Oí como Harry empezaba a hablar pero estaba tan absorta en cerrar mis ojos y desear con todas mis fuerzas que llegáramos a casa, que no pude entender lo que decía.

Al cabo de unos segundos noté una mano sobre mi pierna y la voz de Harry más cerca.

-¿Y bien?-oí muy cerca.

Abrí mis ojos para encontrarme a Harold mirándome fijamente, esperando una respuesta.

Al ver mi mirada asustada sus ojos se suavizaron, pero volvieron a endurecerse como si hubiera recordado algo.

-¿Ademas de tonta eres sorda?- dijo duramente y con el ceño fruncido.

Me enfurecí al instante. Él sabía perfectamente lo que me agobiaban las tormentas y lo mal que lo pasaba, y se dedicaba a molestarme aún más.

Aparté de un manotazo su mano de mi pierna y me pareció ver un destello triste en sus ojos.
Debieron ser imaginaciones mías, porque a los dos segundos ya
estábamos discutiendo como era habitual entre nosotros.

-He dicho que no voy a comer pizza esta noche, si esa era la idea-dijo haciendo una mueca de asco- Así que mejor que compres algo decente para comer para que pueda alimentarme.-dijo con su tono arrogante habitual.

Me repetí internamente no volver a ilusionarme con el Harry agradable, ya que solo duraba unos minutos, al parecer.

¿Como se podía ser tan insensible?
Yo pasándolo mal y él diciéndome que no iba a comer pizza otra vez.

Ugh. Insufrible.

-Vas a comer lo que haya Harold-dije fulminándole con la mirada.- Y si no te gusta lo que hay, puedes ir tu mismo a comer a otro sitio o a comprar lo que te apetezca.-dije cruzando mis brazos.

Pareció gustarle mi respuesta, ya que sonrió con suficiencia y siguió molestándome todo el camino.

-Eres un anfitriona horrible- dijo rodando los ojos .- No se te debería permitir tener invitados si ni siquiera puedes ofrecerles otra cosa que no sea pizza para comer.

Crazy, stupid love (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora