VI.

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Tema: Primera cita
Personaje: Scott Summers
Alias: Cyclops

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Un día más en el colegio, estaba aburrida como siempre y había decidido hacer algo que para mi gusto fue gracioso, pero a la vista de los demás era imperdonable.

Terminé en la oficina del coordinador con un papel que decía que debía ir a detención.

Era el final del día y para mi mala suerte gastaría toda la tarde encerrada en un salón.

Caminé por los pasillos hasta que encontré la ya deprimente puerta que indicaba que era ahí.

Al entrar noté que no estaría sola.

Había un lindo chico con unas peculiares gafas, escribía algo en el pizarrón pero al verme se detuvo por un segundo para mirarme y luego retomó su tarea.

Yo no tenía nada que hacer así que sólo pasé y me senté en una banca a observarlo.

Después de varios minutos cuando él terminó se volteó hacia mi.

-¿Por qué estás aquí?- preguntó confundido.

-¿No puedo estarlo?

-Sí, pero normalmente soy el único que al parecer merece estar castigado siempre- hizo una mueca.

Suspiré y decidí contarle lo que hice.

-Pues sólo hice que todos se asustaran en el salón, hice que se incendiara un poco- de mi salió una risilla al recordar a los compañeros asustados y confundidos.

-Eso no es gracioso- dijo algo serio.

-Lo es si en verdad no hiciste nada, deja te explico, sólo fue una ilusión que logré hacer, pero ahora dime tú, ¿por qué estas aquí?- me acerqué hasta estar a su lado.

-Por las gafas, no me las quito nunca y al parecer eso les irrita a todos los profesores.

-¿Y por qué no lo haces?- pregunté curiosa.

Primero me miró sin saber si hablar o no, finalmente decidió hacerlo.

-Porque podría matar a cualquiera con la mirada.

-¿Tan galán eres?- pregunté causando que él riera.

-No es por eso, básicamente soy un mutante- fue al grano. -Aparte no tengo tan bonitos ojos- sonrió avergonzado.

-¿Eres un mutante?- pregunté sorprendida.

-Si...emm yo espero no asustarte y....

-No, eso es genial, ¿cuál es tu poder?

-No estoy muy seguro de como llamarle pero para más simple salen rayos de mis ojos, la única forma de contenerlos es con las gafas.

-No es la única forma, tal vez conozca otra- me acerqué aún más e intenté retirar sus lentes. -Déjame verte- logré quitarlas pero él cerro los ojos con fuerza.

-No los abriré, eres muy hermosa y no me gustaría matarte. Por favor devuélvelas.

Volví a colocarle las gafas ante su insistencia.

-No confiaste en mi- reclamé.

Sólo se quedó en silencio.

El resto del tiempo lo pasamos platicando de cosas sobre nosotros, nos habíamos conocido más a fondo.

Al final del día la secretaria del director entró diciendo que podíamos irnos.

Caminamos juntos a la salida y antes de separarnos él me detuvo.

-Me preguntaba si algún día.... ¿te gustaría salir conmigo?

-Me encantaría.

Habíamos quedado en que sería el siguiente fin de semana y sin problemas esperé ansiosa para que el día llegara.

Mientras tanto en la escuela nos reuníamos más seguido y comenzamos a hacernos cercanos, demasiado a decir verdad.

Para mi suerte fue rápido y cuando menos lo noté ya me encontraba junto a él caminando.

Más de una vez intentó tomar mi mano hasta que lo logró.

Llegamos a una lugar algo apartado.

-¿Sabes?, me gustaría mirarte directo a los ojos- confesé.

-No es gran cosa, créeme- dijo no muy seguro.

-Apuesto a que son lindos- insistí.

-Creo que lo que quieres es morir- bromeó.

-Lo que quiero es besarte pero primero verte a los ojos.

Mi respuesta lo había impactado un poco.

Sabía que él quería lo mismo y poco a poco se acercó.

-¿Enserio quieres eso?- acarició mi mejilla.

-Más que nada- acerqué mi rostro pero me detuve a centímetros del suyo.

-¿Confías en mi?- pregunté casi en un susurro.

-Sí

-Entonces no cierres los ojos- levante mis manos y retiré poco a poco sus gafas hasta contemplar sus hermosos ojos.

El miraba sorprendido, ¿cómo era que no me hacía daño?

Acerqué mis labios a los suyos lo poco que faltaba para que se formara un dulce beso antes de que preguntara cualquier cosa.

Pude sentir su emoción y nerviosismo y ambos al compás de nuestra torpeza nos besamos.

-¿Cómo lo haces?- preguntó cuando al fin nos separamos.

-También soy una mutante. Puedo retener la energía en su lugar y eso eres tú. Energía pura- sonreí.

No esperó un segundo más e imitó mi acción atralléndome a él para volver a unir nuestros labios.

/Nota/

Este fue largo para compensar mi ausencia.
Si alguien quiere algo en especial puede pedirlo en los comentarios ♡

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