Capitulo 1

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Estaba sentada en mi mesa haciendo el último trabajo para el día de mañana. Por fin el último, literal el último día de escuela. No me puedo quejar, fue hermosa la preparatoria, aunque enserio fue difícil pero divertido.
Cerré mi libreta y la guarde en la mochila al igual que mis plumas y marcadores. Abrí la ventana para que entrara la luz, antes odiaba abrir las ventanas por la noche porque entraba la horrible e irritante luz amarilla de los faros de luces que enserio eran molestos a la hora de dormir, pero se han tronado gracias por obra del cielo que les ha caído un rayo.
Apague las luces y enseguida entró la luz de la luna formando misteriosas sombras en el suelo con la ayuda de las nubes.
Cerré los ojos y comencé a soñar, en menos de un segundo ya había amanecido y bueno no sé si sea yo, pero en verdad es corta la noche.
Me coloque mi uniforme y me cepille el cabello hasta que quedo lacio, me llegaba un poco abajo de los hombros era color castaño fuerte y estaba a capas un poco pequeñas que si me lo tomaba en una colita se ondulaba al soltarlo.
Mi madre, ya que era el último día decidió llevarme a la escuela, ya que los tres malditos años me obliga a ir en camión, aparte de que era mi cumpleaños.

La madre de Jessi partió a su trabajo y ella entró a la escuela muy emocionada, dando pequeños brincos en los escalones lo cual provocó que cayera al suelo por culpa de el agua que había en ellos.
Se puso de pie antes de que alguien lo notara y camino lo más rápido que pudo hasta llegar al salón.
Abrió la puerta y todos sus compañeros se encontraban ahí y corrieron a ella para darle un abrazo de feliz cumpleaños y uno que otro detalle. Los chicos se comenzaron a ir a sus lugares y grupos y llegaron sus 3 mejores amigas a entregarle la mochila prometida.
-no lo olvidaron! -las abrace- creí que si lo arian.
-cómo podríamos jajaja.
Enseguida entro su profesor y todos corrieron a sentarse y poner toda la atención del mundo.
Estaban nerviosos por los resultados, por suerte Jessi a logrado pasar, antes no era muy buena en el colegio hasta que se aplicó por completo a él.
En fin, las clases terminaron y el desastre en la escuela se desató, los chicos de segundo Preocupados y los de 6to ya listos para poder seguir con su vida.
No fue mucho de mí después de ese día.
Llegue a mi casa y tenían ese enorme pastel de chocolate con lunetas que tanto me gustaba. Me dieron playeras, suéteres y discos. Mis padres y tíos como de costumbre se pusieron borrachisimos y cantaban sin parar. Subí a mi habitación y me encerré en ella, el día de mañana tendría que trabajar y repartir muchas pizzas.
Tenía que trabajar muy duro para poder conseguir el dinero suficiente para viajar a México D.F y pues el motivo? No lo sé aún simplemente quiero conocer esa ciudad porque yo vivo en León Guanajuato y pues las personas que vienen del Df acá, consideran que es una ciudad muy pequeña, y el viaje es algo que queremos mis dos amigas de la secundaria que pues llevábamos planeando desde los 16 años de edad. Queríamos vivir juntas en México, no lo sé muchos quieren ir a distintos lugares del mundo, pero nos gustaría visitar primero el D.F y tirar la moneda al aire y aunque jaja una vez fui pero tenía como 6 años, realmente no lo recuerdo con exactitud, lo único que no se borra de mí era ese Metro mágico que era para mí a esa edad, nunca me había subido a uno, ahora solo tomo el bus que es casi lo mismo según yo aja ja.
Siendo honesta, me gusta viajar en camión o moverme por la ciudad en el, es un momento para escuchar música sin que nadie te moleste y obviamente cuando el bus viene casi solo y no hay personas poniendo su música a todo volumen.

[...]

Abrí los ojos con dificultad y vi el reloj, ya era tarde mi padre me mataría.
Me como de el cabello como pude y me puse mi gorra que parecía estar echa de pizza mexicana, ya saben. Mi playera roja y mi pantalón de mezclilla con mis converse rojos que estaban realmente rayados por todas partes.
Baje las escaleras y solo tome 2 vasos de agua y salí de mi casa y corrí hasta llegar a la para del camión, por suerte este estaba llegando al mismo tiempo que yo.
Llegue al restaurante y mi padre estaba haciendo las pizzas, parecía realmente ocupado.
Entre en cuclillas al tomar las cuatro cajas que estaban en el mostrador, pero mi padre hablo sin dejar de mirar la pizza.
-llegas tarde.
-lo sé... -baje la mirada.
-como sea, ve a dejar estas cuatro cajas vale? Ya tiene La dirección pegada.
-va.
Las o me y salí del lugar, las metí en la caja de atrás y la cerré con llave. Subí a la moto y partí a dejarlas, fue más rápido de lo que creí y me pagaron muy bien, no era usual jaja alguna señal del cielo? Llegue al restaurante y mi padre me pago lo que me tocaba y enserio era demasiado, no esperaba tanto.
Al final del día llegue a casa muerta con mi bolsa café de tela llena de dinero. Subí a mi habitación y me encerré en ella y deje caer las monedas de la bolsa en la cama y comencé a contar todo mi dinero. Deje caer unas cuantas monedas más de mis 10 botes de crema de café extra grandes, y ya había completa lo suficiente para mi viaje a México.
Cerré los ojos y me dije a mí misma "por fin" .
Nunca han sentido esa satisfacción de conseguir algo que en verdad deseaban, es como enamorarse pero esta es mejor.
Pero, la felicidad cuesta tenía que dejar a mi familia, dejarlo todo por mi sueño o capricho, yo que se.
Baje las escaleras con lentitud y mis padres estaban cenando un caldo de pollo. Camine a la cocina y me di cuenta de que estaban muy contentos, tal vez se lo tomarían bien.
-mamá hola jajaja.
-jaja y ese milagro que vienes a cenar? -dijo mi madre.
-ya vez... Jajaja- me senté en uno de los bancos.
Mi padre no me hablaba, era extraño, desde la mañana estaba extraño.
-pa, que tienes?
-nada, solo que me parece extraño que ayas bajado a cenar.
Creo que él ya sospechaba lo que diría, ya lo habíamos hablado pero él se negó rotundamente.
-bueno, les quería comentar que ya he reunido lo suficiente...-dije con una sonrisa en el rostro.
-bueno, no irás...ya hemos hablado de eso Jéssi.
Termino de cenar mi padre y se puso de pie, mi mama solo tocó su frente, sabía que se avecinaba una pelea a muerte.
-porque! Papa tengo 19 años, se cuidarme yo sola! Esa discusión quedo hace ya varios años atrás papa!
-tú no sabes nada! No porque terminaras la preparatoria significa que ya eres invencible sabes? El mundo es peligroso.
-yo no estoy diciendo eso, se que es peligroso y se que voy a correr riesgos al intentarlo pero y si lo logro papa!
-pero que es lo que piensas? Cuál es tu objetivo.?
-papa estaré bien solo quiero que tú me...
-no te apoyaré, no te irás y punto!
-no entiendes que es lo que yo quiero! Soy lo suficiente grande para tomar esta decisión papa!!
-no sabes ni siquiera lo que quieres! Porque no entras a la universidad hu!?
-porque no lo quiero así.
-a que carajo irás a México? A perderte a vivir como una pordioseara, tú crees que ese dinero te bastará?
-tengo de mis amigas de igual forma.
-hija, no seas tan estupida!
-pero papá!
-Cuál es tu objetivo!?
-créeme que no lo sé, solo ir de visita yo que se!
-eso es estupido.
Lo mire enfurecida y después desvíe la vista y una lágrima cayó al suelo sin avisar y apreté mis puños mientras salía corriendo a mi habitación.
Me encerré en mi cuarto y mire a la ventana con lágrimas en los ojos, y si él tenía razón? Y si solo era un sueño estupido? Cerré mis ojos y respire profundo hasta caer dormida.
Les digo un secreto? Solo quiero sentir la adrenalina de estar en otro lugar que no sea mi hogar y casas repetidas y las mismas personas y los mismos buses, no lo quiero más, otro aire simplemente eso es lo que quiero. Aveces es bueno arriesgarse y no siempre hay razón para hacer lo que haces, solo lo haces y ya.
Alguna vez has sentido como todo se derrumba por completo en tan solo un segundo?
Bueno, yo sí.

Hasta Contar A MilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora