La Indomable |JB|

Capítulo 14

               Amber POV's
   Capítulo 14

—Ya los niños están dormidos—hablo Justin entrando a mi habitación.

Asentí y seguí arreglando la cama para dormir. Estaba muerta, quería dormir por lo menos mil años seguidos. Justin se paro detrás de mi y me hizo parar lo que estaba haciendo.

—Creo que no supe expresarme cuando dije que dejáramos que las cosas fluyeran. Estábamos en un lugar en el cual no podíamos hablar tranquilamente pero ahora es diferente—hablo mirándome directamente a los ojos.

Desvíe la mirada y la clave en un punto fijo de la habitación. No quería mirarlo y no porque estuviera molesta sino que me sentía avergonzada por todo lo que estaba pasando.

—Amber mírame, mírame amor—nuevamente puso su dedo debajo de mi barbilla y levantó mi cabeza de forma que quede mirándolo.

—No quiero que pienses que me acuesto con cualquier hombre que me diga cosas bonitas—el soltó una carcajada y yo lo mire mal.

—Lo siento bonita pero eso jamas me paso por la mente y si esa es tu preocupación déjame decirte que eres muy boba. Jamás pensaría algo así—me agarro de la cintura y me pego a el.

—Además no quiero ser una más de tus chicas—hable contra su pecho.

—No lo eres pero... ¿Que quieres tu?—pregunto.

—Ser la única—ni si quiera me dio tiempo a responder cuando ya lo tenía casi encima mío besando mis labios.

Cuando por fin reaccione le devolví el beso el cual fue cambiando de tierno a apasionado y luego a un beso desesperado por sentirnos el uno al otro. Justin se agacho un poco colocando sus manos en mis muslos y yo di un pequeño salto y quede enganchada a su cintura. Camino conmigo hasta pegarme no tan delicadamente contra la pared, solté un pequeño gemido que lo hizo gruñir y morder el labio inferior antes de terminar el beso y pegar su frente a la mía.

—Eres la única y quiero hacerte mia, de hecho ya eres mia—hablo algo agitado.

Nuestra respiración se entremezclaba por lo agitados que estábamos después del beso. Mis manos acariciaban el pelo de su nuca haciendo figuras imaginarias.

—Quiero hacerte el amor toda la noche, quiero que seas mia. Mi bonita—sonreí al escuchar el apodo.

—Y yo quiero que me hagas el amor toda la noche Justin—hable y volví a juntar nuestros labios en un beso apasionado y necesitado.

          5 meses después

Habían pasado 5 meses de los 10 en los que estaría en la mansión de los Bieber cuidando a los niños. Las cosas habían cambiado mucho. A pesar de que no éramos pareja nos comportábamos como una. Justin llegaba todos los días aunque sea con una rosa y chocolates. Cada detalle que tenía me hacía sentir más atraída y embobada por el. Dormíamos juntos todos los días y hacíamos el amor. Me dejaba siempre el desayuno preparado cada vez que salía para la oficina pero hoy sería diferente. Hoy el sería el sorprendido.

Quite la mano que me agarraba la cintura como si no hubiera un mañana y cuidadosamente me levante de la cama dirigiéndome directamente al baño. Me di una ducha rápida y salí, agarre algo de ropa interior limpia y me puse un cómodo conjunto deportivo. Baje sigilosamente a la cocina y me puse manos a la obra. Pasados unos minutos sonreí triunfante al ver lo que había hecho. Deje dos platos servidos en la mesa para que los niños desayunaran. Agarre el tazón de fruta picada y la coloqué en la charola, alcancé las tostadas, la nutella, jugo de naranja recién exprimido, la jalea de fresa y los huevos revueltos y me dispuse a subir las escaleras no sin antes agarrar una rosa blanca y ponerla también en la charola. Los hombres también reciben rosas.