Parte 9

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-No no puedo creerte, es que no puedo, no me entra en la cabeza lo que me dices-dijo Angela parándose del sofá y yendo a su cuarto asta que una mano le toma la muñeca deteniendo su paso.

-Te juro por mi vida de que estoy diciendo la verdad. Tu padre siempre estuvo contigo y nunca se separo de ti. La persona con quien hablabas cuando eras pequeña y las sombra que veías por la casa cuando estabas sola, era tu padre-explico soltando el agarre que tenía  en la muñeca de su hija.

-Tú me dijiste que Azazel era un amigo imaginario, que no era real.

-Lo dije para no preocuparte, sino, como explicas las sombras que ves, me dijiste hace tiempo de que ya no las veías, pero sabía que mentías, porque yo también las veo-inquirió la madre dando paso a un silencio que duro poco.

-tengo que irme-agrego Angela rompiendo el silencio y dirigiéndose a la puerta.

-¿Dónde vas?

-Solo voy a dar una vuelta, necesito pensar-respondió saliendo de la casa.

Angela empezó a caminar sin rumbo fijo por la calle, pensando en la conversación que tuvo con su madre. Su mente que no paraba de procesar y analizar, empezó a atar cabos, su "amigo imaginario", las sombras extrañas y sobre todo, el sueño que había tenido, estaban relacionadas y concordaban a la perfección con la explicación de su madre. Se sentó en una banca  de una pequeña plaza y en unos minutos después, una mujer se sienta a lado suyo.

-Es un bonito día, es raro ver a alguien triste en un día así-comento la mujer mirando la expresión de Angela, ya que esta se encontraba triste por la verdad de su origen.

-Si bueno, hoy es mi cumpleaños y se supone que debería estar feliz.

-Y ¿qué es lo que te molesta?

-Hoy me descubrí que mi padre no es exactamente una "buena" persona y solo me quiere para un propósito suyo, pero aun no se cual es-explico Angela jugando con la cruz de su collar con los dedos.

-Bueno, no todas las personas merecen tener hijos. Lo que tienes que hacer es aferrarte a esas personas que te aman de verdad, porque ellas son las que de verdad te apoyaran y estarán siempre para ti.

-Gracias, ese parece ser un buen consejo, me tengo que ir, se me hace tarde, a propósito, mi nombre es Angela.

-Mi nombre es Naomi-dijo despidiéndose de la chica-Te queda poco tiempo Angela y cuando llegue ese momento, estoy segura de que se desatara un mal en este mundo si no lo detenemos-susurro mientras miraba a la joven irse de la plaza.

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Sangre de demonio y alma de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora