Los Potter: El Principio

4• Hogwarts

1 de septiembre, tío Vernon se había burlado de los azabaches cuando dijeron el número de la plataforma, "9 ¾".

Ambos ya se habían rendido y se encontraban en la plataforma
"9- 10", cuando miraron a una familia de seis pelirrojos vieron como uno de ellos entro por un muro.

—Disculpe, señora ¿Cómo... -dijo Harry algo nervioso, mientras aferraba entre su mano izquierda la mano de Katy.
—¿Es su primer año en Hogwarts? -ambos asintieron. —No se preocupen también es el primer año de Ron, sólo tienen que pasar ese muro entre la plataforma nueve y diez, pero pasen corriendo eso confunde a los muggle.

—¡Gracias! -exclamaron los azabaches.
—Mamá -dijo una niña pelirroja.
—Creo que ellos son los Potter.
—¿Tu crees querida? —preguntó algo dudosa.
—Si, pregúntales.
—No creó que sea correcto.
—Vamos mamá solo pregunta, no pasa nada.
—Bueno esta bien —dijo rendida por tanta insistencia.
—Chicos —pronuncio con una dulce voz.
—¡¿Sí?! —preguntaron al unisonó
—¡Ja!, estos gemelos nos quieren hacer la competencia— interrumpió George.
—¡Chicos! —vocifero su madre con un leve tono de enfado, no sean irrespetuosos, es más, ¡Fred!, entra tu primero.
—Eres mi madre y no me reconoces mujer soy George.
—¡Oh, lo siento George! -él chico tomó impulso pero se detuvo antes de seguir.
—Era broma. Si soy Fred —riéndose corrió lejos perdiéndose en el muro con el gemelo "George" siguiendole.
—Bueno en que estaba... Ah sí, niños ¿ustedes son Harry y Catherine Potter?
—Si señora —respondieron algo avergonzados.
—Ves mamá te lo dije -exclamó risueña la pelirroja.
—Si hija ya ví.
*.*.*

Ambos Potter habían entrado y estaban intentando subir sus baúles cuando llegaron los gemelos pelirrojos divertidos.
—Nosotros les ayudamos con eso- sin esperar respuesta los pelirrojos los ayudaron.
—Muchas gracias —exclamaron, antes de ir a buscar un compartimento vacío, luego de un rato encontraron uno ocupado sólo por el niño pelirrojo, ¿Ron?

—Hola —dijeron coreando de nuevo, el pelirrojo soltó una risita.
—¿De que te ríes? —preguntó Catherine.
—Cuando hablan al mismo tiempo me recuerdan mucho a mis hermanos, Fred y George.
—Ah... ¿podemos sentarnos contigo?.
—Claro— dijo Ron sin tomarle importancia. —Soy Ron Weasley.

Él chico estiro la mano, él primero en aceptarla fue Harry.

—Harry Potter —Ron abrió los ojos como platos, no se lo creía, salió de su asombro cuando Catherine hablo.
—Catherine Potter, un gusto conocerte —al igual que su hermano estiro la mano para que Ron la tomara.

—Entonces, es cierto.
—¡¿Que?! —volvieron a decir juntos.
—¿Es cierto que... —él chico trago pelirrojo en seco. —Harry tiene la... la... la cicatriz.
—¡Ah sí! —Harry se quitó el cabello de la cara y Ron no cabía de la emoción. En ese momento pasó una señora con un carrito de lleno de dulces.

—¿Quieren algo del carrito?— exclamó con voz bonachona.
—No gracias, traje algo — Ron no muy convencido mostró un trozo de carne envuelto en plástico. Los azabaches se miraron con complicidad, sacaron su dinero felices.

—¡Lo queremos todo! —a Ron casi se le salen los ojos de la impresión.

Estaban comiendo los tres contentos cuando una niña de ojos cafés y melena muy alborotada, con el uniforme de Hogwarts abrió el compartimiento.

—¿Han visto una rana?, se le perdió a un niño llamado Neville Longbottom — observo a los  azabaches deteniendo su mirada más de la cuenta.

—¡Caracoles Hervidos!, son Catherine y Harry Potter, mucho gusto soy Hermione Granger— primero le dio la mano a Catherine y después a Harry.

—¿Y tú eres? — pregunto a Ron con actitud desdeñosa.
—Ron Weasley —contesto este con la boca llena de caramelos.
—¡Ah!, un placer- le respondió ella con la misma actitud del principio. —Bueno será mejor que se cambien pronto llegaremos a la estación.