➢ tres.

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Había pasado por aquella situación varias veces en mi vida pero no conseguía acostumbrarme, simplemente no podía. Una de las peores sensaciones es encontrar a la persona que amas con su familia, y con familia no me refiero a padres, abuelos o hermanos—sería mucho mejor así—,me refiero a su mujer y a su hija. Abrazados y felices, como esas familias sacadas de películas.

¿Saben eso que dicen, lo de "y escuché como mi corazón se rompía en pedazos"? Pues supongo que por todas las veces que he pasado por esta situación, ya no habría ni manera de reconstruir mi corazón.

Eso sonó demasiado dramático.

Observé como Stephen cargaba a Mavi en brazos y ésta apoyaba su cabecita en el hombro de su padre. Cassandra se aferraba al brazo libre de Stephen y él sonreía mientras hablaba con algunas personas del equipo.

Ni siquiera sé por qué me torturaba a mi misma mirándolos. Quizás intentaba meterme en la cabeza de una vez que lo que sentía por Stephen nunca iría a ningún lado.

El almuerzo ya había terminado y todos nos encontrábamos en la sala, hablando, bebiendo y molestándonos entre nosotros. Bueno, yo era la única antisocial sentada en el sofá, bebiendo vino y torturándose mentalmente.

— Si miras tanto, se te pueden salir los ojos, cariño.—susurró Willa mientras se sentaba a mi lado en el sofá.—¿Qué haces torturándote, Emily?

Aparté la mirada de la familia feliz para mirar a mi amiga y sonreí de manera forzada. Si ella se dio cuenta de que los miraba, quizás algunas personas presentes también lo hicieron.

Willa me quitó la copa de vino de la mano y bebió mientras me miraba, esperando una respuesta.

— No lo sé, podría culpar al vino.—respondí y volví a mirar a Stephen.— Se ven tan bien juntos, Willa.

— Deja de torturarte, Emily.—dejó la copa de vino sobre la mesita delante nuestra y se levantó.—Ven, vamos a buscar a Colton para irnos de aquí, pasé demasiado tiempo fuera y los extraño.—sonrió.

Me levanté sin pensarlo dos veces, era mejor irme de ahí. Arreglé la falda de mi vestido y miré a Willa, quien me tendía la mano.

— Iré al baño primero, demasiado vino.—reí y ella asintió.

— Buscaré a Colton, te esperaremos en la entrada.

Asentí y caminé hasta el baño de invitados lo más rápido que pude. Cuando intenté abrir la puerta del baño, ésta se encontraba cerrada y alguien gritó "Ocupado". Maldije mentalmente y me apoyé en la pared del pasillo hasta que recordé el baño en la habitación de Katie.

Quizás no estaba ocupado.

Caminé hasta la habitación de Katie y prácticamente corrí hasta el baño de ésta, que por suerte no se encontraba cerrado.

Después de unos minutos de alivio, salí del baño y me encontré con una alta figura justo delante de mi, dándome la espalda y sujetando una mochila infantil en forma de león. Sabía muy bien de quién se trataba.

— ¿Stephen?—murmuré y el aludido se dio la vuelta, frunció el ceño por un instante y luego sonrió.

Y como me encantaba cuando lo hacia.

Y como me encantaba cuando lo hacia

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