Me desperté ensangrentado, en mitad del estacionamiento del campus, con hojillas en mis manos, en mi bolsillo derecho mi teléfono con alrededor de 150 llamadas perdidas y más de 300 mensajes en WhatsApp de Mari, y en los otros bolsillos cigarros Marlboro...
Volví a caer en lo mismo de hace 4 años, mi fiel amigo había vuelto, siempre me gusto fumar los más caros, me sentía más tranquilo y más propenso a morirme de cáncer con un Marlboro en la boca.
Me despertó el molesto rayo de sol que me había despertado la mañana anterior, pero esta vez yo estaba más destruido.
Con sangre en mis pantalones gracias a las profundas cortadas que me hice en los baños del café... tenía unas hojillas en mi cartera y en mis manos, no sé cómo carrizos había llegado al estacionamiento.
Después de estar por 5 minutos en el piso mareado... al parecer los efectos de la droga no se desvanecían del todo.
Se me había ocurrido una idea...
Decidí dar un paseo en mi auto... pensé tantas cosas mientras hacia todo mi esfuerzo para llegar hacia mi Mustang rojo del 67...
Cuando veo reflejado por los rayos del sol una figura femenina corriendo hacia mí, yo ya casi gateando luchando para llegar al auto...
-¡Jesús! ¿Qué demonios estás haciendo?-
me dice gritando aquella figura, estaba tan conmocionado por la luz y por las drogas que no lograba definir bien quien era esa chica... le reconocí la voz al acto, pero algo en mí no quería admitir que era ella.Ya caído en el suelo de concreto, ella me levanta y me lleva hasta la acera.
-¿Qué mierda has hecho en tus piernas Jesús?- me pregunta enojada y con muchas lágrimas en los ojos. Haciéndome cariño en el cabello.
-No creo que te incumba... Ya no eres parte de mi vida ¿Qué haces aquí?- dije con ganas de llorar y levantándome rápidamente de sus piernas... pero recordé algo que me dijo mi papa al momento de mi primer desamor...
"No le llores a las mujeres, ellas pueden ser muy crueles cuando ven que las extrañas demasiado, y llorar es una manera de expresar ese sentimiento."
-Ya todo se acabó ¿verdad?- me dijo con un susurro devastador.
-¿y que esperabas?- me levante nuevamente
-¿Qué volviera a tus pies después de lo que hiciste?- Di dos pasos hacia delante sin mirar atrás en ningún momento -No quiero verte más nunca Mariangel. Te deseo lo mejor del mundo, no permitiré que juegues así conmigo.-
Seguí caminando sin mirar atrás, sentía que si la volvía a mirar caería en sus ojos color café claros, como lo hice millones de veces, admito que aún estaba enamorado de ella... es imposible dejar de amar de la noche a la mañana, y menos cuando viví cosas tan increíbles con ella en tan solo 2 años... cosas únicas que de verdad jamás las olvidaría.Sabía que tenía que superarla y hasta olvidarla, lo pensaba como que si fuera la cosa más fácil del mundo... Pero en realidad tengo unas ganas inmensas de montarme en el auto y conducir hasta chocar con un árbol, o tomarme pastillas para que mi flujo sanguíneo se altere y mi corazón se pare en seco.
Suicidarme en pocas palabras...
-¡Espera!- me grito devastada -Yo no puedo vivir sin ti, Jesús... yo te amo, no seas tan malditamente orgulloso, vamos a hablarlo- me dijo rompiendo en llanto.
-Jajá...- me reí sarcásticamente mientras una lágrima recorría mi mejilla - ¿Orgulloso? No me jodas Mariangel- dije sabiendo que ella odia que le digan por su nombre completo. -vete con Harold, de seguro él sabrá cómo hacerte feliz como a ti te gusta.-
-¿Volverás?- me pregunta...
Susurre -Cuidate- con la intención de que no me escuchara.
Me fui sin intenciones de regresar, pero cometí un error... mire hacia atrás solo para verla por última vez.
Mi papa tenía un dicho muy curioso que decía
"Si ves hacia atrás de donde venias, quiere decir que volverás a ese lugar tarde o temprano"
Sin mentirles... tengo muchas ganas de estar con ella pero no dejare que me destruya así como lo hizo ayer.
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Vivir Sin Sentir...
Любовные романыJesús, es un chico dedicado a sus estudios, tenia una hermosa novia que era prácticamente su vida... Es un chico apasionado y muy sentimental. Su vida era tan normal como la de cualquier muchacho de 21 años en una universidad. De un día para otro la...