Propuestas Indecorosas

8: Actos de caridad

Llegamos hasta un parque donde había una especie de fiesta. Michael se detuvo y yo lo seguí. Automáticamente agradecí haberme puesto un vestido formal para la ocasión. Pero él se pudo haber tomado la molestia de avisarme. 

Sin previo aviso, la prensa se acercó a él haciéndole múltiples preguntas sobre su vida personal y su trabajo, a lo que Michael decidió ponerse unos lentes obscuros que traía en la bolsa de su pantalón y siguió caminando haciéndome una seña de permanecer junto a él; al instante soltaron más preguntas sobre mi relación con Michael pero él no respondía: ni afirmaba ni negaba cualquier situación sentimental, como era de esperarse, entonces yo tomé la iniciativa respondiendo que solo teníamos asuntos laborales.

Estaba acostumbrada a las miradas: de envidia por parte de las mujeres y de deseo por parte de los hombres, pero había una mirada que me ponía nerviosa: la de Michael Jackson. Así que, debido a los síntomas que solo presentaba cuando el me miraba (me temblaban las piernas, sudaba frío y sentía que si hablaba, tartamudearía) me giré para hacerle frente.

-¡Oigan! –gritó alguien con una voz muy grave -¡Les dije que estarían en el evento pero sin molestar a mis invitados! –siguió gritando y automáticamente se dispersó toda la prensa
-Lionel –dijo Michael a modo de saludo
-Oh Michael, lamento esto, les dije que no te molestaran –se disculpó Lionel con un acento un tanto extraño
-Creí que les habías dicho que no molestaran a nadie
-En realidad la instrucción fue que no te molestaran a ti pero se vería la preferencia –respondió mientras se daban la mano y sonreía
-Claro
-¿Y quién es ésta linda jovencita? –preguntó mientras me miraba
-Clarissa, te presentó a Lionel, Lionel, ella es Clarissa –nos presentó
-Mucho gusto –respondí
-¿Y ella es tu...? –insinuó Lionel

De nuevo espere a que Michael contestara pero al parecer él solo me miraba y eso hacía que Lionel también lo hiciera.

-Trabajo con él en su nuevo proye...
-Shhhh –me silenció Michael poniendo un dedo sobre mis labios y de nuevo, sudé frío
-Nadie se debe enterar de sus nuevos proyectos –me contestó Lionel cuando se dio cuenta de que en mis ojos no se podía ver otra cosa que no fuera cuestionar a Michael por silenciarme
-Oh, lo siento –me disculpé
-Vengan, reservé dos lugares en mi mesa, tal como pediste

¿Reservé dos lugares? Eso quería decir que Michael contaba conmigo para asistir. Estuvimos conversando un rato haciendo bromas adultas, muy diferentes a mi forma de ser con Lea o Edit, incluso con Evan, su novio. De pronto, Lionel hizo una seña y la música de fondo se detuvo. Se puso de pie y la prensa preparó micrófonos, cámaras y grabadoras de audio.

-Primero que nada, quiero agradecer la presencia de todos y cada uno de los que están aquí, ya que sin ustedes, esto no sería posible. Lamento interrumpir lo que sea que estén haciendo pero quiero recordarles el principal motivo por el que estamos aquí –informó Lionel

Quizá el motivo de la fiesta es promocionar el nuevo proyecto de Michael. Aunque, puede que me equivoque ya que Lionel dijo que a Michael no le gusta que nadie se entere de sus proyectos.

-Bien, si miran hacia aquella pizarra –empezó señalando una pizarra con una propaganda de algo que parecía hospital –podrán ver el proyecto que se está llevando a cabo –caminó hasta la pizarra y dio vuelta a la primera hoja –como verán, éstos serán los detalles exteriores: jardín central, una fuente, ventanales, etc. Pero lo que a nosotros nos interesa es lo que ayudará a los pacientes –siguió mientras cambiaba la siguiente página –ahora, aquí están los equipos de neurología, colonoscopio, contador hematológico, ecocardiografo doppler color, equipo de rayos x –mientras decía los nombres del equipo médico, iba cambiando de página –y como se darán cuenta, los gastos son elevados, lo que nos lleva al siguiente paso.

Se alejó de la pizarra y caminó hasta una especie de escenario con un pulpito y un martillo como de juez, al mismo tiempo, una edecán arrastró otra pizarra, que se veía más elegante.

-Empezaremos con la subasta para recaudar fondos. Agradecemos la cooperación de mi gran amigo y socio en ésta labor, el Sr. Michael Jackson

Él se puso de pie agradeciendo los aplausos de todos los invitados. Yo quedé boquiabierta mientras aplaudía. Sin duda yo no tenía nada que ver aquí. Michael volvió a tomar su lugar y con su dedo índice, cerró mi boca de forma delicada.

-Iremos desde los objetos más baratos hasta los más caros. El primer objeto de la subasta es un Ford Maverick, uno de los autos clásicos compacto fabricado desde 1969 hasta 1977. Fue diseñado...  –oh genial, el primer objeto a subastar es un auto clásico 

Lionel terminó de describir el producto y dio comienzo a recibir precios, pero yo seguía mirando a Michael con gran sorpresa mientras me preguntaba qué es lo que estaba haciendo yo ahí.
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Estaba de pie contemplando la puesta de sol, a mis espaldas, la subasta continuaba ahora con casas, después de oír los exuberantes precios, decidí salir de ahí. Aunque, pensándolo bien, entre más pagaran, mejor equipado estaría el hospital.

De pronto, sentí el ligero peso de un saco sobre mis hombros, y un asombroso olor a vainilla inundó mis fosas nasales.

-¿Aburrida? –preguntó Michael a mi lado
-Más bien, asombrada -contesté
-Pero entre más den por los productos...
-Mejor equipado estará el hospital –concluí
-Precisamente
-Pero, yo me pregunto, ¿Qué tengo que ver aquí? –de nuevo y por tercera vez en el día, esperaba que contestara pero solo levantó los hombros restándole importancia
-Ven –dijo tomándome por los hombros para hacerme dar la vuelta
-¿A dónde vamos? –pregunté inquieta
-Confía en mí

Salimos de ahí, y después de tres semáforos recordé que yo había llegado en mi auto.

-Espera, tenemos que volver
-¿Porqué?
-Mi auto se quedó allá
-Tranquila- respondió con una sonrisa pícara

Me recargué en mi asiento preguntándome a donde iríamos.