11: Mi primera vez

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Desperté al día siguiente un poco confundida hasta que el recuerdo vívido de lo ocurrido anoche me despertó por completo. En mi actual posición, solo podía ver el haz de luz del sol mañanero entrando por la ventana, pero mientras me iba haciendo consciente de lo que me rodeaba, literalmente, me descubrí en los brazos de Michael; aunque sería más acertado decir que estaba aprisionada en el cuerpo de Michael, tanto que sentía cosquillas en el cuello cada que él exhalaba. Fue excitante. Si él no me hubiera rechazado ayer, me habría girado, y subido en él, para después... ya se imaginarán. Pero no, en vez de eso, intenté zafarme de su abrazo.

-Buenos días –me saludó sin soltarme
-Buenos días
-¿Qué tal tu noche? –me preguntó plácidamente
-Muy bien gracias ¿Y la tuya?
-Amm, ¿Me creerás si te digo que me dormí hace tan solo dos horas?

Me giré sobre la cama para mirarlo a los ojos y cuestionarlo.

-No te diré –me respondió
-¿Por qué?
-Quizá golpees a tu amiga
-¡Lea! –de prisa, me levanté de la cama
-Yo en tu lugar, me bañaría primero, dándole tiempo para que hiciera lo mismo

Sin pensarlo ni un segundo más, me coloqué un camisón que me llegaba apenas a las rodillas y un short. Salí de mi habitación con dirección a la suya. De pronto, la advertencia de Michael resonó en mi cabeza así que hice algo que nunca había hecho desde que nos mudamos juntas: tocar antes de entrar.

-Adelante –escuché débilmente

Entré y pude identificar que se estaba dando un baño.

-¿Clari? –preguntó dudosa
-Soy yo –respondí

En ese momento, salió del baño con una enorme sonrisa y unos ojos de vergüenza.

-¿Qué sucede? –pregunté
-¿No escuchaste nada? –me preguntó sorprendida
-¿Debería?
-Bueno, yo creí que me había escuchado todo el edificio- explicó sarcástica

De pronto, caí en la cuenta.

-¿Tuviste sexo? –pregunté impactada, elevando el volumen de mi voz unas octavas más arriba
-Oh no, yo no lo llamaría sexo, fue como estar en las nubes
-Pues espero que en tu viaje al cielo, puedas mantener los pies en el suelo –susurré
-Clari por favor, Bruce es tan romántico

Me acerqué a ella ya que al decir "romántico", juntó ambas manos y las puso debajo de su barbilla. Le toqué la frente y después ambas mejillas pero ella se apartó.

-No estoy mal. Me hizo el amor como nadie puede hacerlo.
-¡OH DIOS MÍO! ¡LEA! Me quiero morir
-¿Qué sucede?
-¿Tienes idea de quién sí te escuchó? –pregunté nerviosa
-¿Trajiste a alguien tu también?
-Algo así

Le comenté velozmente el asunto desde que ella se fue. Sinceramente me preocupaba tener a Michael sin vigilancia en mi habitación.

-¿Me estás tomando el pelo? Michael Jackson... no te puedo creer
-Pues créelo
-Y está en tu habitación. Con razón no me oíste, ambas debimos estar gritando

La golpee en el brazo tan duro que podría jurar, el brazo se le entumió.

-No seas tonta. No es de ESOS –aclaré decepcionada
-Pero tú sí eres de ESAS –me corrigió
-Tengo la impresión de que me llamaste zorra pero sólo no te golpeo porque debo ir al trabajo
-Yo también. Iré a preparar el desayuno. Quizá puedas presentarme a tu novio
-No es mi novio

Salí apresuradamente con rumbo a mi habitación. Entré y vi a Michael sentado muy inocente en el borde de mi cama. Algo en su mirada me decía que no había estado ahí todo el tiempo.

-Buenos días, de nuevo. ¿Me permitirías decirte que te ves extremadamente...? –empezó a decir pero no terminó la frase
-¿Extremadamente...? –pregunté incitándolo a concluir
-...Sexy...
-Michael, por favor, ¿Desde cuándo se solicita permiso para hacer un cumplido?
-Desde siempre –me contestó extrañado
-Eso no es cierto –repliqué
-Oh nena, no quiero ni imaginarme la clase de "hombres" con los que has estado –se lamentó atrayéndome hacia él

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