Capítulo 9: "Matrimonio concertado"

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¡Auu...! Mi cabeza... Me duele la cabeza un montón desde ayer, no debí haber dejado que el Rubius me invitara a tantos Martinis, tengo suerte de no haberme puesto borracha, como mi amiga Stella. Al menos, hoy es día festivo en la universidad (la están fumigando, a una rubia muy irresponsable se le escaparon sin querer las colonias de mosquito tigre de la jaula, si esque hay cada gente por ahí suelta...) Y al instituto de Lidia ya le han dado el alta (por si antes no lo había mencionado, su instituto estaba cerrado por reformas, y mientras, aprovechaba trabajando en el Maid café para ahorrar para una beca) y ahora está en clases.

Me dedico a acariciar el pelaje moteado de su gatita Zhara, mientras miro al techo, aburrida. Abrazo a la gata, sintiendo su agradable textura, y me pongo a mirarla fijamente.

-¿Me dejarás diseccionarte?

-Miauuuuu. -se me queda mirando y maulla, claro, la pobre no entiende nada. Me fijo en un detalle, casi impercectible para mí (reconozco que no me fijé mucho en ella desde que llegué aquí.). Estaba bastante mas hinchada de lo habitual de un gato. es decir, lleva sí desde que llegué, pero los gatos son mas delgados. "Lidia le habrá dado comida de más, como siempre le digo que NO haga" fue lo primero que pensé.

Entonces, caí en la posibilidad de que estuviera preñada. La examiné mejor y mi posibilidad parecía la acertada cada vez más. Me vestí, me arreglé y cogí el transportín de la cocina y decidí salir con la gata. Iría a que la viera un veterinario (uno decente, claro, no como yo), así me entretenía un rato. Desde luego, menuda ama que tiene, que ni se da cuenta de que su mascota puede estar embarazada.

Bajé las escaleras y cerré el portón, dirigiéndome a la calle. Menos mal que ni Mangel ni su amigo me vieron irme, que si no, me estarían siguiendo todo el rato, pegados como lapas. Se me fue el santo al cielo, y por culpa de eso, me tropecé con el bordillo de la acera, estampándome contra el suelo. La cerradura del transportín se abrió, liberando a Zhara, la cual salió corriendo a toda velocidad. Me levanté como pude y me puse a perseguirla por todo el parque (que estaba enfrente del bloque).

Justo cuando la perdí de vista y la creí perdida, me dí la vuelta, indignada. (la que me iba a caer, si señor) Al voltearme, me choqué contra alguien, cayéndonos los dos al suelo. Estaba a punto de decirle cuatro cosas, tipo "mira por donde vas, hijo de tu alce madre (insulto típico sueco, no preguntéis plz)" cuando me fijé quién era. Era un chico alto, de pelo rubio recogido en una pequeña coleta por la nuca, ojos grandes de color azul claro, y tez blanca. Era de alto como yo, de mi edad diría. Iba con una camiseta negra larga con corbata amarilla y pantalones vaqueros (ese chico era clavadito a Len Kagamine, imagináoslo así mejor). Ese chico me sonaba mucho de algo, como si lo hubiese visto antes. Me fijé en qué tenía en sus brazos, a la gata de Lidia. Se me iluminaron los ojos y le iba a dar las gracias, pero el se me adelantó.

-¡Auch! Eso duele... -me dijo en sueco, me quedé con cara de póker, me parecía raro el que alguien supiera hablar mi idioma por aquí- ¡Ah perdón, me ha salido mi idioma natal si querer! -esto último lo dijo en español, chocándose el puño con la frente, a lo anime y sacando la lengua. Yo reí y le respondí.

-Que sepas que yo te entiendo de todas maneras, chico -le dije en mi idioma de nacimiento, el se quedó con la misma cara que yo, y nos pusimos a reír - ¡Esa gata que tienes es mía! -me salí de mi empanada mental y caí en el porque de que estaba ahi tirada- ¡Muchas gracias por encontrarla! -miró a Zhara fijamente y me la dió con una sonrisa, me ayudó a meterla en el maletín -Tengo que llevarla al veterinario, ¿Me acompañas? No quiero que se me vuelva a escapar. -puse carita de pucheros y el aceptó, encantado (espero que lo estuviera) Juntos nos fuimos hacia la clinica veterinaria más cercana, mientras conversábamos por el camino- Yo me llamo Cintia, Cintia Asbjörnsson, ¿Y tú? -ya comenzamos a hablar español. 

Un youtuber en el piso de arriba | ElRubiusOMGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora