Capitulo 1.

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Brant POV.

-¿Están listos? –nos pregunta Carlos entrando por la puerta.

-¿Tú estás listo? –Le pregunta Marcus-. Pareces nervioso.

-No entiendo cómo se les ocurrió dejarlo entrar –me quejo, poniéndome de pie.

-Ya discutimos eso –me recuerda Fabián.

-No podemos arriesgarnos ni un poco, no esta vez. Vamos por un pez gordo, Fabián.

-Yo los reuní –nos recuerda Marcus-. Si lo eh hecho es porque sé que son los mejores en esto y podremos hacerlo. Así que cierren la maldita boca y pongámonos a trabajar.

-Si es por el dinero –comienzo, retándolo-. Que Carlos se quede a cuidar la casa y nosotros hacemos el resto. Prefiero pagarle por no hacer nada a que vaya a cometer un error.

El hombre de tez morena camina bruscamente hasta colocarse a escasos centímetros de mi rostro.

-¿Crees que ser un Daught te hace poderoso, amigo?

-Mi experiencia me hace poderoso –respondo firmemente.

-También tengo experiencia.

-Como asaltante y violador –escupo, sosteniéndole la mirada.

-Maté a un hombre –me dice, como si pudiera estar orgulloso de eso.

No puedo contener la risa en mi garganta, así que la hago sonora.

-Pregúntale a ellos quien soy yo y que eh hecho. No necesito alardear de eso –camino hacia la salida, golpeando su hombro al pasar junto a el-. Y para que conste –digo, sin darme media vuelta-. No tengo la cuenta de cuantos asesinatos llevo. Y no me importaría cometer uno más para limpiar a mi grupo.

Fijo mis ojos en Marcus, quien me fulmina con su mirada.

-Y no pretendo trabajar junto a el –suelto, saliendo de la casa.

Paris POV.

-¿Quieres que te lleve? –me pregunta de nuevo Rose.

-De verdad. Estoy bien –insisto.

-Es que está lejos, Paris.

-Ya me eh ido caminando, no es la primera vez que a mi papá se le olvida pasar por mí.

-¿No se le descompuso el coche?

-Eso dice, pero no lo creo –sonrío.

-Bien, pues te subes a mi carro, te invitaré a comer.

-No es necesario –le digo por tercera vez desde que Salí de clases.

-Ya me cansé, tú me vas a acompañar a comer y no te vas a volver a negar.

Sonrío, rendido.

No es que Rose no me caiga bien, es solo que no está en mi círculo de amigos.

Todos los miércoles salgo dos horas antes que todos, porque ya eh llevado Historia I y II en la otra escuela, así que la maestra decidió exentarme después de presentar un examen de conocimientos.

No me extraña que mi papá no venga por mí, de hecho, me sorprendo cuando lo recuerda.

Y caminar a mi casa de la escuela ya no me pesaba. Siempre prefería caminar porque no se usar un autobús y mucho menos el metro, así que...

-¿Qué quieres comer? –me pregunta cuando subo al coche.

-Vamos a mi casa –le digo-. Para esta hora la comida ya está preparada, y si yo te invito a comer tú puedes hacerme otro favor.

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