Apuesta milagrosa.

Diario (23)

(Amanda escribe en un diario):

Me siento como una idiota, ¿cómo no pudo darse cuenta de mi? No.

Esto no fue a propósito, estoy segura de que algo le dijeron de mí, algo le hicieron.

El me quiere, él no es así, no, mi Dylan no... Esto para mí apenas está iniciando, ¿qué debo de hacer?.

Ya no puedo.
Ya no puedo...

Narración:

En ese momento Amanda no para de desviar su mirada hacia varios lados, sus lágrimas... Sus ojos intentan detener aquellas lagrimas, ¿pero cómo una chica destrozada podría con tanto dolor?

Amanda hace su intento y mira al techo, cierra los ojos... Cierra sus puños al tal grado de que sus uñas se entierren en sus manos, algo doloroso, pero era lo que la calmaba... Fue así como ella entendió que no valía la pena llorar, pues ella seguía confiando en su chico.

"¿Muy valiente o muy estupida?"

Fue lo que pensó.