Capítulo 23: Fantasmas.

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I always had a repulsive need to be something more than human. I felt verypuny as a human. I thought, 'Fuck that. I want to be a superhuman.

- David Bowie.



Conseguí un trabajo de estos de fin de semana, en un bar, ya que los fines de semana les faltaba personal. Fui a la entrevista y sólo entrar ya sabía que me iban a coger, les encanté. Era exótica y aquel bar les interesaban cosas exóticas. Era un bar donde iba la gente que se había quedado estancada en los años 70 pero que tenía la mente más liberal que puedas imaginar. Ya sabéis, la gente guay. La que escucha música de esta que dices: esto es de color sepia. Es decir, la música que a mí me gusta. Y como se puede imaginar, yo allí estaba perfecta. Cuando no había casi nadie hablaba con las otras trabajadoras o aprovechaba para estudiar.

Sólo trabajaba los viernes de ocho a una y los sábados de cinco a una y aún así me pagaban bien. El caso es que estaba ahorrando para la operación de sexo, cuando antes empezara a hacerme con dinero mejor. También había otra cosa que me hacía ilusión. el rayo. Quería hacerme un tatuaje de un rayo en la muñeca. No supondría ninguna molestia para la operación.

A veces pensaba: una vez me operan, quizás ya no se me notaba tanto que era un tío y ya no sería la yo exótica, sería sólo yo. Pero supongo que sí, que se seguiría notando. La verdad es que me estaba empezando gustar cada vez más ser yo, y se me hacía raro que un día sería una superyó.

Las chicas con las que trabajaba eran simpatiquísimas, una se llamaba Eli (de Elissabeth) y la otra Mini (de Minerva) . Eli tenía pintado el pelo de color azul y tenía un montón de piercings en la oreja y uno en la nariz , mientras que Mini tenía el pelo negro pero muy abundante, recogido como el de Amy Winehouse. Me recordaba a Deborah.

Después descubrí que Deborah y Mini eran hermanas, por eso se parecían tanto, ves tú, que inteligente que soy.

En el bar ponían música genial, un par de veces habían puesto David Bowie, Prince o los Moody Blues. También pusieron una vez la de Breakfast on Pluto y dos veces Sugar Baby Love y yo, mientras iba llevando los perritos calientes o los vasos llenos de whisky iba cantando y la gente me llamaba: eh, niña. Otros me llamaban por mi nombre:¡Grace! Había gente que ya sabía mi nombre. Y me encantaba. Me sentía famosa. Era la chica famosa de ese bar. Mini, Eli y yo. Éramos las "¡niña!" Y nosotras aparecíamos como unas superheroínas a servirles su whisky y horas después aparecíamos con nuestra escoba mágica para enviarlos, cuando estaban borrachos, pegándoles golpes con un palo.

Todos los viernes, venían mis amigos a cenar y yo me sentaba un rato en ellos, después volvía a trabajar, después me volvía a sentar... Y un día vi dos fantasmas que entraron en el bar mientras yo hablaba con ellos. Eran Cassie y Olivia, las amigas de mi hermana. Me acerqué a saludarlas pero ellas no me conocieron y yo reí.

- Quitadme el pelo largo, el pecho falso y ponedme un chándal. ¿De verdad no me reconocéis?

Entonces cayeron, pero fue por la voz y porque sabían que yo me había mudado a Chester. Me preguntaron qué tal y me dijeron que estaban allí buscando trabajo, que todo estaba muy mal por Londres para lo que ellas habían estudiado y estaban probando suerte por la zona. Pero al final preguntaron respecto a mi hermana y yo encogí los hombros.

- El pasado es el pasado y quedan muchas cosas por hacer. -Dije pero había una pregunta que quería salir de mi boca y no sabía cómo. -Escuchad ... ¿Vosotras no tendréis ni una pequeña idea de un novio que tuvo mi hermana...?

- Tendrás que especificar más. -Rió Olivia.

Reí.

- Sé poco de él, la verdad. Era un chico bastante misterioso. Tenían un grupo juntos y la dejó plantada en un concierto que iban a hacer un bar de rockeros o algo así.

No hay sitio en el cielo #ConcursoLGTBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora