Caminando bajo la luna, con un bestido negro elegante, largo y diamativo, el cabello alborotado, rubio, largo y risado... El lugar estaba vacio, no se escuchaba nada mas que solo el sonido de sus tacos al caminar y canciones taradeadas...
Pero algo llama la atencion de la rubia... O mejor dicho alguien.
Ella para a lo lejos y observa a tal joven sentada en un banco en medio de la nada. La joven estaba cabeza agacha, dejando caer su cabello largo, lo cual llamo la atencion de la rubia, su cabello... Largo, ondulado terminando en risos y de un color castaño rojizo... Esa sonrrisa torsida que se firmo en el rostro de la rubia al contemplar el cabello de la joven, quien parecia apenada, preocupada, arrepentida o entristesida. La rubia estaba desidida en dirigirse hacia la joven... Pero algo sucede, la rubia, Marianne, para en seco y deside quedarse en su lugar al ver que la joven pelirroja alza la vista y se levanta, y deja ver una mascara que cubria de su rostro, una mascara blanca con ojos negros, una sonrrisa animada y una "x" roja en su mejilla. Marianme frunce el ceño al no poder ver su rostro completamente... Solo decide seguirla hasta poder verse cara a cara con la joven enmascarada que se retiraba con las manos en los bolsillos. Y eso hace... Marianne la sigue...
