Parte 11

1K 60 0
                                    

Los días posteriores a la confesión de Gabriela empezaron a ocurrir cosas extrañas en la casa de los Montenegro: las luces titilaban sin razón, se escuchaban pisadas fuertes en la madrugada, las cruces de la casa se caían repentinamente y un aire frío y pesado se sentía todo el tiempo.

Era de noche y Gabriela junto a su padre se van a comprar unas pizzas ya que no había mucho que comer en la casa. Angela se había quedado viendo la televisión en su cuarto y en eso escucha una puerta abrirse, pensando que era su madre y abuelo que habían llegado, sale rápidamente de su cuarto.

-Ya quiero comer-dijo Angela dispuesta a comer, pero se da cuenta de que esta totalmente sola en la casa. Se dio la vuelta para regresar a su habitación pero el ruido de un vaso de vidrio rompiéndose en la cocina la asusta y va a ver que paso-¿Pero que paso? ¿como se cayo?-se pregunto mientras recogía los trozos de vidrio del piso. Empiezan a caer sobre Angela desde un estante, objetos de vidrio como platos y vasos, haciendo que esta corra directo a su cuarto, pero la puerta se cierra frente a ella y sin lograr abrirla al igual que las demás. Se escuchan golpes fuertes en las paredes como si alguien tratara de romperlas-¿Qué esta pasando?-pregunto aterrada sentándose en un rincón con las piernas pegadas a su pecho. Un minuto después llegan su madre y abuelo con las pizzas.

-Angela ¿qué paso?-pregunto al ver los vidrios rotos en la cocina y a su hija temblando en un rincón.

-No se, primero escuche la puerta abrirse y pensé que eran ustedes, después se cayo un vaso en la cocina, fui a recogerlo y todo lo que era vidrio me cayo encima, fui corriendo a mi cuarto y todas las puertas se cerraron y no las pude abrir, y se empezaron a escuchar golpes en las paredes-explico levantándose del piso con ayuda de su madre.

-Esto esta empeorando, mejor llamamos a Naomi mañana para que venga a ver si sabe lo que pasa-sugirió el abuelo.

-¿Naomi?-pregunto la mas joven.

-Si, ella es la bruja que te conté que nos a ayudado en todo esto-explico la madre.

-A ok-dijo sin decir que el día en que su madre le explico lo que realmente pasaba en sus vidas, cuando salio de su casa había conocido a una mujer con el mismo nombre, creyendo que era una simple coincidencia.

-Mejor recogemos esto y después comemos-dijo Jesús a lo que empezaron a recoger los trozos de vidrio del piso, comieron y después se fueron a dormir, pero esta vez, Angela durmió en el cuarto de su madre por temor a estar sola otra vez. 




Sangre de demonio y alma de ángelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora