Leave Your Phones ☀ Destiel AU

Once

-¿Conocéis las peleas entre Góngora y Quevedo?

-¿Es eso de lo de la nariz? -preguntó Helena.

-Sí. -Asentí con la cabeza, fijando mi mirada sobre ella -. Pero no solo hubo lo de la nariz, se escribieron decenas de poemas el uno al otro intentando dejarse mal. Que si uno le decía que era un borracho, que si el otro le decía que hasta con su ojo ciego podía escribir mejor...

-¿Por qué se odiaban tanto? -cuestionó Andrés.

-Eran de dos corrientes literarias distintas, a uno le gustaba escribir de manera simple y al otro, recargada. Luego ya se volvió personal. -Me giré en dirección a la pizarra, cogiendo la tiza de encima de la mesa en mi camino. -. Entonces, ¿alguien me sabría decir- Tres golpes en la puerta me hicieron parar la lección.

Rodé los ojos.

-Adelante. -Me acerqué a la puerta, levemente irritado por haber sido cortado a media oración.

Se abrió y un chico con cara de estar nervioso entró en la clase.

-¡Hola! -Se rascó la nuca -, perdón por llegar tarde. Estaba liado con el papeleo y luego me he perdido, y no sabía cómo llegar. -Hizo una mueca.

Negué con la cabeza. Quizá se lo tendría que haber dicho por la mañana, antes de salir de casa.

-Solo porque es tu primer día. -Suspiré -. No hagas de esto un hábito.

-Lo siento.

Me giré y vi a toda la clase mirándome con ojos expectantes. Me masajeé la sien.

-Clase, este es vuestro nuevo compañero, Sam Winchester. -Fijé mi mirada sobre él -. Ahora, chico nuevo, ¿qué sabes de las peleas entre Góngora y Quevedo?

He visto algunos comentarios quejándose de mi inactividad (con toda la razón del mundo). Ahora ya no os podréis quejar.

Os quiero. Gracias a vosotrxs tenemos esta novela en el top #521 (que no está muy arriba, pero al menos tiene numerito, que ya es mucho). ¡Gracias, gracias, gracias!

El ver las notificaciones me motiva a ponerme escribir, así que no dudéis en votar o comentar si tenéis ganas.

Espero que os haya gustado este capítulo, intentaré escribir más cuanto antes. 🖤