Nota: Sé que les dije que pronto subiría el siguiente capítulo, pero últimamente he tenido problemas con el Internet. Sin embargo, hoy trataré de subir el capítulo 6 y 7. Espero comprendan. :)
Sin más preámbulos, aquí el capítulo 6:
—Creo que Santiago no te conviene, te lo digo como amiga —le manifestó Susana a Paola.
—Pero, ¿Cómo puedes decir eso si lo acabas de conocer hace apenas 5 minutos? —respondió Paola sorprendida por el comentario de su amiga Susana.
—No lo sé, es que no me transmite confianza —argumentó Susana.
—Él parece buena persona, creo que estás un poco paranoica —le replicó Paola muy molesta por sus comentarios negativos sobre Santiago.
Susana se levantó de la silla donde estaba sentada y, un poco molesta con Paola, se marchó. Por su parte, Paola se quedó unos minutos más caminando por el centro comercial y luego se fue a su departamento.
Paola llegó a su apartamento, medio cerró la puerta y, tras recordar que Santiago le envió una solicitud de amistad en Facebook y ella la aceptó, decidió revisar el perfil de este en la red social para asegurarse de que no era una mala persona.
Paola, tras revisar el perfil de Santiago, se percató de que la cuenta en Facebook de él había sido creada hace apenas unos días.
A Paola le pareció un poco extraño que la cuenta de Santiago en Facebook hubiese sido creada hace apenas unos días.Sin embargo, a la final, decidió no darle mucha importancia.
Paola se encontraba escuchando sus canciones favoritas (en su mayoría de One Direction y A Great Big World) cuando su celular timbró producto de la llamada de Santiago.
—Bueno.
—Hola, Paola. ¿Cómo sigues?
—Bien, Santiago. ¿Y tú?
—Muy bien, Paola. Te llamaba porque quería disculparme por haberme marchado tan pronto del centro comercial; creo que fui un estúpido. Perdóname.
—No tienes por qué disculparte. La pasé sensacional contigo, yo creo que a veces hay que recordar solo los buenos momentos, no los malos.
—Muchas gracias, Paola. Eres muy especial para mí. Cuídate.
—Tú también eres muy especial para mí. Nos vemos.
Tras colgar la llamada y estando en el sofá blanco de la sala de su departamento, donde siempre le gustaba estar, Paola comenzó a reflexionar.
«¿Por qué Susana y Santiago reaccionaron de esa forma al conocerse?», pensó Paola.
La llamada de Santiago para pedirle disculpas corroboraba que, en efecto, ella no había imaginado mal; algo ocurrió entre Susana y Santiago cuando se conocieron.
Al final, Paola pensó que tal vez Susana y Santiago eran de esas personas que no sabes por qué, pero desde la primera vez que se ven, terminan odiándose.
El celular de Paola volvió a timbrar, pero esta vez se trataba de un mensaje de texto de Susana:
«Hola, amiga. ¿Cómo estás? Discúlpame por haber reaccionado de tan mala manera al conocer a Santiago y por todo lo que te dije de él. No fue mi intención, creo que estaba sintiendo celos».
Paola respondió:
«No te preocupes, Susana. No debes sentir celos de Santiago ni de nadie; tú tienes un espacio en mi corazón que nunca nadie te va a poder quitar».
Susana le contestó a Paola:
«Gracias, Paola».
Paola finalizó:
« :) ».
A pesar de que Paola le respondió tanto a Santiago como a Susana que no se preocuparan por lo ocurrido ese día en el centro comercial, a Paola le pareció mucho más extraño que ambos le hubiesen escrito casi al mismo tiempo para pedirle disculpas.
«¿Será que Susana y Santiago ya se conocían?», se cuestionó Paola.
Paola fue a la cocina y se preparó unas cotufas para luego irse a la sala a ver una película.
Mientras tanto, Santiago decidió hacerle una visita sorpresa a Paola en su departamento.
Santiago llegó al departamento de Paola y se percató de que la puerta estaba abierta, razón por la cual, luego de tocar dos veces y no obtener respuestas, decidió pasar.
—¿Paola, estás aquí? —preguntó Santiago sin obtener respuesta.
Santiago observó que Paola estaba acostada en el sofá blanco de la sala; por ello dedujo que se había quedado dormida.
Santiago se quedó unos segundos observando a Paola dormida en el sofá blanco de la sala, sonrió levemente, como solía hacerlo cada vez que la veía, y no quiso despertarla.
Tras pensarlo, Santiago decidió marcharse haciendo el menor ruido posible para no despertarla, cerró la puerta, para que nadie entrara, y se fue.
Mientras iba camino a su casa, sentado en el asiento del metro, Santiago no podía dejar de recordar el momento en que terminó de abrir la puerta del departamento de Paola y la vio dormida.
Para Santiago estaba todo claro, desde su punto de vista, Paola era perfecta tanto dormida como despierta, cuando hablaba y cuando callaba, en la noche y en el día. Para él, ella siempre era perfecta.
Trataré de subir el capítulo 7 en unos minutos, sin embargo, si el Internet no me lo permite lo intentaré mañana.
El siguiente capítulo se llama «me enamoré de ti».
Una historia original de Néstor Fereira.
Todos los derechos reservados. © 2016
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Cuando nos conocimos
Lãng mạn'Cuando nos conocimos' narra la historia de dos jóvenes, Paola y Santiago, quienes se conocen una noche mientras caminan por una calle fría y solitaria de la ciudad de Caracas. Santiago, quien recientemente había llegado a la ciudad, se percata de q...