Capítulo 13

1.8K 150 6
                                    

Capítulo 13



Hacia un día magnifico, después de convencer a su madre de que ya no podía comer ni una sola cosa más y de ayudarla a recoger la mesa del desayuno, Jensen salió decidido hacia los establos. El sol brillaba con fuerza pero sus efectos eran atenuados por una agradable brisa. Entró en el edificio encaminándose directamente a la cuarta cuadra a la vez que emitía un peculiar silbido.



Por la parte superior abierta de la doble puerta, se asomó la cabeza de un precioso ejemplar bayo, de largas crines negras y con una estrella blanca que comenzaba en su frente y se alargaba hasta la mitad de su hocico. El animal relinchó agitado mientras cabeceaba de arriba a abajo. El rostro y los ojos del rubio se iluminaron llenos de felicidad mientras se acercaba al animal.



- Hey Chest, viejo amigo... Me has echado de menos? - El semental bajó la cabeza buscando el contacto de la mano de su dueño. Jensen le rascaba la frente y la mandíbula a la vez que le susurraba tranquilizándolo mientras abría la puerta y le colocaba el cabezón para sacarlo fuera y prepararlo. Ya en el patio, Jensen dedicó un buen rato a cepillarlo, disfrutando de aquella tranquilidad que le daba hacer aquellas rutinas que le devolvieron a su infancia.



Observó orgulloso la belleza de aquel animal, era un semental grande y fuerte, de carácter orgulloso, su padre se lo regaló siendo aún un potro cuando cumplió los quince y nunca lo había montado nadie más que él. Ambos se entendían a la perfección y Jensen podía manejarlo hasta sin riendas ni silla, solo con la presión de sus piernas y la inclinación de su cuerpo. Su padre siempre presumía orgulloso de aquello. Terminó de ensillarlo y lo montó, el animal se sacudió nervioso al sentir el peso ya que hacía tiempo que nadie lo montaba. El rubio afirmó las riendas mientras palmeaba su cuello tranquilizándolo. - Tranquilo chico... Estás listo?.. - picó los talones en los flancos del animal y salió al trote.



Se dejó llevar sin un rumbo fijo, disfrutando del paisaje y de aquella sensación de libertad que siempre le provocaba montar. Chest también disfrutaba, el animal estaba excitado viéndose libre al fin del espacio reducido de los corrales en los que le soltaban para que se ejercitara. Jensen lo picó un poco mas poniéndolo al galope y el semental pareció agradecer dar rienda suelta a su potencia. El rubio gritó feliz, le encantaba aquello. Finalmente tiró de riendas poniéndolo al paso a la vez que llegaban a una pradera que bordeaba el río. Paro allí y desmontó felicitando a Chest por el esfuerzo, paseó durante unos metros bordeando la orilla hasta llegar a un viejo y solitario roble donde decidió sentarse.



Apoyó la espalda contra el tronco y entrecerró los ojos protegiéndose del exceso de luz que provocaba el reflejo del sol en el agua y la verde hierba. Aquel lugar era hermoso. Jensen pensó en lo que le gustaría traer aquí a Jared. Una sonrisa llegó a su cara imaginándose a los dos cabalgando juntos hasta allí. Podrían hacer una acampada, este sitio era ideal, podrían bañarse, tumbarse juntos en la hierba secándose al sol...,~Jay..~ pensó mientras cerraba los ojos. Sacó el móvil del bolsillo y vio el mensaje.



- Oh mierda...- El mensaje había llegado mientras dormía y después de la conversación con su hermana ni se había acordado de mirarlo. Esperaba que la falta de respuesta no hiciera aumentar el enfado de su amigo. Se encomendó a todo y marcó el número. Los tonos sonaban sin recibir respuesta, cuando ya estaba seguro de que no contestaría escuchó la voz de Jared.



- Diga?


- Ehm.. Hola, soy yo - dijo tímidamente, sorprendido por el tono del castaño. - Qué haces? Has tardado mucho en cogerlo.


- Sí, bueno estaba ocupado, ya no esperaba tu llamada - Jensen llevó los dedos a su entrecejo masajeándolo. Su amigo no se lo iba a poner fácil.

Éramos amigos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora