Capítulo 4: Cosas de Adolescentes
Nunca os he contado el lugar en el que vive la familia de James, ¿no? Bueno, pues viven tres calles por debajo de la mía. Ahora allí solo viven los padres de James, Ana y Mario. Son muy buenas personas, pero después de la muerte de James, no han vuelto a ser los mismos.
Me gusta pasar por su calle y ver su casa, me trae muchos recuerdos…
Quedé con Chris en mi casa a las 21:00 para ir a una fiesta. Llegó un poco tarde, pero no mucho. Cogí mi móvil y nos marchamos a casa de Peet (otro de sus amigos a los que yo no conozco. Me pregunto cómo los conocerá)
Llegamos a la fiesta.
Yo, como siempre, no bebí. En cambio, en la fiesta, el que no estaba borracho, se estaba enrollando con alguien a quien seguro acababa de conocer o las dos cosas a la vez.
Me dan mucha pena, pero no les culpo. Es la adolescencia.
Me fui a la cocina y me puse un vaso de Fanta. Oí que me llamaban. Me giré. No vi a nadie.
Subí a la segunda planta, mientras me bebía la Fanta. Busqué una habitación en la que no hubiese nadie. Me acosté. Me dolía mucho la cabeza.
A partir de ahí, no recuerdo absolutamente nada.
Me desperté en la cama de la casa de Chris.
-Tío, ¿qué coño hago aquí? –pregunté muy confundido. Me duele mucho la cabeza
-Alex, ¿estás bien? –me preguntó Chris.
-No. ¿Qué pasó anoche? No recuerdo nada
-¿De verdad no te acuerdas de nada? Si fuiste el alma de la fiesta. Estuviste como loco durante toda la noche. Te besabas con todas las que se cruzaban por tu cami…
-¡¡¡¡¡¿Qué dices?!!!! Imposible, yo no soy así. No recuerdo nada…
-Pues fue lo que hiciste…
-¡NO! Yo no me comporto así. Además, ¿por qué no me acuerdo? No bebí en toda la noche, lo único que tomé fue un vaso de Fanta…
-Pues me parece que no. Que yo te viera, tomaste Ron, Vodka,…
-¡¿En serio?! No puede ser, le he fallado a James…
Me fui lo más rápido que pude de la casa de Chris, sé que no estuvo bien pero tenía que irme.
Compré flores en la floristería y me fui al cementerio.
-James, yo… ¡Lo siento mucho! No recuerdo nada de la fiesta. Sé que te prometí que no lo haría, pero Chris dice que bebí, y no creo que me mienta en algo tan importante. Lo siento de verdad, perdóname…
Puse las flores en su tumba y me fui.
Cuando llegué a mi casa, no había nadie.
Encontré una nota tirada en la entrada que decía:
No te fíes de todo lo que te dicen, por muy unidos que creas que están a ti.
-¿Pero qué es esto?
La nota estaba escrita a ordenador, por lo que no pude saber quien la había escrito.
Debe ser una broma de alguien. –pensé.
Me fui a la cocina y me preparé algo rápido de comer.
Cuando terminé, oí el teléfono, era Chris.
-Tío, ¿qué te ha pasado antes en mi casa?
-Tenía que hacer cosas.
-Ah, vale. ¿Quieres que vallamos desp…
-No Chris, gracias. Sea lo que sea, no quiero salir hoy.
-Vale. Llámame si necesitas algo.
-Lo haré.
-Vale tío, hasta luego.
-Hasta luego.
Colgué.
Noté a Chris muy raro. Creo que tiene algo que ver con lo que me pasó anoche.
Decidí salir he ir a comprar cosas para hacer la cena.
Pasé por la calle en la que viven los padres de James. Me fijé en que estaba aparcado el coche de Leire, la hermana de James. No puede ser. ¿Habrá terminado ya sus estudios?
No me atreví ni a pasar por delante de su casa, por todo lo que había pasado con James.
Me fui hasta el supermercado. Compré lo necesario para hacer la cena y volví a casa.
Ya habían llegado mis padres con mi hermano. Habían ido a la pizzería.
-Ah, y yo que iba a hacer la cena.
-Lo siento hijo, nos apetecía pizza y fuimos a Luigi’s y como no estabas…
-Ya, no pasa nada. Comemos pizza.
Cuando terminé de cenar subí a mi habitación.
Volvió a sonar el teléfono.
Era un número oculto. Lo cogí.
-¿Sí? –contesté.
-¿Has recibido mi nota? –era una voz muy ronca, creo que estaba modulada.
-¿Qui..Quién eres?
-Eso ahora no importa. No te preocupes, no voy a hacerte daño ni nada de eso. Solo quiero ayudarte.
-Dime quién eres.
-Te he dicho que eso no importa, lo que importa es lo que te pasa cada vez que vas a una fiesta. Al día siguiente no te acuerdas de nada y apareces en un lugar distinto al último en el que recuerdas haber estado, ¿verdad?
-Sí, pero ¿tú como sabes eso?
-Alex, yo lo sé todo. Lo único que te puedo decir por ahora, es que no te fíes de nadie. De nadie…
-Dime quién er… ¡Hola! Mierda me ha colgado.
Que no me fie de nadie. ¿Lo dirá por Chris? ¿Dios, que está pasando?
Me acosté en la cama y me quedé dormido pensando en todo lo que había ocurrido hoy.
