Parte 19: El final

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  -Buen intento-se quito el cuchillo y tomo a Angela del cuello-Mi propia hija trato de matarme, eso si que me parte el corazón-dijo clavando el cuchillo a Angela en el estomago y tirándola dentro del pentagrama.

-¡AAAAHHHHHHH!-grito en el suelo cubriendo su herida con las manos.

-El eclipse esta en su punto máximo, dame tu concentimiento para hacer el ritual o los mato a todos-ordeno Azazel agachándose cerca de su hija.

-Primero suéltalos-dijo Angela a lo que su padre sin importancia suelta a Gabriela, Jesús y Naomi quienes respiraban agitados buscando aire-Muy bien, yo Angela te doy permiso para que hagas este ritual, pero antes de morir... quiero decir algo.

-¿Qué?

-Vete al infierno-dijo apuñalando a Azazel en el pecho con la punta de la flecha que había escondido en su pantalón.

Azazel herido se levanta y empieza a caminar hacía atrás mientras su piel empezaba a quemarse y a salir humo, tropezó con el cuerpo del la persona que antes había poseído y cayo sobre una vara de hierro atravesándole la espalda y convirtiéndose en cenizas.

-Hija déjame ayudarte-dijo Gabriela ayudando a su hija a parase del piso.

-Aunque no lo creas me ciento bien, herida pero sabiendo que ya no hay nada de que preocuparnos-dijo Angela con una sonrisa.

-Mejor salgamos de aquí y así no tenemos que dar explicaciones-dijo el abuelo señalando al hombre antes había sido poseído el cual, empezó a moverse.

-Tienes razón, hay que irnos-hablo Naomi saliendo con los demás y viendo como el eclipse terminaba.

Los cuatro se montaron en el auto y yéndose  por la carretera hacía un hospital para que atendieran a Angela ya que estaba herida de gravedad. 

-Esta perdiendo mucha sangre-hablo Naomi quien estaba presionando la herida de Angela ya que esta estaba muy débil.

Mientras el cuerpo de Angela estaba en el auto con Naomi presionando su herida, ella encontraba flotando en lo que parecía ser el cielo, rodeada de un color celeste y de nubes.

-¿Volví a morir?-pregunto Angela al verse flotando en donde sea que estuviese.

-No, pero estas muy débil-hablo una voz que de alguna manera transmitía calma y serenidad.

-¿Miguel?-pregunto y en frente de ella apareció una inmensa luz dorada frente a ella.

-No, tú me conoces, soy a quien llama "El rey de reyes" y estoy aquí frente a ti para agradecer  lo que has hecho por el mundo, te voy a dar otra oportunidad para que vivas y seas feliz con quienes amas y te aman-termino de hablar el dueño de aquella luz divina y en eso empieza a desvanecerse.

-AAAAHHHH-grita Angela "volviendo" a su cuerpo físico.

-¿Qué ocurre?-pregunto Jesús.

-¿Estas bien hija?-pregunto Gabriela tratando de mantener su vista fija en el camino.

-Me dio otra oportunidad para vivir-dijo mostrando su herida que empezaba a sanar.

-Y tiene muchos motivos para haberlo hecho-Hablo Naomi sabiendo a quien se refería Angela.

Minutos después los cuatro llegaron a la casa y empezaron a hablar sobre los acontecimientos ya ocurridos. La noche llego y los Montenegro cenaron junto con Naomi como invitada para disfrutar por primera vez el vivir sin la presencia de aquel demonio.

-¿Qué vamos a hacer con esto?-pregunto Angela con la punta de la lanza que le dio el arcángel Miguel.

-Supongo que la tendremos guardada-dijo Jesús terminando de lavar los platos.

-Yo se que hacer-dijo Naomi y en eso armaron una especie de fogatas con las ramas de un árbol y piedras en el patio de la casa para después sentarse frente al fuego-Hay que devolver esta arma a sus verdaderos dueños.

-Me parece bien-dijo Angela colocando el arma dentro de la fogata la cual empezó a quemarse y extrañamente empezó desaparecer volviéndose cenizas dejando pasmados a los presentes.

-En tus venas corre la sangre de un demonio, pero lo que as hecho hoy muestra no solo ante nuestros ojos sino que también ante los ojos de Dios que tu alma es la de un ángel-Hablo Gabriela abrazando a su hija mirando todos juntos contemplaban las estrellas que decoran el hermoso cielo nocturno.




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Sangre de demonio y alma de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora