Capítulo 7: Mentiras
-No te puedes perder esta fantástica oferta. Sólo si llamas ahora recibirás de regalo el accesorio para cortar en lonchas.
Era la Tele tienda. Casi las doce y media. Subí a mi habitación. Me iba a meter en la cama cuando vi una luz fuera. ¿Quién puede estar a las doce y media de la noche en mi jardín? Me asomé a la ventana, y vi a alguien con una linterna buscando algo por la parte trasera de la casa. Abrí la venta. Lo observé callado. Parecía como si se le hubiese caído algo y no lo encontrara. Le grité que qué hacía ahí a estas horas. Miró hacia arriba y salió corriendo. Cerré la ventana. Me acosté en la cama y me dormí.
Deja a Leire, no te conviene. Ella no te quiere. Sólo busca ve…
Me desperté sobresaltado. Menos mal que sólo era una pesadilla, pero parecía tan real.
Me levanté. Como era lunes, mis padres no estarían en casa, y como Thomas está en casa de Israel, estoy sólo. Genial.
Cogí el portátil. Me senté en el sillón del salón y lo encendí. Cuando se abrió mi usuario vi esa foto. Ya no me acordaba. Fue la tarde anterior a el accidente de James. Estábamos James, Leire y yo. Lo pasamos muy bien ese día. Con esa foto me entró nostalgia, y abrí la carpeta con todas las fotos que tenía de James. Las vi todas, una por una. Recordando todos y cada uno de los momentos vividos con cada foto. Empecé a llorar.
Sonó mi teléfono.
-¿Si?
-Buenos días Alex.
-Claro, como no.
-Yo también estoy contento de oírte.
-¿Qué quieres ahora? No estoy de humor.
-Quiero que te seques las lágrimas y me escuches atentamente.
-¿Cómo sabes que…? Para que me molesto. Te escucho.
-Acabas de empezar a salir con Leire, ¿verdad? Bueno, pues quiero que la dejes. No te conviene. Ella sólo quiere ve…
-Ah no, eso sí que no. Leire me quiere. Y yo a ella. Nos gustamos. Me lo confesó. No me voy a alejar de ella ahora que sé que me corresponde.
-Como tú lo veas, Alex. Yo sólo te advierto.
-Lo siento pero no me creo que Leire no me conv…
-Pues no te crees que me lo ha vuelto a hacer. Me ha colgado.
Llamé a Leire.
-¿Si?
-Soy yo Leire, Alex.
-Ah, hola cariño.
-Buenos días, preciosa.
-¿Te apetece que vayamos a dar una vuelta por ahí?
-Me acabas de leer la mente. Te paso a buscar dentro de una hora.
-Vale, amor.
-Hasta ahora cariño.
Colgó.
Me duché. Revolví mi armario buscando algo decente para llevar puesto. Encontré una camisa roja con rayas blancas, que me gusta mucho. La combiné con mis All Star rojas. Y me puse un vaquero.
Me eché medio bote de perfume muuuuy dulce y salí a buscar a mi querida novia.
Llegué a su casa. Me abrió Ana, la madre de James y Leire.
-Cuanto tiempo Alex. Que grande estás.
-Si, señora Evans. ¿Qué tal está?
-Bueno, no me puedo quejar.
-Y el señor Evans, ¿trabajando?
-Sí, hoy le toco doble turno.
-Venía a recoger a Leire, vamos a dar una vuelta.
-Ah sí por supuesto. Pasa.
La casa estaba muy diferente a como la recordaba. Ahora había un montón de fotos de James por todas partes.
-Está arriba en su habitación terminando de arreglarse.
-Muchas gracias.
-De nada muchacho.
Mientras esperaba, me sonó el teléfono.
-Hola.
-Alex, soy yo.
-TÚ. Que sea la última vez que me cue…
-Te digo que Leire no te conviene y lo primero que haces es llamarla para quedar. ¿Tú eres tonto?
-Oye, sin faltar.
-Te lo digo en serio. Tienes que dejarla. Sal de ahí ya.
-¿Estás loco? ¿Está a punto de bajar para irnos y la voy a dejar plantada?
-Pues sí. Si lo haces te prometo que en cuanto llegues a tu casa te cuento alguna cosa sobre el secuestro de tu amigo.
-Está bien, haré lo que pueda.
Subí a la habitación de Leire.
-¿Leire?
-Un segundo Alex. Tengo algo que decirte.
-Sí, yo también. Tu primero.
-No voy a poder salir hoy contigo, me siento un poco mal. Lo siento.
-Ah, no pasa nada. –menos mal. Me acaba de quitar un peso de encima.
-Lo siento cariño. ¿Y tú que querías decirme?
-¿Eh? Ah no nada. Que si te apetecía ir al Mcdonalds. Pero ya nada, ¿no?
-Lo siento mucho amor.
-No pasa nada. Te quiero.
Bajé al comedor.
-Hasta luego señora Evans.
-¿Ya te vas? No te llevas a Leire…
-No, se encuentra un poco mal.
-Ah vale. Hasta pronto.
-Adiós.
Corrí hasta llegar a mi casa. Necesitaba saber algo sobre el secuestro de Chris.
Esperé la llamada de ese extraño, pero no lo hizo. No me llamó.
-Yo lo mato.
Salí a dar una vuelta.
HOOOOOOOOOOOOOLAAAAAAAAAA!!!!!! Que taaaaal??
Bueno, ésto es sólo para informaros de que como veo que le estoy escribiendo al aire, pues no voy a hacer el tonto que escribe y que nadie le lee. Si quereis que siga con la historia, necesitare 2 votos y 1 comentario. Venga, que no os van a cobrar poir votar y comentar, y no os cuesta nada alegrarme un poco el dia, hombree. Bueno, pues eso, 2 votos y 1 comentario y subiré el siguiente capítulo. Os quieroooooo!!! Un besote grandeee!!!!
