Capítulo 7

1.6K 67 3
                                    

               Justin POV's
     Capítulo 7

Eran las 3:00 de la tarde y estaba rumbo a la casa de Adam. Despues de la llamada de mi madre cancele todas las cosas qué tenia qué hacer. De todas maneras yo era el dueño del hotel. Cuando llegue a la mansion Adam estacione el auto y vi qué el de Amber no estaba.

Perfecto.

Me baje del auto y me acerque a la puerta para tocar el timbre. La puerta se abrio revelando a Ana. Le sonrei y ella me devolvio el gesto.

—La niña Amber no esta—dijo.

—Ya lo se. Vine a ver a Adam—le dije con una sonrisa.

—Entiendo—dijo haciendoce a un lado para qué pasara.

—El señor Adam esta en su habitacion, si gustas puedes pasar o le digo qué estas aqui—me dijo.

—No, yo voy—le dije y subi las escaleras.

Como no sabia cual era su habitacion volvi a bajar.

—Lo siento ¿Puedes decirme cual es su habitacion?—pregunte.

—La ultima a la isquierda—me dijo negando con una sonrisa y subi.

Cuándo llegue a la puerta indicada toque la puerta ganandome un "Pase" de parte de Adam. Entre y lo vi sentado en su silla de ruedas.

—Hola Justin ¿Qué te trae por aqui aparte de mi nieta claro?—dijo haciendome sonrojar.

—Hola Adam, no necesariamente vengo por Amber. También vengo a darte las gracias—le dije acercandome.

Fruncio el ceño mientras me miraba algo divertido.

—¿A darme las gracias?—preguntó.

—Si, mi madre me dijo qué usted habia dado la idea de adelantar la ceremonia y extender los meses de viaje—le dije.

El asintio con una sonrisa la cual devolví. Este hombre me caía muy bien, siempre había sido amable y cariñoso conmigo. Desde que era niño, recordaba que mi padre me llevaba a ver a su gran amigo el señor Stone el cual siempre me recibía con un abrazo y con dulces.

(...)

Amber POV's

Cuando salí de la oficina baje en el ascensor directo al parqueo. Busque mi auto y cuando lo encontré me monte en el. Pasaria por Starbucks por un café. Cuando llegue me baje y entre. Hice mi orden y espere hasta que me la dieran. Cuando estuvo listo pague y cogí mi café para luego ir a mi auto e ir a casa.

En el camino a casa me fui tomando el café el cual todavía tenía. Estacione el auto y vi que el de Justin estaba ahí. Fruncí el ceño. Nada bueno debe de ser. Entre a casa y había un silencio sepulcral. Más extraño todavía.

Subí a mi habitación y deje el bolso a un lado. Entre al baño y prepare la bañera para cuándo terminará con el café al cual le quedaba poco, meterme y relajarme un poco. Deje el vaso plástico del café a un lado y comencé a quitarme la ropa quedando en ropa interior.

(...)

Salí del baño envuelta en una toalla blanca. Me sobresalté al ver a Justin sentado en mi cama y con una pequeña braga de encaje negro. Al momento corrí hasta donde estaba y se las quite de las manos.

―¿Qué carajo haces aquí?―pregunte mientras metía nuevamente la braga en su lugar.

—Si te quitaras la toalla fuera todo más perfecto. No sabes cuánto me pones así―dijo mirándome de arriba a abajo mientras se mordía el labio.

Lo mire mal. Si las miradas mataran Justin ya estaría más que muerto.

―Uno: No seas grosero. Dos: responde mi pregunta―le dije.

―¿Podrías repetirla por favor? Es que no me acuerdo―dijo haciendoce el gracioso y el olvidadizo.

Solté un suspiro para luego volver a preguntar.

―¿Qué ha...?―y hay me quede ya que de un momento a otro estaba acorralada contra la pared y sin escapatoria.

Sus labios estaban a centímetros de los míos. Su respiración la sentía tan serca y caliente que no podía ni siquiera pensar con coherencia. Se fue acercando más, pegando mucho más su cuerpo con el mío.

―J...Justin―dije en un susurro.

―Shhh―dijo depositando un casto beso en mis labios―Déjate llevar―dijo para luego besarme como si no hubiera un mañana.

Ya no sé en qué momento estaba recostada en mi cama y Justin arriba de mi. Tampoco se en qué momento se quitó la parte de arriba de su ropa dejándome ver sus maravillosos abdominales y sus sexys tatuajes. Nos besamos con tanto desespero que mis labios ya dolían. Sentía que estaban hinchados.

Justin pasó los besos de mis labios a mi cuello haciéndome soltar uno que otro gemido. Poso su mano en mi pierna y comenzó a acariciarla para luego comenzar a subirla poco a poco. Me miró como pidiendo permiso el cual le di. Metío su mano dentro de la toalla y mi respiración comenzó a ser pesada.

―Justin―dije su nombre en un gemido el cual él se encargó de callar con un apasionado beso.

Los dedos de Justin estaban haciendo maravillas en mi húmeda entrada. Yo cada vez estaba más mojada y más excitada y quería tenerlo dentro ya.

—Te quiero adentro mío ya Justin—ordené desesperadamente.

Sentimos como alguien tocaba la puerta. Justin paro sus caricias haciéndome gruñir. Me miro con una sonrisa.

―¿Amber cariño estas ahí?―preguntó Ana.

―S...Si ¿Qué pasa?―dije con un poco de dificultad.

―El joven Jake te busca―dijo.

Oh Dios Jake. Habíamos quedado en ir a dar una vuelta. Mire a Justin el cual tenía el ceño fruncido y luego mire la puerta.

―Dile que en un momento bajo―dije.

Al no sentir respuesta dedujimos que se había ido. Justin iba a retomar la sección de besos pero la voz de Ana nos interrumpió.

―Oh y Justin, tú mamá llamo y dice que le devuelvas la llamada―dijo y sentimos como soltó una risita.

―¿Como maldita sea supo que yo estaba aquí?―preguntó frunciendo el ceño.

―Ella es vieja pero no tonta―le dije con una sonrisa.

Cuando Justin comenzó a besar nuevamente mi cuello me tense. No suelo ser así. Ya no se lo que me pasa con este hombre.

―J...Justin no para. Esto no está bien, no suelo tener más que palabras con mis clientes―le digo tratando de apartarlo.

Justin bufo y se paro de arriba mío. Se acomodó su ropa y me miro con el ceño fruncido.

―¿Te das cuenta que siempre terminas arrepintiendote?―pregunta molesto.

―Es que está mal―le digo.

―¡Maldición Amber!―grito con desespero―¿No te das cuenta que estoy desesperado? ¿N...?―pero hasta ahí quedo su discurso.

―¡Pues si estás tan desesperado búscate una puta que alegre a tu amigo!―le grite.

El me miro confundido pero no dijo nada. Me miraba mientras negaba con la cabeza para luego salir dando un portazo.

Genial. Esto es muy genial.

La Indomable |JB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora