"Al igual que compartimos la gloria del éxito, debemos compartir el dolor de la derrota. Así estamos unidos y somos más fuertes" –Malik Al-Sayf
Mientras la Señora Agreste viajaba desde el Tibet hasta Francia dispuesta a rehacer su vida y recuperar a su familia, los jóvenes Adrien y Marinette continuaban con sus vidas normales. Una vez que Chat Noir había localizado el Hospital al cual trasladaron a Hugo, Adrien volvió a su hogar y descansó. Marinette, por su parte, debido a su preocupación por su amigo, batalló para concebir el sueño esa noche. Sólo escribir en su diario le ayudó finalmente a dormir.
Al día siguiente, se despertó y se dio cuenta de que se había quedado dormida en su escritorio. Tikki ya estaba despierta, desayunándose unas galletitas con trozos de cereza.
-¡Buenos días, Marinette! –Dijo la pequeña Kwami. Marinette, un poco cansada aún, le responde.
-Hola, Tikki...
-No te ves muy bien. Deberías recostarte un poco.
Marinette se acercó a su cama y levantó la sábana, pero en eso, su madre entra llamándola a desayunar.
–Estaba tendiendo mi cama antes de tomar un baño –Dijo Marinette con un profundo pesar.
Posteriormente, se metió a la ducha y se durmió un poco ahí. Tikki giró una de las canillas, y al sentir el agua fría recorrer su delicado cuerpo, Marinette despertó abruptamente.
Mientras tanto, Adrien se levantaba de su cama. Plagg estaba aún dormido. Adrien se metió a tomar una ducha y entonces, su Kwami despertó al escuchar el sonido de la regadera.
-¿Dónde está mi Camembert? –Preguntaba el diminuto pseudo-felino -¿No sabes que el desayuno es el alimento más importante?
-Buenos días a ti también, Plagg –Respondía Adrien desde la ducha. ¿Has considerado buscar alguna alternativa para el Camembert?. Esa cosa no cuesta 3 euros.
-Ni soñarlo –Refutaba Plagg. –A parte de ser todo un manjar, me trae una que otra plácida memoria.
-Si no lo haces, algún día nos dejarás en quiebra.
-Mejor ser pobre y sin hambre, que rico y habriento. Ay, a ver si al menos alcanzo sobras aquí dentro.
Plagg se puso a buscar su preciado queso en la mochila de Adrien, haciendo un desastre de paso al sacarlo todo. Sólamente encontraba lápices, cuadernos, el libro que casi lo aplasta el otro día que tenía a un árabe feo en la portada y recién era implantado en el plan de estudios al cual irónicamente saludó. Un libro en particular llamó su atención, uno que Adrien había sacado de la biblioteca y que Plagg dejó caer, abriéndose en unas páginas que llamaron su atención. Las ilustraciones en blanco y negro mostraban una ciudad en ruinas, una especie de entrada adornada con columnas y unos soldados alzando una bandera sobre lo que parecía ser el tejado de algún edificio. Plagg se emocionó un poco, como si hubiese recordado algo.
-Miau! Yo conozco esa ciudad! Ahí conocí al maestro Adler!
-¿De qué hablas? ¿Quién es ese? –Le respondía Adrien.
-Él fue uno de los otros Chat Noir que te precedieron.
-¿En serio? Increíble.
-Pues luego te cuento. Tu padre sale en 5 minutos al aeropuerto.
Adrien suspiró. Su padre tenía que salir de Francia, a varios viajes de negocios que en total durarían una semana, pues próximamente abrirían boutiques en distintos centros comerciales, además de que estaría encargado de dar conferencias y dar instrucción sobre sus diseños. Lo echaría mucho de menos. Cuando terminó de ducharse y vestirse, tomó una chaqueta blanca con gorro, ya que el aire acondicionado de los aeropuertos suele ser muy helado.
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Assassin's Creed: Miraculous [Pausado hasta Nuevo Aviso]
FanficHawk Moth fue derrotado, pero otro mal tomará su lugar. Una organización secreta busca tener el control de los Miraculous. Pero para ello necesitarán un artefacto antiguo de poderes divinos. Ladybug y Chat Noir deberán reunirse para resolver nuevos...