Perfect Murder (Asesinato Perfecto)

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Llegue hasta el centro…

Recibí un mensaje que tenía dirección de un parque central, ya se hacía de noche, el sol ya estaba de costado… solo quería salir de ese lugar que se tornaba bastante tenebroso.

Ahí estaba ella… vi como su ropa estaba ensangrentada por las cortadas que se había hecho, mientras más me acercaba a donde ella se encontraba veía con más claridad sus heridas.

Me fui acercando y en el instante que pise una rama, apenas sonó aquel crujido que despertó la atención de Mari, me miro...

Su mirada no era la misma, el brillo en esos hermosos ojos se había perdido, toda la vida que veía en su rostro se había esfumado, esta pálida, con los labios de un tono morado, algo me pareció extraño, tenía un suéter negro, y su mano escondía en el... Tenía miedo, pero a la vez me nacieron ganas de ir a ayudarla.

Sentí un escalofrío en mi cuerpo al ver como se levanta y no sacaba la mano de entre su suéter, sentí que tenía una pistola o algo parecido.

-Hola Mari...- le digo mientras me quedo mirando la posición que tiene su mano entre el suéter.

-Viniste Jesús... feliz cumpleaños.- me dice sacando su mano para esquivar mi mirada de su posición.

-Sabia que eras tu, vi en el Facebook que estabas desapararecida... Te creí muerta. Y Gracias por los lindos deseos.- le dije mientras le clavo una mirada en esos ojos fríos.

-Estuve a punto de morir, pero aquí estoy, viva esperando a que quieras hablar conmigo. Veo que tu estas mejor de lo que esperaba.- me dice bajando la mirada hacia el suelo.

Veo como lágrimas salen de su rostro, vi lo dolida y mal que estaba en ese momento, no pensé que estaría así después de todo lo que hizo.

-¿Por que no vuelves a casa Mari? Ya todo se acabo.- pregunto mientras me le acerco para abrigarla con mis brazos.

-No quiero vivir más Jesús, ya no se que hacer sin ti- me dice partiendo en un llanto notoriamente fingido.

Me retiro dos paso hacia atrás. Siento lo fría que Mari se ha vuelto en tan solo semanas, no me siento culpable, pero se que ha pasado lo suficiente como para querer matarme.

-¿Puedes volver Jesús?- me dice mientras levanta la mirada.

Rayos... Sabe actuar muy bien, hasta lágrimas corre por sus mejillas, me acerco lento eh intento de nuevo cogerla con mis brazos.

Veo como levanta el brazo y... Siento como una punta filosa que atraviesa mi hombro, cada parte del cuchillo atraviesa cada capa de piel y músculo, la sensación es horrenda... Quedo anonadado por la situación, veo como Mari me dedica una sonrisa perversa y escalofriante.

Caigo en el suelo por el dolor eh intento levantarme, pero Mari me coge de los brazos y se sienta en mi cintura.

Me besa con mucha lujuria...

-Nadie más te va a poder tener Jesús.- dice mientras saca el cuchillo de mi hombro lentamente.

Grito del dolor, nadie podía escucharme, estábamos en un parque ya de noche y quien carajos iba a estar allí...

Estaba cometiendo el homisidio perfecto, solo me lanzaba al lago y ya nadie iba a saber más de mi hasta que investiguen mi muerte.

Intento actuar con el brazo apuñalado y logró sacarla de mi camino para salir corriendo, veo como ella lucha para atraparme mientras corro, no tenía fuerzas, había perdido mucha sangre mientras ella hacia su escena de loca asesina.

Me monto en el auto y cierro las puertas con seguro, me pareció muy extraño que Mari no me alcanzara.

Claro... Mis llaves.

Mari se posa al frente del auto con las llaves en la mano izquierda, y en la mano derecha tenía el cuchillo ensangrentado.

Me mira con lujuria y maldad a la vez. No sabía que hacer... Esta chica se había vuelto loca. Y el dolor es insoportable

No se quien me mando a venir hasta aquí sabiendo que era ella lo que me esperaba al final de este largo trayecto.

Ya sentía que ese era mi fin, ahí estaba ella para marcar mi muerte...

Me bajo del auto lentamente...

-Mari, cariño... No se que demonios te ha pasado pero has hecho un cambio radical ¿que te ha pasado?.- le pregunte mientras ella se acercaba hacia la puerta donde me encontraba.

-Tu me has hecho esto ¡eres un maldito!.- me dice mientras su sinismo corría entre toda sus palabras.

Corro hasta no poder mas, el miedo se me reflejaba en las gotas de sudor que corrían por todo mi cuerpo.

Veía como Mari me seguía el paso con el cuchillo en la mano... Era inútil, perdía mucha sangre tras cada paso que daba.

Sentí como el cuchillo atravesó mi espalda, mi cerebro se apagaba, y una risa perversa se escuchaba, caí al suelo de inmediato

-¡HEY, AMOR DESPIERTA!- escucho es un fondo inexistente... Es Gaby...

-Es solo una pesadilla Efra, despierta- escuchaba su voz a lo lejos, no sabía definir de donde salia exactamente.

Vi entre ojos cerrados como los zapatos de Mari se posaron al frente de mi cabeza y escuche un solo ¡Bang! que salia de su pistola.

Vivir Sin Sentir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora