Cuatro

1.9K 340 53
                                    

Entré en el instituto, sonriendo y saludando cordialmente a los alumnos, sin prestar especial atención a ninguna conversación de las cientos que oía a mi alrededor, al menos, hasta que oí su nombre.

-¿Viste el vídeo de Dean de ayer? -preguntó Natalie, alumna de primero, creo recordar.

Se me hacía increíble la fama que había conseguido en este último año y no me acostumbraba a ella y todo lo que esta implicaba. No me acostumbraba a encontrar a gente por la calle con nuestros diseños de camisetas, ni mucho menos a escuchar a mis propios alumnos hablando sobre él.

-Pues claro, ¿por quién me tomas? -Rió una chica de cuyo nombre no me quiero acordar. No es que me haya olvidado. Se llamaba Elsa. ¿O era Bea? No, algo similar a Lisa.

Como sea.

Me sentía estúpido. Yo, profesor liberal que intenta desprender confianza hacia los estudiantes, espiando a dos de sus alumnas de primero, tal vez de segundo para oírles hablar sobre Dean.

Y además sin ser capaz de recordar el nombre de una de ellas.

Las chicas comenzaron a alejarse de mi campo auditivo y me pareció una gran idea seguirlas para poder continuar escuchando la conversación.

-Entonces ya sabes qué toca. -Natalie miró a Elsa/Bea/Lisa con una sonrisa de lado que no demostraba ninguna buena intención.

Elsa/Bea/Lisa toqueteó nerviosamente las correas de su mochila, tensándolas y destensándolas a gran velocidad.

Me choqué con alguien, perdiendo toda la atención que había depositado en las fans del youtuber de moda.

-Perdón. -Se disculpó Mitch, de segundo.

-Es culpa mía, no iba mirando. -Le sonreí a modo de disculpa y busqué a las chicas con la mirada. Dándolo por perdido, emprendí camino hacia la clase que me tocaba a primera hora.

En medio del camino dos chicas se abrazaron. Pude ver lágrimas en los ojos y mejillas de una de ellas, aunque sonreía ampliamente. Ninguna de las dos me sonaba.

-¿Qué les pasa a estas? -Un chico alto y delgado, con el pelo oscuro y la piel pálida murmuró. Se encontraba justo a un lado de mí y observaba la situación con la misma extrañeza que yo.

-¿Sabes Dean? -Una muchacha pelirroja e igual de pálida que él comenzó a explicar. Tragué saliva, volviendo a centrar mi vista en la escena del frente.

-¿El youtuber? -preguntó el chico.

-Sí -contestó ella -. Por lo visto ayer salió del armario o yo qué sé y parece que está con el cámara. -Mis ojos se abrieron de par en par, incrédulo.

-¿Tanto follón por eso?

-No lo entiendes, ellas llevan con el ship desde que descubrieron a Dean, hará cerca de tres años. -Explicó la chica.

Se me hinchó el corazón y, durante el siguiente par de segundos, no supe cómo sentirme. Hasta que me acordé que era profesor y no un adolescente hormonado más.

-Chicos, -Alcé la voz -, es una historia realmente conmovedora, pero, haced el favor de ir cada cual a su clase, que se está creando un tapón en el pasillo y las clases empiezan en... -Miré el reloj que se encontraba situado en mi muñeca izquierda - medio minuto.

Leave Your Phones ☀ Destiel AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora