Habían pasado tres años desde que las almas de Jimin y Yoongi habían habitado en aquellos muñecos, hechos para alegrar la vida de aquel niño de mirada triste que una noche había deseado no estar solo nunca más y durante el tiempo que duraron al lado de aquel curioso niño habían sabido lo que el cariño más simple y desinteresado significaba. Su deber estaba hecho pues Jeongguk había crecido.
Antes de Jeongguk, las almas de ambos habían vagado sin un lugar en concreto en donde permanecer pues hace años cuando aún formaban parte del mundo terrenal, habían sido dos muchachos que habían decidido quererse de una manera profunda, sin embargo, la situación y el momento no eran los indicados para profesar aquel cariño que sentían el uno por el otro y una noche decidieron que lo mejor sería hacer un pacto: entregarían sus vidas a cambio de otra oportunidad de poder estar juntos, en un nuevo lugar y lejos de todos lo que les había hecho daño. Sin embargo no se suponía que sus vidas se extinguieran aún y sus espíritus fueron condenados a permanecer atrapados entre los vivos sin la oportunidad de verse a la cara.
El destino es travieso y al escuchar la voz triste de aquel niño implorar hacia el cielo no volver a estar sólo nunca más, pensó que podía solucionarlo de alguna manera que involucrara a Jimin y a Yoongi, de esa forma ambos podrían estar juntos y al mismo tiempo podrían hacer feliz a aquel niño mientras este siguiera brindándoles un poco de sus propios sentimientos. El único inconveniente es que ninguno de los dos recordaría nada de su antigua vida, aun así aceptaron prometiendo que así se vieran en decenas de universos distintos, su cariño perduraría.
Jimin y Yoongi disfrutaron de su estadía en esa nueva forma, aunque era también un castigo por haber cambiado el curso original de sus vidas, pues jamás volverían a ser humanos, sin embargo, tenían el privilegio de sentir y de recordar algunas veces, eso debía ser suficiente pues ellos decidieron amar de la forma que fuera posible y aún en ese estado lo habían logrado.
Jeongguk aun algunas veces veía aquellos muñecos en el ático con cierta simpatía, su apariencia podría causar terror a cualquier otra persona, pero el chico (ahora un adolescente) recordaba como en su tierna infancia aquellos muñecos siempre le habían dado un sentimiento tan fuerte que aún en ese momento le hacía sonreír, con ellos había compartido los mejores momentos de su infancia y le causaba gracia el hecho de que sus manitas parecían siempre estar entrelazadas.
Cuando las almas de Jimin y Yoongi por fin dejaron los muñecos y regresaron a su estado original, siguieron cumpliendo con su condena, seguirían andando por el mundo sin certeza de ninguna otra cosa que el hecho de poder existir de nuevo en algo que les permitiera estar uno al lado del otro, ese era su única manera de soportar el sufrimientos y la monotonía de estar alejados.
Ellos siempre existirían y vivirían miles de vidas distintas hasta el fin de los tiempos, alegrarían a aquellos que se sintieran deprimidos y al mismo tiempo disfrutarían de todas las facetas que su amor les podía dar, Jimin y Yoongi serían la felicidad y al mismo tiempo la tristeza más grande.
Tendrían la fortuna de conocerse miles de veces y volverse a enamorar otras miles más, sin embargo, jamás recordarían ninguna de esas ocasiones haciendo su historia una de las más amargas y al mismo tiempo, más hermosas tragedias.
***
Había prometido subir esto antes, pero por problemas personales apenas si tuve tiempo de estar por aquí y bueno, finalmente aquí esta el último capítulo que fue muy cortito pues solo quería aclarar algunas cuantas cosas y cerrar la historia (si tienen alguna duda hagánmelo saber).
Muchas gracias por leer y por todo su apoyo a esta pequeña historia, significa muchísimo para mí pues siempre se dieron el tiempo de leer y hasta dejarme comentarios, lo aprecio bastante.
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Porcelain and Poetry | YoonMin
FanfictionDesde el punto de vista de dos muñecos, la juventud de su pequeño amo está llena de misterios y enseñanzas, gracias a ello el cariño toma una connotación profunda que les hace sentirse casi humanos Una bella tragedia pintada en tonos pastel. ㅡGéner...