Capítulo 15

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                Amber POV's
    Capítulo 15

Cuando pensé que mis problemas habían acabado fue todo lo contrario. Pero que tonta, pensé que el me dejaría en paz, pensé que tal vez y solo tal vez Eric dejaría de acosarme. Aquí estaba con uno de sus tan famosos sobres en la mano. No sabía que hacer, mis manos temblaban y mis palmas sudaban de manera descomunal. Sentí pasos en la escalera y rápidamente escondí lo mejor que pude el sobre. Justin apareció con una sonrisa en el rostro y fue directo en mi dirección, le di una mueca como sonrisa la cual el detectó rápidamente.

—¿Que sucede mi vida?—sonreí al escuchar su apodo y negué.

—Esas muecas que me das no parecen ser nada. Puedes confiar en mi—mire a otro lado.

—Y..Yo solo quiero que sepas que pase lo que pase, s..siempre te elegiré a ti. Ahora vamos a ver que están haciendo esos diablillos—sabía que está carta era la definitiva y eso significaba solo una cosa: El momento de tenerlo de frente estaba a la vuelta de la esquina.

Nos dirigimos a donde se escuchaban las risotadas de los niños y los vimos viendo un programa de televisión. Sonreí al verlos, no sabía cuándo sería la próxima vez que los vería a todos nuevamente o si los volvería a ver.

***

Cuando tuve la primera oportunidad para escaparme de las garras de Justin, me dirigí a mi habitación y le puse el seguro. Saque el sobre blanco y comencé a leer la carta.

Querida Amber

Disfruta tus últimos días de romance con el rubio oxigenado, pronto estaremos juntos como debió de ser en un principio. Vas a seguir al pie de la letra cada paso que te mande o de lo contrario ya sabes que pasará. Todos morirán. Nos vemos pronto querida mía.

Pd: Estoy ansioso por tenerte nuevamente

Me sobresalte al escuchar el toque en la puerta. Mire a esta y luego mire la carta en mis manos. Abrí el primer cajón y la metí debajo de mi ropa interior. Me dirigí a la puerta y la abrí encontrándome con Justin.

—¿Todo esta bien?—pregunto con el ceño fruncido.

—Todo en orden—conteste con una sonrisa fingida.

El asintió sin creérselo mucho pero aún así me mostró una bella sonrisa. Me acercó a él y beso la comisura de mis labios.

—Los niños pasaran la noche en la casa de los vecinos por ende e preparado algo solo para nosotros dos—hablo sacando un pañuelo del bolsillo trasero de su pantalón.

Me guío por el pasillo y al llegar a la parte de las escaleras me cargo tipo princesa y luego me volvió a dejar en el suelo. Solté una risa nerviosa ya que no me esperaba todo esto.

—Hay un escalón, ten cuidado—su voz se sentía diferente.

No se si eran ideas mias pero podía sentir un ligero deje de nervios. Caminamos unos segundos y luego me pidió que me detuviera.

—No se como paso esto y tampoco pensé que lo volvería hacer en mi vida—hablo mientras quitaba la venda de mis ojos.

—Solo se que no quiero pasar un minuto más de mi vida sin tenerte a mi lado, no quiero sentir que estoy perdido por el simple hecho de no tenerte conmigo y no quiero que otro hombre pueda llegar y enamorarte. Simplemente no quiero que te alejes de mi jamás—mis ojos a este punto estaban cristalizados y las lágrimas no pedían permiso para deslizarse por mis mejillas.

Todo lo que había preparado era simplemente maravilloso y sería una tonta si no me sintiera alagada y emocionada de que este hombre en frente mío estuviera tan emocionado de confesarse ante mi. Justin agarro mis manos y lentamente se fue poniendo de rodillas sin perder contacto con mis ojos. Mi corazón iba a mil por segundos y solo podía pensar en una cosa. Lo agradecida que estaba de que el se tuviera que interponer en mi camino.

No existía nada más que nuestras respiraciones y nuestras miradas bailando una danza imposible de romper. Las comisuras de los labios de Justin se elevaron dando paso a una gran sonrisa lo cual provocó una aún más grande en mi. Abrió la boca repetidas veces pero nunca salió nada.

—Estoy tan nervioso que no puedo articular nada de lo que e practicado—ambos reímos.

Acaricio el dorso de mi mano y me miro directo a los ojos.

—No se por donde empezar solo se que quiero que seas mi mujer, mi bella y hermosa potra indomable el resto de nuestras vidas. Quiero que compartamos secretos, risas, amor. Quiero ser el único que te haga sonreír y reír a mares. Así que por eso: ¿Quieres comprometerte con este hombre loco de amor por ti?—en un impulso tape mi boca con ambas manos.

Las lágrimas salían sin contención, mis ojos brillaban más de lo normal, mi mente repetía la misma pregunta una y otra vez y mi boca...

—Claro que si, si quiero. Quiero ser tu esposa, tu potra indomable—reímos por eso último y Justin deslizó el anillo en mi dedo.

Contemple el anillo más de lo debido. Era hermoso, jamas imagine estar en este lugar y poder sentirme tan feliz y triste al mismo tiempo.

—¿Te gusta?—pregunto rascándose la parte posterior de la cabeza.

—¿Bromeas? Claro que si. De hecho me encanta, estoy enamorada—me acerque y rose nuestros labios.

El beso fue lento, sin prisa. Sintiéndonos el uno al otro. Disfrutando cada momento que nuestros labios hacían magia. En un momento el beso paso de ser tranquilo a ser un poco más subido de tono. Justin nos fue moviendo de forma que caímos entre los cojines que el había acomodado para la velada. Poco a poco nos fuimos quitando la ropa, sintiéndonos piel con piel. Entregándonos todo.

***

—Espero que tu abuelo no me quiera muerto cuando sepa que su bella nieta está comprometida—reí al escuchar el miedo reflejado en su voz.

—No creo amor, de hecho lo mínimo que podría hacer es mandar a uno de sus matones a liquidarte y luego hacerlo pasar por un accidente—mire disimuladamente su rostro mientras tomaba un poco del vino.

El rostro de Justin era un poema, estaba blanco como el papel y los ojos bien abiertos.

—No estás hablando en serio—hablo casi que atragantándose con el vino y su saliva.

Yo comencé a reír como loca desquiciada. Era muy gracioso ver esta parte de Justin. La parte en donde no era un macho encantador de mujeres sino más bien un chico común, divertido y risueño.

—Claro que no amor! Estoy bromeando. Mi abuelo no sería capaz de algo así. De hecho el quería que yo encontrara alguien con quien pasar mi vida—la cara de Justin volvió a la normalidad y me jalo del brazo para recostarme junto a él.

—Eso me tranquiliza—ambos reímos y seguimos nuestra velada.

La Indomable |JB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora