ONE ¤ SHOTS X-MEN

I.

Tema: Primera cita
Personaje: Alex Summers
Alias: Havok

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Jamás creí que algún día saldría con "el chico malo" de la escuela.
O almenos eso era lo que Alex siempre quería parecer con sus típicas chaquetas oscuras, pantalones ajustados y su sonrisa torcida.
La mayoría de chicas moría por el, incluyéndome.

Todas las tardes mi mejor amiga y yo íbamos a ver su entrenamiento sin que al Profesor nos viera porque decía que era peligroso.

Una gran y afortunado día su mirada a cruzó con la mía.
Esa misma tarde comenzamos a charlar, a partir de ahí nuestra amistad fue cuesta arriba.
Todas las noches nos enviábamos textos antes de dormir.
Era como una rutina que un día se rompió.
En vez de aquella noche mandarme un texto, una misteriosa nota se deslizó por la puerta.
Llamó mi atención y al agarrarla vi que era de él.

"Hemos sido amigos por un tiempo y creo que es genial pero una parte de mi le gustaría salir contigo.
Pasó a recogerte mañana a las 8.
Es una cita ;)"

Típico de él, siempre llendo al grano.
Obviamente yo estaba encantada.
Esa noche casi no pude dormir pensando en los mil y un fracasos que podrían haber en nuestra cita.
La ansiedad no disminuyó al día siguiente y menos al acercarse la hora.
Me arreglaba lo necesario solamente.
No quería asustarlo.
A las ocho en punto llegó y tocó mi puerta.
Cuando abrí me derretí al verlo con su cabello peinado hacia atrás y un ramo de girasoles en la mano.
Él sabía que me gustaban.
-¿Lista?- ofreció su brazo.
-Claro- lo tomé y caminamos por los pasillos hasta la entrada.
Una vez en la puerta principal se detuvo y me entregó las flores.
-Son para tí- sonrió abiertamente. -Por cierto, te vez hermosa- acarició mi cabello.
Mi nerviosismo salió disparado en ese momento.
Agradecí con una sonrisa y continuamos caminando.
Me había llevado a un lindo restaurante.
Todo fue risas y una que otra anécdota en la cena.
Después de eso volvimos.
Todo había sido genial y no quería despedirme pero ya nos encontrábamos frente a mi habitación.
-Gracias Alex, me divertí- comenté en el marco de mi puerta.
-Nos vemos luego- dijo nervioso depositando un beso en mi mejilla.
Moría por besarlo pero lo haría después, así podría asegurar un par de citas más.