Sangre de demonio y alma de ángel

Parte 7

Eran las 12 de la noche. Mientras su madre y abuelo dormían, Angela no lograba conciliar el sueño, cambiando de posición en su cama a cada momento, miro el reloj dándose cuenta de que era media noche.

-Nooooo puedo dormiiirrr, por lo menos ya es mi cumpleaños, mejor veo televisión-dijo frustrada prendiendo el televisor. Empezó a cambiar de canales asta que encontró algo interesante que ver. Los parpados se empezaban a sentir mas pesados y difíciles de levantar, pestañeo un par de veces asta caer dormida, y no tardo mucho en empezar a soñar.

Angela se encontraba en una especie de cueva oscura con un olor horrible que parecía ser azufre y carne podrida mezclados, estaba rodeada de neblina, movió la cabeza de un lado a otro tratando de orientarse y saber en donde estaba, pero todo era igual, mientras se preguntaba en donde estaba, apareció lo que parecía una sombra en la neblina.

-¿Tú quién eres y en dónde estoy?-pregunto un tanto nerviosa viendo a la sombra, distinguiendo en ella, dos esferas de un amarillo intenso que parecían faroles.

-Estas en tu verdadero hogar y yo soy tu padre mi querida hija-se oyó como respuesta que parecía provenir de aquella sombra.

-Eso no es posible, mi padre abandono a mi madre mucho antes de que yo naciera porque no quería tener hijos-respondió firme la joven Montenegro.

-Yo no te abandoné en ningún momento, ¿recuerdas a tu amigo cuando eras mas pequeña, con el que hablabas cuando estabas sola? 

-¿Eres tú?, ¿tú eres Azazel?-pregunto un tanto asombrada.

-Si, yo siempre estuve a tu lado, cuando deje de hablar contigo cuando empezaste a crecer, yo aun estaba hay, esa sombra que sueles ver a veces en tu casa soy yo-explico Azazel.

-Eso es imposible, tu solo eras un amigo imaginario con el que hablaba de niña, no eres real.

-Es hora de que me valla, pero recuerda, yo siempre estaré contigo y que tengas un feliz cumpleaños-dijo Azazel desvaneciéndose junto con la niebla dejando todo totalmente oscuro, el olor había desaparecido y se escuchaba varias voces en la lejanía.

Angela despertó exaltada de su sueño a causa del sonido de televisor que se había quedado prendido.

-Sera mejor que lo apagué-dijo apagando el televisor y volviendo a dormir.

Eran las 6:30 de la mañana y Angela empieza a despertar, salio del cuarto hacía el baño, al salir, encontró a su madre y a su abuelo en la cocina.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS!-gritaron a unisono los parientes de la chica con un pastel con una vela en foorma de número 16 y la cajita de recalo en la mesa.

-Muchaaasss graciaaasss-dijo muy animada la cumpleañera dándoles a ambos un abraso. Su madre y su abuelo empezaron a cantar la típica canción de cumpleaños, y al terminar, Angela apagó la vela de un soplido.

-

-

-