𝐍𝐔𝐌𝐁 | 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐋𝐄𝐒 𝐗𝐀𝐕𝐈𝐄𝐑

𝟏𝟗|𝐏𝐎𝐖𝐄𝐑

𝑪𝑯𝑨𝑹𝑳𝑬𝑺

Después de dolorosamente observar todo lo que perturbaba la mente de Jean, le es imposible siquiera concebir el hecho de que Nira estuviese a lado del villano que desataría tal destrucción en la tierra—. Nunca había sentido esta clase de poder —murmuró con el más sincero temor, el dolor en su cabeza era apenas aguantable. Su querido amigo Hank removió el casco, cerebro, la máquina que le ayudaba a amplificar su telepatía para conocer las mentes de todo el mundo, estaba destruido.

— ¿Qué fue lo que viste? Charles, ¿qué viste? ¿Viste a Nira? ¿Está bien? ¿Es cierto lo que dijo Jean? —Raven fue la primera en cuestionarle con desesperación.

El hombre asintió un poco, sintiéndose abrumado—. Por increíble que parezca, querida Raven, Nira Lehvenn está del lado equivocado. Un malvado ente viene a destruir este mundo y debemos evitarlo.

—Si lo hacemos, entonces dañaríamos a Nira y Erik —Hank McCoy dice mientras salían de la habitación—. Tiene que haber otra forma.

—Estamos hablando de Nira, Charles. Es nuestra amiga, una de nosotros. Fundó esta escuela a tu lado, podemos hacerle cambiar de opinión —Alex Summers ofreció otra preocupación más.

—Entonces ya no será una de nosotros. Si tomó esa decisión, habrá que tratarla como lo que ahora es, una villana, nuestra enemiga. Si no la detenemos a ella junto a Apocalypse, entonces cosas terribles sucederán en este mundo —Raven comentó con severidad, limpiando con molestia una de las lágrimas que cayó por su mejilla. Antes de alguien pueda protestar, un portal se abrió frente a ellos, donde los jinetes del malvado se hicieron presentes.

—Nira, no puedes hacer esto —Charles rogó con desesperación—. Piensa las acciones que tomarás si decides seguir en el bando incorrecto. Querías hacer un mundo mejor, no destruirlo.

La joven subió una ceja—. ¿Pensaste las consecuencias de tus acciones cuando quitaste mis recuerdos? Todo lo que supe, todo lo que era, todo lo que alguna vez viví y amé fue arrebatado por el hombre que más quería, en quien más confiaba. Me has quitado todo. Tanto que creí en ti, tanto amor que tuve para darte. Nada de eso existe ahora.

La visión del entristecido profesor se nubló y sus pensamientos se apagaron súbitamente por agonizantes momentos.

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