VI - Compromiso

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"Cuando viniste a mí por primera vez, entendiste lo que había que hacerse. Juraste que así lo harías. Si no has de hacerlo por la Hermandad, hazlo por tu pueblo, y por todos los que son amenazados por nuestros enemigos" -Achilles Davenport

Había pasado un rato desde que Marinette había llegado al lugar donde se reuniría con Adrien. Precisamente apenas unos cuantos minutos. La dulce muchacha empezaba a preocuparse, pues su galán aún no se presentaba. Solo se encontraba sentada en una banca frente a la fuente, contemplando a cuantas personas pasaban. Ella dio un leve suspiro, y luego, Tikki se asomó por su bolso un poco y animaba a su compañera ya que parecía empezar a decaer en sus ánimos.

-No te angusties. Sabes bien que es un chico muy ocupado.

-Sí, pero siempre me avisa con una llamada si sabe que va a llegar tarde.

-Vaya, eso sí que es extraño.

-¡Y si algo le pasó? ¿Y si lo secuestraron! ¡Hay que buscarlo! ¡Tikki... Transfór...!

Marinette estaba por transformarse en Ladybug frente a una pareja que la miraba con miedo. Pero rápidamente colocó una mano en su oído fingiendo concluir una llamada por un dispositivo inalámbrico. Después de eso, la pareja siguió avanzando a paso levemente acelerado.

-Uff, Eso estuvo cerca. No cabe duda que estás loca por Adrien. -Dijo Tikki

-Solo espero que llegue pronto. Me aterra que vuelva a pasar algo como aquella vez con Lila o ese anciano vestido como Santa Claus, y esta vez termine en algo malo...

-No pienses eso. Si quieres puedes llamarle.

-No quiero parecer impaciente...

-Entonces espéralo. Sé paciente y no te desanimes.

Marinette exhaló un profundo suspiro y agachó su cabeza. Mientras tanto, Adrien se encontraba dentro del supermercado custodiado por dos agentes de Abstergo de intimidante apariencia, cubiertos con una armadura táctica en el cuerpo y sólo con una gorra y lentes oscuros en sus cabezas. Estaban armados con una pistola aturdidora y unas barras retráctiles. Caminaban muy cerca de él por ambos lados. Se notaba algo desesperado ya que miraba a todo y a todos, buscando alguna oportunidad para distraer a sus guardaespaldas y escapar. El simpático muchacho trataba de entablar conversación con los agentes pero estos no hacían ni una mueca. Eran como fríos robots que solo seguían órdenes. No respondían nada, ni decían palabra alguna al menos que fuera necesario.

-¿Ehh, ustedes quieren algo? -Decía Adrien señalando frituras y sodas en un gesto amable que ocultaba su temor interno.

-Lleve sólo lo de la lista, joven- Dijo uno de los matones.

Adrien, sin titubear, avanzó por la fila para pagar. Llevaba unas pocas cosas, y el suficiente Queso Camembert para una semana, el cual provocaba que Plagg casi saliera de su escondite unas cuantas veces. El Kwami solo podía quedarse en el bolsillo de Adrien babeando y llorando por no poder poner sus pequeños colmillos en ese manjar.

-Debería ser un crimen privar a un Kwami de su alimento... -Clamaba Plagg con voz leve.

-Plagg, ya cálmate... -Susurró Adrien. Inmediatamente uno de los matones volteó para preguntar:

-¿Con quién habla?

-Ehh, con usted, señor. ¿Seguro que no quieren nada usted y su compañero? Yo invito - Respondió Adrien con temblor y una mirada preocupante.

-Sólo cumpla con la lista, Joven Agreste. Es por su bien y seguridad.

-Y yo que pensaba que mi vida ya era limitada.

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2021 ⏰

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Assassin's Creed: Miraculous [Pausado hasta Nuevo Aviso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora